Acuerdos con EE UU

El pasado verano, y para el curso 1986-1987, entr¨® en vigor un convenio firmado entre nuestro Ministerio de Educaci¨®n y el Estado de California, con el objeto de contratar profesores espa?oles cualificados.Fuimos seleccionados 80 licenciados espa?oles, la gran mayor¨ªa profesionales con experiencia, que est¨¢bamos interesados en un programa que pod¨ªa proporcionarnos la posibilidad de perfeccionar nuestro conocimiento de ingl¨¦s trabajando en un sistema educativo diferente al nuestro. Aunque el sueldo no era demasiado atractivo, dado el coste de vida en EE UU, cre¨ªmos merec¨ªa la pena esta experiencia, teniendo en cuenta la garant¨ªa de desarrollarse en el marco de un acuerdo interestatal.La primera gran sorpresa la tuvimos antes de nuestro viaje, ya que, tras habernos comunicado el Ministerio la selecci¨®n de nuestra candidatura e incluso habernos se?alado la fecha de nuestra incorporaci¨®n, ¨¦sta se dilat¨® hasta el mes de octubre.

Despu¨¦s de varias pruebas y entrevistas en California, conseguimos trabajar la mayor¨ªa, aunque al poco tiempo los problemas volvieron a aparecer: las condiciones de trabajo eran p¨¦simas, siendo diferente nuestro salario, horario y consideraci¨®n profesional a la de los profesoresnorteamericanos. Ha llegado a darse el caso de que durante los dos primeros meses no se nos pag¨® sueldo o remuneraci¨®n alguna. ?Se imaginan lo que es vivir aqu¨ª sin dinero? Tan s¨®lo nos dieron buenas palabras ante una situaci¨®n profesional de discriminaci¨®n y econom¨ªa de penuria, que hizo que la mayor¨ªa tuviera que vivir de la ayuda ajena.

Ante esto nos preguntamos: ?qu¨¦ tipo de acuerdo firm¨® Espa?a con EE UU? ?Si este peque?o acuerdo funciona tan mal, qu¨¦ resultados tendr¨¢n otros convenios de mayor envergadura, donde se debaten grandes intereses? ?Sabe y puede nuestro Gobierno defender sus posiciones frente al gigante EE UU? ?Qu¨¦ puede hacer un espa?olito frente a un timo como ¨¦ste, en un pa¨ªs extranjero?

Confiamos en una pronta respuesta del Gobierno espa?ol, ya que la mayor¨ªa de los que vinimos seleccionados por nuestro buen expediente y curr¨ªculo nos sentimos incapaces de luchar m¨¢s ante semejante enga?o.

Nos gustar¨ªa a?adir que el Consulado espa?ol en Los Angeles tampoco se ha hecho cargo de nuestros problemas, como tampoco nuestro representante espa?ol o coordinador de este programa, funcionario del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia.-

y dos firmas m¨¢s.