Violencia de los j¨®venes

En respuesta a una carta de J. Prieto [EL PAIS, 23 de febrero] sobre nuestra encuesta entre j¨®venes acerca de la violencia, rese?ada en el n¨²mero 211 de Educaci¨®n, quisi¨¦ramos comentar lo que sigue:

1. Evidentemente, cualquier otra formulaci¨®n de la pregunta dar¨ªa un resultado distinto. Influye en ello tanto el cambio de una sola palabra como su diferente colocaci¨®n en el cuestionario. Los nuestros son los resultados de la pregunta tal como fue formulada -en una tradici¨®n que comparten investigadores de otros pa¨ªses- y de ah¨ª su valor. Otra cosa es la interpretaci¨®n de los mismos.

2. El enunciado de la proclamaci¨®n pacifista de la juventud situ¨¢ndolo junto a la realidad de la existencia de protestas juveniles violentas, no lleva por s¨ª ajustificar ni una cosa ni otra, sino que pone los dos t¨¦rminos de la paradoja en un mismo y ¨²nico escenario de elecciones del entrevistado.

3. La inclusi¨®n de los t¨¦rminos justiicaci¨®n, comprensi¨®n e inadmisi¨®n -dada la realidad de esas protestas- constituye toda ella la secuencia l¨®gica moral de una escala que va de la legitimidad moral de la acci¨®n a su Ilegitimidad total.

4. Las cosas, planteadas de otra manera -por ejemplo, retirada esta referencia moral-, dan otro resultado. En 1981, los j¨®venes de 18 a 24 a?os, midiendo las formas de acci¨®n pol¨ªtica en t¨¦rminos de "ha hecho + podr¨ªa hacerla" (el t¨¦rmino restante era "nunca lo har¨ªa") contestaban que hab¨ªan hecho o podr¨ªan hacer el secundar boicoteos en un 49%, el participar en huelgas ilegales en un 42%, el ocupar edificios o f¨¢bricas en un 25%, el usar la violencia personal en un 11%-