ACCIONES LEGALES CONTRA DIRIGENTES BANCARIOS

La viuda y los hijos de Ignacio Coca presentaron el pasado viernes en el Juzgado de Guardia de Madrid una querella criminal a cuyo contenido ha tenido acceso EL PA?S. En ella piden el procesamiento de los dirigentes de Banesto, Pablo Garnica (presidente), Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez de Letona (vicepresidente-consejero delegado), Jos¨¦ Mar¨ªa Sainz de Vicu?a y Manuel Igea por delitos contra la vida e integridad del financiero suicidado, usura y falsedad de documento mercantil. Por su parte, Banesto hizo p¨²blica una nota ayer en la que rechaza terminantemente la existencia de delito alguno por cualquiera de las personas mencionadas en la querella. Adem¨¢s, adelant¨® el prop¨®sito de no polemizar en tomo a este asunto en los medios de comunicaci¨®n por respeto a los tribunales de justicia, a los cuales est¨¢ sometida esta cuesti¨®n. Sin embargo, otras fuentes de Banesto informaron que laquerella fue presentada horas despu¨¦s de que un notario se presentase en el palacete de los Coca, en la calle Orfila de Madrid, requiriendoles al pago de la deuda vencida.

Historia de una fusi¨®n

En la querella se hace una historia de la fusi¨®n de los bancos Espa?ol de Cr¨¦dito y Coca en el a?o 1978. Seg¨²n el documento, en diciembre de 1977, Garnica y Coca firmaron un convenio en el que se establecieron las condiciones de la absorci¨®n, entre ellas la de que se comprendiera el patrimonio del Banco Coca, incluyendo activos pendientes de regularizaci¨®n contable. La cifra global que pagar¨ªa. Banesto a los accionistas del Coca ser¨ªa de 7.500 millones de pesetas.

All¨ª se pact¨® que Coca ser¨ªa nombrado consejero y vicepresidente de Banesto y que tendr¨ªa derecho a nombrar a otros dos consejeros. En otro momento de la querella se considera "un sarcasmo" que las ¨²ltimas presiones ejercidas por Banesto hayan tenido como protagonista a L¨®pez de Letona, el gobernador del Banco de Espa?a que aprob¨® la fusi¨®n y que ahora ocupa el puesto de vicepresidente de Banesto, "cargo que deb¨ªa haber ocupado el se?or Coca y al que se vi¨® obligado a renunciar".

En otro convenio posterior, Coca respond¨ªa con su patrimonio particular a las obligaciones de sociedades filiales de su banco y a los cr¨¦ditos fallidos, asumiendo hasta el 85% de su importe. Seg¨²n la querella, las operaciones de producci¨®n de intereses y acumulaci¨®n de ¨¦stos a la cifra de principal "fueron dictadas a Ignacio Coca, imponi¨¦ndole la peri¨®dica aceptaci¨®n de sus enormes cantidades cuyo pago no pod¨ªa afrontar a¨²n despu¨¦s de haber comprometido los cuantiosos y valios¨ªsimos bienes que, integrando todo su patrimonio personal, hab¨ªa constituido en garant¨ªa". As¨ª, en septiembre de 1978 las obligaciones dinerarlas de Coca eran de 53.354 millones de pesetas, sobre los que se fueron cargando intereses que, acumulados al principal la elevaron hasta convertirla en 88.722 millones en septiembre de 1983, con unos intereses acumulados de 34.534 millones.

El 30 de septiembre de 1983, Ignacio Coca y el Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (a trav¨¦s de su consejero-director general, Jos¨¦ Mar¨ªa Sainz de Vicu?a) llegaron a un acuerdo por el que el primero entreg¨® al banco la titularidad de algunas sociedades que no se especifican, cuyo valor atrimonial era de 51.076 millones, "lo que produjo una reducci¨®n de la antedicha cifra deudora que qued¨® establecida en 37.646 millones de pesetas sobre cuyo principal nuevamente se cargaron y acumularon intereses que la elevaron a 47.565 millones de peisetas". Esta era la cantidad en cuesti¨®n cuando Coca se suicid¨®.

Los tipos de inter¨¦s

Por tanto, la cifra de intereses cargada por Banesto desde el origen de la integraci¨®n de los bancos en cuesti¨¦n fue de 44.626 millones de pesetas, sobre una deuda inicial de 513.000 millones.

Los querellantes -viuda e hijos de Coca- afirman que "el tipo de inter¨¦s aplicado por los altos directivos de Banesto fue enormemente desproporcionado con las circunstancias que integraron toda la operaci¨®n de su fusi¨®n con el Banco Coca por la absorci¨®n que realiz¨® de ¨¦ste".

La absorci¨®n del Banco Coca por el Banesto, origen de las dificultades del caso Coca, tuvo todas las bendiciones de las autoridades monetarias. En la querella se describe del siguiente modo: "La absorci¨®n as¨ª planteada fue comunicada por los represeltantes de ambos bancos en escrito del 26 de enero de 1978 al gobernador del Banco de Espa?a que, a la saz¨®n, era Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez de Letona. En un general contexto expresivo de lo beneficiosa que se consideraba la operaci¨®n para la econom¨ªa nacional, para el sector bancario y para el personal, clientes y accionistas de ambos bancos, se dijo en dicha comunicaci¨®n lo siguiente: 'La entidad llamada a desaparecer (Banco Coca) no tiene ning¨²n motivo especial que le obligase a aceptar la absorci¨®n para mejor defender los intereses de sus impositores y de sus accionistas. Es su favorable posici¨®n empresarial, por el contrario, la que hace posible la operaci¨®n de absorci¨®n sin quebranto alguno para la entidad absorbente y con beneficios claros para el servicio que a la compa?¨ªa nacional ha de prestar en este momento el sector bancario'.Expres¨®, asimismo, esta comunicaci¨®n al gobernador del Banco de Espa?a que el Banco Espa?ol de Cr¨¦dito se hac¨ªa cargo, por la fusi¨®n, de la totalidad de los negocios, patrimonio, derechos y obligaciones del Banco Coca a t¨ªtulo universal, seg¨²n balance en el momento de la absorci¨®n". A continuaci¨®n se pidi¨® al gobernador que obtuviese la autorizaci¨®n del ministro de Econom¨ªa para llevar a cabo la operaci¨®n de fusi¨®n de las dos entidades.