'Rumasagate'
Todo ha sido excepcional en la Rumasa de todos, todo menos su fiscalizaci¨®n, la transparencia del gasto y su gesti¨®n p¨²blica.Esta realidad, a la que se suma la evidencia de que nuestras graves denuncias sobre irregularidades cometidas por el Gobierno socialista en la Rumasa expropiada no han sido contestadas por el Ejecutivo, que a trav¨¦s del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda se ha limitado tan s¨®lo, desde el nerviosismo y la prepotencia socialista habitual, a descalificar y a amenazar a la oposici¨®n, nos llev¨® a solicitar del Pleno del Congreso de los Diputados su asentimiento para constituir una comisi¨®n que investiga a la Rumasa p¨²blica, a la socialista, y que como consecuencia de su trabajo elabore unas conclusiones sobre este asunto p¨²blico de capital importancia, no s¨®lo por sus consecuencias econ¨®micas, sino tambi¨¦n por lo que es quiz¨¢ m¨¢s importante, por su influencia para la credibilidad del sistema pol¨ªtico espa?ol. Quer¨ªamos en definitiva traer la luz a donde hoy s¨®lo existen tinieblas.
Nuestra petici¨®n ven¨ªa avalada por la existencia de un estado de opini¨®n en todos los medios de comunicaci¨®n social, en la clase pol¨ªtica y sobre todo en el pueblo, de que en la Rumasa p¨²blica hay tinieblas, como se afirmaba en un editorial de EL PA?S del pasado mes de noviembre. En definitiva, nadie piensa que deban ocultarse al pueblo las entretelas de una operaci¨®n que al final ser¨¢ pagada s¨®lo por ¨¦l y con su esfuerzo y sacrificio.
Pero, a pesar de todo lo dicho, a lo que se suma la acusaci¨®n hecha por la oposici¨®n sobre la presunta corrupci¨®n del Gobierno, el PSOE ha decidido que no se investigue, tomando con ello una decisi¨®n incoherente, triste y no ¨¦tica, sin importarle que el pueblo, al que se le exige cada d¨ªa m¨¢s y se le da menos, se sienta frustrado y empiece a pasar no s¨®lo de determinados dem¨®cratas, sino tambi¨¦n de la democracia misma.
Transparencia empa?ada
Que nuestros gobernantes socialistas han empa?ado la transparencia del sistema democr¨¢tico es algo que a estas alturas no ofrece duda alguna. Es obvio que quien nada oculta, nada teme. Con su actitud, los socialistas han conseguido que la sombra de la sospecha planee y ponga en duda la credibilidad no s¨®lo de las instituciones del Estado, sino del propio sistema.
Frente a la diligencia del Ejecutivo y del Grupo Socialista para crear una comisi¨®n que investigara la Rumasa de Ruiz-Mateos, despu¨¦s de expropiada, contrasta la extra?a negativa a investigar la Rumasa gubernamental. ?Por qu¨¦? ?sta es la pregunta que hacen algunos, porque otros, desgraciadamente, ya poseemos la respuesta.
En el asunto Rumasa, el Gobierno de don Felipe Gonz¨¢lez ha perdido toda la credibilidad y ha vuelto a recurrir, por tercera vez, a la fuerza de los esca?os, ignorando y despreciando la fuerza de la raz¨®n. Y decimos que ha renunciado a la fuerza de los esca?os porque la de los votos se ha desplazado de la prepotencia hacia el camino que reclama luz, claridad y transparencia.
No se puede desconocer que nuestra petici¨®n de crear una comisi¨®n de investigaci¨®n que quite el velo negro y opaco que oculta la gesti¨®n p¨²blica de Rumasa tuvo m¨¢s votos populares a favor que en contra. Ha sido pues el se?or D'Hont y no el pueblo espa?ol quien ha impedido que los representantes de la soberan¨ªa popular investiguemos las causas de las p¨¦rdidas multimillonarias de la Rumasa p¨²blica y el paradero de hasta la ¨²ltima peseta de ese bill¨®n que por cuenta del sufrido e impotente contribuyente espa?ol lleva malgastado el Gobierno socialista.
Que un inspector de Hacienda, cumpliendo con su deber, pueda investigar a cualquier ciudadano espa?ol y que las cuentas bancarias de ¨¦stos puedan ser miradas hasta el ¨²ltimo rinc¨®n, mientras, en cambio, el Gobierno del PSOE no pueda ser investigado por las Cortes, es algo que constituye un serio atentado al m¨¢s elemental sentido com¨²n, a la vez que un ol¨ªmpico desprecio al Estado democr¨¢tico y de derecho.
Silencio de Econom¨ªa
El que calla otorga. El bochornoso silencio del titular de Econom¨ªa, agazapado en el banco azul mientras que la oposici¨®n lanzaba en el Congreso, desde la tribuna de la soberan¨ªa popular, dur¨ªsimas acusaciones contra el Gobierno es todo un espect¨¢culo impropio en un pa¨ªs que, como Espa?a, pertenece a la Europa libre. Este espect¨¢culo, que s¨®lo deber¨ªa ser digno de una rep¨²blica bananera, es una triste y reiterada realidad en la Espa?a gobernada por el socialismo.
El eco producido por lo ocurrido en el hemiciclo de la carrera de San Jer¨®nimo ha resonado con tanta fuerza que, a lo largo y ancho de la geograf¨ªa espa?ola y fuera de nuestras fronteras, es dif¨ªcil encontrar un solo medio de comunicaci¨®n serio que no haya reclamado en el asunto Rumasa la transparencia que todos deseamos. Llevar sobre las espaldas acusaciones de corrupci¨®n y en la boca el eslogan de los 100 a?os de honradez es algo que forzosamente dar¨¢ como resultado que el aire del cambio venga acompa?ado por los vientos del esc¨¢ndalo, que har¨¢n, a no dudarlo, que la rosa se marchite.
Qu¨¦ contraste con la democracia centenaria de EE UU, en donde un juez, el Congreso o la Prensa pueden hacer caer un presidente. En Espa?a ni siquiera podemos formar una comisi¨®n para aclarar las responsabilidades del Gobierno y de su presidente; eso s¨ª, en la Espa?a que ocurren estas cosas pudimos o¨ªr, asombrados, c¨®mo el se?or Solana, portavoz del Gobierno, anunci¨® en su d¨ªa que iba a enviar una Constituci¨®n espa?ola al se?or Reagan para que aprendiera democracia.
Hoy m¨¢s que nunca recordamos aquella afirmaci¨®n electoral del fallecido profesor Tierno Galv¨¢n: "Manos limpias, bolsillos transparentes". Y la recordamos porque sus compa?eros de partido la han llevado al vertedero de los verbalismos in¨²tiles. A los socialistas de hoy, desgraciadamente al parecer, s¨®lo les interesa el poder por el poder, pues la ¨¦tica en el manejo y control de los fondos p¨²blicos es cosa de tiempo pasado y ¨²til s¨®lo para llegar al poder, no para ejercerlo.
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