Peres y Mubarak convocan una conferencia de paz para 1987

ENVIADO ESPECIALEl viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Israel, el laborista Sim¨®n Peres, al firmar en El Cairo un comunicado conjunto con el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, en el que se compromete a esforzarse por lograr que se celebre una conferencia internacional de paz para Oriente Pr¨®ximo en 1987, ha lanzado un desaf¨ªo al primer ministro israel¨ª, el l¨ªder del conservador Likud Isaac Shamir.

El deseo de que 1987 sea el a?o de la paz entre Israel y los ¨¢rabes no tiene, en s¨ª, nada de revolucionario. Incluso la f¨®rmula empleada para hacer referencia al problema palestino -que, seg¨²n el comunicado conjunto, debe ser resuelto "teniendo en cuenta los derechos leg¨ªtimos del pueblo palestino"- no deber¨ªa provocar malestar en el seno del Likud, ya que esta f¨®rmula figura en los acuerdos de Camp David, firmados personalmente por Men¨¢jem Beguin.

Sin embargo, al comprometerse a convocar esta conferencia de paz para Oriente Pr¨®ximo en 1987, Peres ha cruzado el Rubic¨¢n. Hace algunos d¨ªas, Shamir hab¨ªa advertido formalmente a Peres de que no estaba autorizado, "porque no hab¨ªa sido acreditado por el Gobierno", para comprometer a Israel en la convocatoria de esta conferencia internacional, a la que ¨¦l, Shamir, es "categ¨®ricamente contrario". El primer ministro israel¨ª hab¨ªa a?adido: "Quien no est¨¦ de acuerdo con esta posici¨®n m¨ªa con respecto a esta cuesti¨®n es muy libre de presentar la dimisi¨®n al Gobierno".

El viceprimer ministro ha decidido ignorar esta advertencia y, al firmar el comunicado egipcio-israel¨ª, ha puesto a Shamir y a los dem¨¢s ministros del Likud ante los hechos consumados.

Adoptando esta actitud, ?Peres precipita la crisis gubernamental? No est¨¢ del todo claro. Para anular el compromiso en favor de una conferencia internacional de paz, Shamir debe desautorizar a su ministro de Asuntos Exteriores por el Gabinete restringido, que detenta la responsabilidad de los asuntos de seguridad nacional y de pol¨ªtica exterior. En el seno de este Gabinete, los 10 ministros favorables al Likud est¨¢n equilibrados por los 10 ministros prolaboristas y, de esta manera, Shamir no podr¨¢, salvo imprevistos, conseguir un voto mayoritario contra Peres.

Sin opciones

Isaac Shamir no tiene otras opciones. Podr¨ªa abandonar el Gobierno de unidad nacional para provocar una crisis que hiciese inevitables nuevas elecciones, pero es arriesgado. Si el Likud abandona el Gobierno, no se excluye que Peres pueda formar un Gabinete de mayor¨ªa reducida con uno o varios partidos religiosos. De momento, Shamir ha rechazado comentar las declaraciones formuladas por Peres y se?al¨® prudentemente a los periodistas ayer por la tarde: "Ante todo, debo escuchar el informe de Peres".La crisis de Gobierno en Israel parece, as¨ª pues, aplazada por ahora, al menos hasta el momento en que se deba elaborar por todas las partes afectadas" -es decir, tambi¨¦n por Israel- la lista de palestinos que deben figurar en las negociaciones de paz. O hasta que los contactos con la Uni¨®n Sovi¨¦tica no hayan llevado a una eventual participaci¨®n de la URSS en la conferencia de paz.

Al parecer, a este respecto no se plantea que Mosc¨² restablezca previamente relaciones diplom¨¢ticas con Tel Aviv, ya que Mubarak y Peres se han puesto de acuerdo en que la URSS no debe ser humillada plante¨¢ndole condiciones previas y que el anuncio de la participaci¨®n de la URSS y la reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas entre Mosc¨² y Tel Aviv ser¨ªan hechas p¨²blicas simult¨¢neamente.