Las 'alas' de Comisiones Obreras
El d¨ªa en que Marcelino Camacho vio derrotada su propuesta de huelga general
El martes pasado, por primera vez, Marcelino Camacho vio derrotada en el seno de su propia organizaci¨®n una propuesta que ¨¦l mismo hab¨ªa apadrinado y defendido calurosamente. Y el martes, si no ir por primera vez, s¨ª como no se hac¨ªa desde tiempo atr¨¢s, en el consejo de CC OO afloraban las distintas tendencias del sindicato y se produc¨ªa un debate que, a pesar de la carga pol¨ªtica que conllevaba ten¨ªa un fuerte contenido sindical.
Marcelino Camacho hab¨ªa llegado al consejo confederal con una propuesta que hab¨ªa ganado -bien es verdad que por un solo voto- en la ejecutiva del sindicato. Unas semanas antes a nadie se le hubiera ocurrido pensar que una propuesta del secretario general iba a ser rechazada. Gerardo Iglesias, secretario general del PCE, hab¨ªa dado por convocada la huelga general en sus manifestaciones p¨²blicas diciendo que ¨¦sta se planteaba ya como una necesidad. Estaba la fecha fijada: el 30 de abril. Y se hab¨ªa preparado minuciosamente una escalada de conflictividad que concluir¨ªa en la convocatoria de paro general.Juli¨¢n Ariza, secretario de relaciones pol¨ªticas de CC OO y destacado dirigente de lo que se ha dado en llamar el ala carrillista del sindicato, fue uno de los primeros que se atrevieron a poner p¨²blicamente en cuesti¨®n la oportunidad de convocar una huelga general. ?l mismo subray¨® algunas de las incongruencias de la convocatoria: por una parte, una acci¨®n de esta envergadura s¨¦ estaba basando en el tope salarial del 5%, y a la vez, el mismo sindicato lanzaba el mensaje de que se estaban produciendo subidas salariales en torno al 7% sin demasiados problemas. Si esto era as¨ª, era muy dif¨ªcil justificar la huelga general, al menos en este tema. Si adem¨¢s el sindicato estaba lanzando el mensaje que el Gobierno hab¨ªa ido cediendo ante la presi¨®n en temas como los jornaleros o los estudiantes, no parec¨ªa justificado cambiar la estrategia.
Juli¨¢n Ariza no era el ¨²nico, ni se pod¨ªa circunscribir al sector carrillista la cr¨ªtica a una decisi¨®n tan importante. Otros sectores no alineados claramente en ninguna de las familias pol¨ªticas m¨¢s significativas, defend¨ªan que primero hab¨ªa que establecer la condiciones oportunas, el clima social que garantizara que la huelga no ser¨ªa un fracaso. Por que si no, era mejor mantener el tono de las protestas en ¨¢mbitos muy concretos.
Advertencias
Lo que para muchos iba a ser el ensayo de huelga general, las manifestaciones convocadas por CC OO en casi 40 localidades el 12 de marzo, demostr¨® que no era lo mismo la protesta puntual y concreta de un colectivo que la protesta general y solidaria sin objetivos concretos.El poder de convocatoria de CC OO se quebr¨® el pasado d¨ªa 12. Y algunos dirigentes sindicales volvieron a insistir en sus advertencias. Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla, secretario general de CC OO de Catalu?a, un hombre con s¨®lido prestigio en la organizaci¨®n, plante¨® una alternativa a la propuesta de Marcelino Camacho. En esencia se trataba de mantener el tono de las movilizaciones, concentrarlas en un per¨ªodo de tiempo relativamente corto y llevar a cabo lo que denomin¨® una movilizaci¨®n general en un d¨ªa a concretar, pero olvidando, de momento, la idea de huelga general. Por distintos caminos, gentes de distintas familias llegaban a la misma conclusi¨®n: la huelga general era un riesgo demasiado evidente para el futuro del sindicato.
L¨®pez Bulla perdi¨® su propuesta en la ejecutiva. Un solo voto hab¨ªa dado la victoria a las tesis de Marcelino Camacho. El martes, el secretariado de CC OO aborda la discusi¨®n sobre la posibilidad de la huelga general, con el antecedente de haber sido derrotada la ¨²nica alternativa presentada hasta ese momento. L¨®pez Bulla plantea su propuesta. Dicen que ha sido el debate m¨¢s intenso de CC OO. De las aproximadamente 160 personas presentes, 52 piden la palabra. Las tesis de Camacho son apoyadas por el sector gerardista y el de Ignacio Gallego. Otras voces, que dif¨ªcilmente pueden adscribirse a una opci¨®n pol¨ªtica, se unen a las propuestas de Camacho. Los carrillistas, los catalanes, otros considerados independientes, rechazan la posibilidad de huelga general e insisten en la precipitaci¨®n de la misma.
L¨®pez Bulla pide que se voten las dos propuestas. Ambas son similares, pero hay una diferencia fundamental: en la del secretario general de Catalu?a no aparece la huelga general. Juli¨¢n Ariza propone elaborar una sola propuesta de s¨ªntesis, advirtiendo que ¨¦l, en cualquier caso, aceptar¨¢ lo que decida democr¨¢ticamente el secretariado. Camacho rechaza estas posiciones y plantea que se vote cada una de ellas por separado. As¨ª se hace, y ambas ganan. Una obtiene 71 votos a favor, 62 en contra, y el resto, abstenciones. La otra, 72 votos a favor y 61 en contra.
Hay un momento de confusi¨®n en el que nadie sabe qu¨¦ ha sucedido o c¨®mo interpretar aquello; el consejo, para algunos, ha terminado, y recogen sus cosas sin entender exactamente qu¨¦ propuesta ha resultado vencedora. Finalmente se acepta que se voten las dos propuestas. Marcelino Camacho hace una ardorosa defensa de la huelga general y plantea casi como cuesti¨®n personal el que salga. Fue rechazada: la huelga general logr¨® 72 votos. La de L¨®pez Bulla, 73. Por un voto, las tesis de Camacho quedaban descartadas.
"Decisi¨®n l¨®gica"
Y mientras Adolfo Pi?edo, del partido de Santiago Carrillo, hablaba de "decisi¨®n l¨®gica", el PCE de Gerardo Iglesias, sin mencionar para nada que hasta ese momento hab¨ªa venido defendiendo la huelga general y que esa propuesta hab¨ªa sido rechazada, lanzaba un comunicado apoyando Ias inmovilizaciones acordadas por CC OO y acusando de manipulaci¨®n y amarillismo a los medios de comunicaci¨®n. La Prensa hab¨ªa coincidido en calificar de fracaso del PCE y de Camacho el rechazo a la huelga general.Al d¨ªa siguiente comparec¨ªan ante los informadores Marcelino Camacho, Antonio Guti¨¦rrez y Agust¨ªn Moreno para informar sobre la decisi¨®n adoptada en el consejo confederal. Ni L¨®pez Bulla ni nadie de los que hab¨ªan defendido las tesis triunfadoras se sentaba en la mesa con los periodistas.
Juli¨¢n Aria cruzaba apresurado el pasillo y saludaba r¨¢pidamente a los periodistas al t¨¦rmino de la conferencia de prensa. "Me alegra la decisi¨®n del consejo confederal. Y me alegra por el debate que se ha producido: eso indica que el sindicato est¨¢ vivo. No me alegro porque la propuesta de Marcelino Camacho haya sido derrotada".
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