Beckenbauer, actual seleccionador, denunci¨® hace 10 a?os el 'doping' en el f¨²tbol alem¨¢n
Franz Beckenbauer, actual responsable de la selecci¨®n de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), denunci¨® hace 10 a?os, en mayo de 1977, una semana antes de incorporarse al Cosmos de Nueva York, la existencia de doping en el f¨²tbol de su pa¨ªs. En sus declaraciones, incluso se acus¨® de haberse sometido a autotransfusiones sangu¨ªneas, doping prohibido en la actualidad. Beckenbauer no fue sancionado entonces, al marcharse de la RFA. El jueves, la federaci¨®n alemana separ¨® del equipo al guardameta y capit¨¢n, Harald Schumacher, que en su libro Anpfiff denuncia pr¨¢cticas similares.
Beekenbauer, una de las grandes figuras del f¨²tbol mundial de todos los tiempos, tuvo dos etapas en su carrera: en la RFA y en Estados Unidos. El corto regreso final en su pa¨ªs, en el Hamburgo, fue casi anecd¨®tico, aunque sintom¨¢tico de que su gran calidad le hab¨ªa permitido sobrevivir a un f¨²tbol norteamericano aut¨¦ntico cementerio de elefantes: Pel¨¦, Neeskens, Chinaglia o Carlos Alberto. El prototipo del jugador observatorio, el l¨ªbero por excelencia, demostr¨® sobradamente que la delicadeza en el juego no estaba re?ida con la eficacia.En mayo de 1977, cerca ya de los 32 a?os, atra¨ªdo por los d¨®lares, decidi¨® emigrar de la RFA y su despedida no pudo ser m¨¢s sonada. La revista Stern public¨® una serie de cap¨ªtulos sobre su fulgurante carrera deportiva en los que, en principio, parec¨ªa cerrar de forma entra?able su primera etapa triunfal con el Bayern de M¨²nich. S¨®lo en el tercero record¨® su golpe de Estado en la Copa del Mundo de 1974, al tomar el mando del equipo, por encima del seleccionador, Helmut Schoen.
Pastillas e Inyecciones
Nada hac¨ªa pensar, sin embargo, que entre sus recuerdos saltase la bomba del doping. Pero lo hizo. Beckenbauer, entre otras cosas, declar¨®: "Es l¨ªcito para los jugadores de Primera Divisi¨®n todo lo que les permita mejorar su rendimiento. En la Bundesliga, uno se inyecta y toma pastillas de todo tipo. Varias veces al mes se me ha extra¨ªdo sangre de una vena del brazo para volver a inyect¨¢rmela en otra de un muslo".Beckenbauer se inculpaba as¨ª de la autotransfusi¨®n sangu¨ªnea, una variante de doping que comenz¨® a surgir con Lasse Viren, el atleta finland¨¦s doble campe¨®n ol¨ªmpico de 5.000 y 10.000 metros en los Juegos de M¨²nich 72 y Montreal 76. Se trata, b¨¢sicamente, de oxigenar la sangre extra¨ªda, mejorando la concentraci¨®n de gl¨®bulos rojos, para que, una vez devuelta al organismo, produzca en el atleta una mejora en su rendimiento acr¨®bico, el esfuerzo efectuado durante un ejercicio largo y que necesita mucho consumo de ox¨ªgeno.
Las confesiones de Beckenbauer, en 1977, fueron una novedad por su contundencia en un deportista de elite, aunque las sospechas (y la confirmaci¨®n del haitiano Jean Joseph, positivo en el Mundial 74) ya se ten¨ªan. "Ser¨ªa ya el momento", a?adi¨®, "de que la FIFA se preocupe m¨¢s seriamente del problema del doping, algo que no ha hecho, hasta el momento, m¨¢s que en los Campeonatos del Mundo". La marcha de Beckenbauer al Cosmos, a otro f¨²tbol, alejado de las competiciones importantes, dej¨® su denuncia en el olvido.
Todos los m¨¦dicos de los clubes de Bundesliga negaron las acusaciones y se sumaron a la contestaci¨®n de Hans Schoberth, responsable de la selecci¨®n de 1966 a 1974: "No se tienen de pie. Las autotransfusiones han sido efectuadas con motivos terap¨¦uticos". El m¨¦dico del Fortuna D¨¹sseldorf, Hans Jochen Thum, se?al¨®: "El f¨²tbol tiene partes negativas, pero entre ellas no est¨¢ el doping. Es verdad que utilizamos inyecciones para calmar el dolor y recuperar la forma de los jugadores. Es triste, porque es peligroso, y la federaci¨®n deber¨ªa tomar medidas para evitar tales pr¨¢cticas". Helmut Schoen, el seleccionador, dijo: "Nunca se han utilizado productos dopantes en la selecci¨®n. Ni siquiera en los partidos m¨¢s dif¨ªciles, como en el Mundial de M¨¦xico 70. La buena forma f¨ªsica es el mejor doping".
Diez a?os m¨¢s tarde, la situaci¨®n se repite. El f¨²tbol apenas ha mejorado el control; otro jugador, Schumacher, denuncia la existencia de doping, y Beckenbauer, ahora seleccionador, tras intentar convencerle para que no lo haga p¨²blico, le aparta del equipo.
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