Un caso ins¨®lito hasta en su principio de soluci¨®n
La situaci¨®n de deterioro y enfrentamiento a que ha llegado el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE) es un caso ins¨®lito en el deporte occidental. Incluso en su principio de soluci¨®n ayer. Se ha empezado a poner orden sin la presencia de los promotores. La ¨²nica esperanza ahora es que ya resulta posible, en no demasiado tiempo, que la etapa de Alfonso de Borb¨®n y el largo absurdo de la minor¨ªa de las federaciones ol¨ªmpicas, anterior a -¨¦l, quede s¨®lo en un mal re cuerdo. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico In ternacional (COI) no tendr¨¢ ya que intervenir y el posible fin del presidente del COE ser¨¢ una cuesti¨®n casera.Sin embargo, el rid¨ªculo in ternac:ional que se ha alcanzado, despu¨¦s de la te¨®rica uni¨®n existente antes de la elecci¨®n del pasado mes de octubre en Lausana, refleja que el exito tuvo bastantes caracteres de milagroso y s¨®lo supuso la apertura de una gran olla a, pre si¨®n con una suma de desacier tos y protagonismos. El princi pal, por parte del presidente del COE, pues su negativa a dimitir ha sido la ¨²nica causa del ¨²ltimo cisma. Ayer, sin ella, pudo haber acuerdo en.todo. Su empecinamiento en mantenerse en el cargo conociendo la fuerte oposici¨®n a su continuidad raya en lo inaudito. En lugar de marcharse digna y discretamente, lo que ha conseguido es que ahora planee sobre ¨¦l un voto de censura que puede provocar su salida traum¨¢tica.
?ltimo rid¨ªculo
El ¨²ltimo precio pagado para llegar a conseguir la mayor¨ªa de las federaciones, ol¨ªmpicas, sin englobar el cese de los cargos directivos, fue un nuevo rid¨ªculo. Legal, pero rid¨ªculo. De ninguna otra forma se puede calificar una aprobaci¨®n con 47 miembros supervivientes, menos de la mitad de los 109 iniciales, s¨®lo gracias a que el qu¨®rum se hab¨ªa alcanzado al principio de la reuni¨®n. En realidad, lo ¨²nico que se demostr¨® fue la necesidad de la reforma, sacada adelante, para colmo, con los principales valedores ausentes.
?Por qu¨¦ entonces, en la votaci¨®n anterior, donde se inclu¨ªa el cese de los cargos, no se logr¨®? ?A¨²n tiene partidarios Alfonso de Borb¨®n? Fue otro ejemplo de las desastrosas t¨¢cticas de los miembros del COE Pau P¨¦rez, presidente de Espeleolog¨ªa, voz cantante en los ¨²ltimos tiempos desde sus profundidades y lejan¨ªas no ol¨ªmpicas, desarregl¨® dicha votaci¨®n al arremeter contra las viejas instituciones. Quiso aprovechar el desprendimiento de miembros como el expresidente de atletismo, Rafael Cavero, para dejar sus cargos, y provoc¨®, precisamente antes de la votaci¨®n, el involucionismo y la indignaci¨®n justa para que no salieran los dos tercios requeridos, por nueve votos.
Resulta sonrojante que al extrapolar culpables, el COE, Barcelona 92, el olimpismo, se desestabilicen por una persona aferrada a un cargo, y al que no quiere una mayor¨ªa, o por la espeleolog¨ªa.
El futuro ahora parece m¨¢s claro. La carta de solicitud de intervenci¨®n del COI no tiene ya sentido, pues el m¨¢ximo organismo no puede entrar en la designaci¨®n del presidente si los nuevos estatutos, ya con mayor¨ªa de las federaciones ol¨ªmpicas, se ajustan a la Carta Ol¨ªmpica. Hubo una primera petici¨®n hace unos meses, pero entonces, cuando a¨²n se esperaba llegar a una soluci¨®n me llos traum¨¢tica, Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, no contest¨®. Ahora se frotar¨¢ las manos, porque en caso de recibirse la solicitud, hubiese dado un plazo de tiempo al COE para que se cumpliese esa exigencia y todo con el apuro o la violencia de un Comit¨¦ Orga nizador de Barcelona 92, a¨²n pendiente.
Precisamente en los nuevos estatutos se incluye el voto de censura, algo a lo que no se quer¨ªa llegar, porque ser¨ªa el segundo en dos a?os. Un nuevo rid¨ªculo. Para echar a Rom¨¢ Cuy¨¢s se invent¨®. Ahora, si se presenta, por los plazos requeridos, a¨²n le quedar¨¢ a Alfonso de Borb¨®n un m¨ªnimo de mes y medio en el cargo. Dif¨ªcilmente podr¨¢ disfrutarlo.
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