Trato de la polic¨ªa
En relaci¨®n a su breve art¨ªculo sobre protestas y encierros de objetores de conciencia en EL PA?S del domingo 16 de noviembre de 1986, me dirijo a usted.Soy alem¨¢n de madre espa?ola, desde hace tres a?os residente en Alemania, y desde junio de 1986, objetor de conciencia reconocido.
Primero quiero expresar mi enojo y mis protestas sobre el trato ejercido por la Polic¨ªa Nacional, en un Estado que hace 10 a?os es democr¨¢tico, contra personas que se mostraban a favor de un derecho humano, que es el de la objeci¨®n de conciencia.
Aqu¨ª, en Alemania, este derecho est¨¢ garantizado en la Constituci¨®n. Todo objetor tiene que absorber un servicio social, al que estoy incorporado desde septiembre de 1986. El sistema sigue teniendo muchas injusticias, y desde 1983 todav¨ªa m¨¢s, como la diferencia de tiempo de servicio (15 meses militar, y 20 social). Pero al menos se ha conseguido movilizar a un gran n¨²mero de personas que son conscientes de que el militarismo no es soluci¨®n para los problemas mundiales y que hay otras formas m¨¢s eficaces y con m¨¢s sentido de servir a la patria. Los objetores han llegado a ser un grupo de millares de j¨®venes, aceptados por la mayor¨ªa y muy importantes para el funcionamiento del sistema de ayuda social, por ejercer su servicio en hospitales, asilos, etc¨¦tera.
Espero que este derecho se pueda disfrutar lo m¨¢s pronto posible, y que los espa?oles le den la importancia merecida a este problema y sus posibilidades para su soluci¨®n.-
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