Nuevas estad¨ªsticas aseguran que en 1990 morir¨¢n 50.000 personas de SIDA en Estados Unidos
La histeria sobre el s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) se extiende en Estados Unidos de la mano de nuevas estad¨ªsticas, que predicen 50.000 muertos por esta enfermedad para el a?o 1990. Se calcula que entre un mill¨®n y un mill¨®n y medio de norteamericanos son portadores del virus que provoca. la enfermedad, y, aunque est¨¦n actualmente sanos, son potenciales transmisores y pueden enfermar dentro de unos a?os. Las autoridades federales est¨¢n considerando recomendar an¨¢lisis de sangre para detectar la infecci¨®n para todos aquellos ciudadanos que quieran casarse y pidan un permiso matrimonial, para quienes ingresen en un hospital y para las mujeres embarazadas.
Los defensores de los derechos civiles claman que esto ser¨ªa una invasi¨®n intolerable de la privacidad y obligar¨ªa a potenciales enfermos a huir de los hospitales por miedo a ser descubiertos.El Centro Oficial de Enfermedades Infecciosas de Atlanta, una organizaci¨®n gubernamental, ha convocado un deba te abierto a finales de este mes tras el que decidir¨¢ si recomienda formalmente la extensi¨®n de las pruebas de sangre. Su director, el doctor Walter Dwodle afirma que los ni?os ser¨ªan los beneficiarios potenciales de las pruebas premaritales y prenatales. Existe entre un 30% y un 50% de probabilidades de que una madre que da positivo en una prueba del virus del SIDA transmita la infecci¨®n a su hijo.
Hasta ahora s¨®lo son analizados obligatoriamente los donantes de sangre y los reclutas militares, y se recomienda a los grupos de alto riesgo: homosexuales y drogadictos intravenosos, En San Francisco, centro de una de las m¨¢s importantes comunidades gay de EE UU un centro hospitalario ya est¨¢ aplicando un programa de b¨²squeda de contactos que, aplicando t¨¦cnicas detectivescas, trata de encontrar a todas las personas que a?os atr¨¢s tuvieron contacto sexual con el enfermo de SIDA.
El ministro de Sanidad, Otis Bowen, asegura que el SIDA est¨¢ a punto de dejar peque?a a la peste negra y habla de 270.000 nuevos casos en los pr¨®ximos cinco a?os."Cuando una persona realiza el acto sexual no lo est¨¢ haciendo s¨®lo con su compa?ero o compa?era, sino que lo practica con todas las personas con las que su pareja lo ha hecho durante los pasados 10 a?os", dice Bowen.
Los condones
Pero la amenaza potencial y el hecho de que los heterosexuales no est¨¢n a salvo de est¨¢ enfermedad incurable, aunque s¨®lo un 4% de los casos actuales en EE UU se han detectado entre la poblaci¨®n heterosexual, han convertido al cond¨®n en el art¨ªculo de moda. Este producto hasta ahora tab¨², innombrable, que no pod¨ªa anunciarse en televisi¨®n ni era aceptado por los principales peri¨®dicos y semanarios, ha pasado al primer plano en la batalla contra el SIDA. Toda alusi¨®n a un anticonceptivo era considerada ofensiva y demasiado pol¨¦mica para los est¨¢ndares morales de la ciudadan¨ªa.En algunas universidades de Nueva York, los estudiantes, con permiso de las autoridades acad¨¦micas, se intercambiar¨¢n el 14 de febrero, d¨ªa de San Valent¨ªn, cajitas con profil¨¢cticos, Hace s¨®lo unos a?os, en la pel¨ªcula El d¨ªa despu¨¦s, que mostraba los efectos de un ataque nuclear sobre EE UU, la cadena de televisi¨®n ABC, productora del filme, tuvo que retirar la palabra diafragma y se ve¨ªa a una de las protagonistas buscando la cosa en medio del holocausto.
Cuarenta emisoras de televisi¨®n han aceptado en las ¨²ltimas semanas -la primera fue en San Francisco y la pasada semana lo hizo por primera vez una en Washington- anuncios de condones, con un lenguaje muy delicado y sin sugerir para nada su capacidad anticonceptiva. La televisi¨®n del mundo que ofrece m¨¢s violencia y adulterio en su programaci¨®n, a cualquier hora del d¨ªa, proteger¨¢ la virtud nacional transmitiendo ¨²nicamente los anuncios de profil¨¢cticos a partir de las once de la noche, cuando se supone que no hay ni?os frente al televisor.
"Soy un muchacho de 24 a?os", afirma, inc¨®modo, un joven universitario en uno de los primeros anuncios. "Soy soltero y estoy preocupado. Soy un buen tipo y salgo con chicas agradables. Estos d¨ªas est¨¢n ocurriendo cosas terribles a gente realmente estupenda. Por todas las razones leg¨ªtimas, Trojan". Y la c¨¢mara ofrece un primer plano de la cajita de las m¨¢gicas gomas.
Aun as¨ª, las centralitas telef¨®nicas de las televisiones registran m¨¢s llamadas en contra de la medida que a favor, y la di¨®cesis de Detroit considera inmoral este paso. Pero las barreras van cayendo, y el The New York Times -basti¨®n del liberalismo en la Prensa- y los semanarios Time y Newsweek han comenzado a publicar los primeros anuncios de condones. Una chica joven, en primer plano, con cara de angustia, afirma: "Por amor estoy dispuesta a hacer muchas cosas, pero no a morir".
El ministro de Educaci¨®n, William Bennet, un furibundo conservador cruzado del reaganismo en estado puro, est¨¢ furioso porque el SIDA ha dado oportunidad a los liberales para acentuar la educaci¨®n sexual en las escuelas, con especial hincapi¨¦ en el uso de condones, en una campa?a realizada por las autoridades sanitarias. Este pa¨ªs tiene el mayor ¨ªndice mundial de embarazos de adolescentes.
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