Nostalgia por la pareja Goikoetxea-Maceda
El buen pasado reciente de la selecci¨®n espa?ola estaba asentado, entre otras cosas, en la seguridad de la pareja de centrales Goikoetxea-Maceda. Con ellos y con el respaldo de Zubizarreta, Espa?a pod¨ªa jugar tranquila. Los de atr¨¢s resolv¨ªan siempre por el camino expeditivo y l¨®gico, y dejaban a los dem¨¢s trabajar con la mente libre de preocupaciones. Tan tranquilo estaba Mu?oz con esta pareja que a M¨¦xico fue sin suplente para ninguno de ellos, y bien caro lo pag¨®. Maceda cay¨® pronto, por la lesi¨®n de la que a¨²n no se ha recuperado, y Goikoetxea falt¨® ante B¨¦lgica por acumulaci¨®n de tarjetas. Ese d¨ªa, ausentes ambos, Ceulemans cabece¨® desde el ¨¢rea chica el gol que le puso el partido tan cuesta arriba a Espa?a que acab¨® con su carrera en el Mundial, hasta entonces brillante.La ausencia de esa pareja -Maceda sigue a vueltas con su rodilla y Goiko arrastra unas molestias musculares que le tienen a medio gas- es tan dificil de salvar que ha creado en Mu?oz un v¨¦rtigo capaz de conducirle a las extravagancias del mi¨¦rcoles por la noche. Confi¨® la responsabilidad defensiva del equipo al bloque madridista, a pesar de que el Madrid tiene este a?o un sistema defensivo fall¨®n, en parte por los alborotos que en ¨¦l crea Beenhakker con sus cambios de criterio y en parte por la baja forma de sus hombres. Pero es que Mu?oz desquici¨® m¨¢s todav¨ªa de lo que ya est¨¢ a la defensa del Madrid: puso a Chendo a jugar de Michel, a Michel a jugar de Gallego y a Gallego a jugar de Salguero. Dej¨® fuera al que quiz¨¢ sea a¨²n el hombre m¨¢s fiable de la defensa del Madrid, Sanchis, y puso a Arteche a jugar de Sanchis, de marcador puro, algo para lo que indudablemente no vale el abrupto pateador c¨¢ntabro. S¨®lo estaban en su sitio Camacho y Gordillo, que andan en muy baja forma. Llenando la selecci¨®n de madridistas Mu?oz no consigui¨® m¨¢s que arrastrarla al fracaso e irritar a la propia hinchada blanca, que se vio humillada por Lineker y por sus cuatro goles en el Bernab¨¦u.
Quienes andan muy cerca de la selecci¨®n comentan que Vicente Miera, hasta no hace mucho segundo de la selecci¨®n, aconsejaba bien a Mu?oz. Apenas se daba a ver, pero quiz¨¢ interviniera m¨¢s de lo que parece. El dislate del mi¨¦rcoles, con una defensa experimental hecha con hombres cuyo futuro en la selecci¨®n o no existe o no est¨¢ en las funciones que se les encomendaron, era impensable hace unos meses. Armar una defensa con Quique, Sanchis, Andrin¨²a y Soler, por poner un ejemplo, habr¨ªa hecho m¨¢s soportable una eventual goleada en la idea de que se estaba trabajando para el futuro.
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