'Sic transit'

Con la natural celeridad y obediencia que una siempre muestra en estas cosas, he acatado las orientaciones oficiales impartidas de un tiempo a esta parte por Televisi¨®n Espa?ola respecto a la conveniencia de llamar transe¨²nte a todo mendigo, pedig¨¹e?o, pordiosero, pobre, m¨ªsero, desvalido, desheredado, fam¨¦lico, indigente, necesitado, menesteroso, descamisado, desarrapado, arruinado, carente, depauperado, menguado, hambriento o, simplemente, cesante, que se me ponga a tiro.Es una suerte poder enriquecer el l¨¦xico de vez en cuando con nuevas aportaciones como ¨¦sta. Le da a una cierta seguridad la convicci¨®n de hallarse en el lado bueno de la historia, aquel por donde los deslices de la macroeconom¨ªa se corrigen mediante una simple puntualizaci¨®n sem¨¢ntica. Tranquilizan los transe¨²ntes que transitan cargando con el fardo de su desesperanza. Inquietan infinitamente menos que su hambre o su desempleo, y son reducidos, por cuatro s¨ªlabas, al espacio del que no deben intentar salirse: la estad¨ªstica.

Claro que si nos ponemos a hilar fino pueden surgir tremebundas preguntas. Si a los pobres que transitan se les llama transe¨²ntes, ?c¨®mo llamar a los que permanecen arrodillados sosteniendo un cartel que explica su situaci¨®n? ?Acaso genuflexos? ?Puede que rodillantes? ?0 quiz¨¢ rodiflexos? ?Y a los que piden sentados? ?Y a los que est¨¢n en la cola de la oficina de empleo y avanzan pero poco a poco? ?Y a los nada m¨¢s que parados, parados de ver c¨®mo la vida construida y el mundo alrededor se detienen al pie de los infiernos?

Cuando me pongo a pensar, pienso que no es bastante, y que quienes, desde sus bodegas colmadas de terminolog¨ªa y presunci¨®n, tratan de borrarnos la conciencia, de destruirnos la m¨ªnima verg¨¹enza que sentimos al pronunciar los nombres, deber¨ªan esforzarse por inventar una definici¨®n exacta para cada modalidad de marginaci¨®n.

Aunque cuando de verdad pienso me da por acordarme de la extinta ley de Vagos y Maleantes. Por algo ser¨¢.