Hacienda inspecciona a dos de los siete grandes bancos para identificar los saldos de las cuentas

La Inspecci¨®n de Hacienda est¨¢ investigando a dos de los siete grandes bancos espanoles para conocer las causas de los numerosos errores en la identificaci¨®n de las cuentas bancarias de los contribuyentes. Los datos facilitados por la banca contienen m¨¢s de 10 millones de errores de identificaci¨®n sobre un total de 80 millones de registros. Este alto porcentaje de fallos impide que la inspecci¨®n de esas operaciones econ¨®micas sea efectiva.La investigaci¨®n iniciada en dos grandes bancos: seg¨²n fuentes de Hacienda, no tiene un objetivo inicial sancionador. Se trata de realizar "un estudio minucioso para determinar las causas de tan elevado ¨ªndice de fallos en los saldos de las cuentas bancarias, que hace inoperativa la explotaci¨®n de estos datos". Los listados de ordenador de los dos bancos investigados no contienen mayor porcentaje de errores que el resto, porque lo que Hacienda pretende es no s¨®lo conocer los documentos nacionales de identidad de esos saldos an¨®nimos, sino tambi¨¦n otras informaciones de mayor trascendencia econ¨®mica, as¨ª como establecer un sistema que evite estas deficiencias en el futuro.

La Inspecci¨®n de Hacienda est¨¢ decidida a actuar con firmeza si se observara voluntariedad en esas lagunas a la hora de cumplir con la obligaci¨®n fiscal. De los 10 millones de registros bancarios que resultan imposibles de identificar s¨®lo son susceptibles de inspecci¨®n fiscal por su relevancia o cuant¨ªa tres o cuatro millones. Pero en la l¨®gica de que "quiz¨¢ los saldos no identificados sean los m¨¢s interesantes", la Inspecci¨®n de Hacienda se encuentra con las manos atadas porque carece de medios suficientes para reconstruir y personalizar esas cuentas bancarias.

Aunque el sigilo fiscal protege el nombre de los dos bancosinspeccionados, en medios bancarios se reconoce la existencia de fuerte malestar por parte de Hacienda y se cita al Vizcaya y al Hispano como las entidades con mayor n¨²mero de errores. El Hispano, seg¨²n fuentes del propio banco, tuvo problemas con las cintas de ordenador enviadas a Hacienda, que se las devolvi¨® para rehacer los datos.

Las entidades financieras, a pesar de la resistencia inicial que opusieron en base a la confidencialidad de las operaciones que realizan, est¨¢n obligadas a facilitar a Hacienda los saldos de sus cuentas propias y de clientes, seg¨²n la sentencia del Tribunal Supremo dictada el 24 de septiembre de 1985. Un a?o despu¨¦s, el Tribunal Constitucional rechaz¨® el recurso de amparo contra este fallo presentado por 116 bancos.

Una circular del Ministerio de Hacienda dictada el pasado mes de noviembre daba car¨¢cter general y prioritario a la investigaci¨®n de las cuentas bancarias, a la vez que alertaba a los inspectores sobre la conveniencia de conocer las primas de seguros.

Signos externos

Los planes de inspecci¨®n tributaria conceden gran importacia al cruce de los datos facilitados por la banca con los declarados por los contribuyentes. Los grandes bancos aglutinan lamayor parte de estas operaciones, y aunque no es previsible la existencia de grandes ocultaciones de renta, s¨ª pueden tener una relevancia cuantitativa para los ingresos del Tesoro. El fraude indivi dualizado suele ser mayor en lo, bancos medianos y peque?os, en los que la competencia para captar pasivo hace m¨¢s frecuente el pago de extratipos y otras remuneraciones, especiales que suelen permanecer ocultas. Recientemente, en uno de estos bancos los inspectores fiscales han descubierto la existencia de una caja B, o segunda contabilidad creada para reflejar operaciones que quedan ocultas al fisco.

El cruzado de datos mediante programa, de ordenador es la base de la actuaci¨®n de la Inspecci¨®n Financiera y Tributaria. De ellos se obtiene la selecci¨®n de contribuyentes a investigar como presuntos defraudadores. El Centro de Proceso de Datos de Hacienda tiene ya elaborada la base nacional de datos y un plan en marcha para comprobar las declaraciones de todos los contribuyentes con ingresos superiores a dos millones de pesetas anuales. Por otra parte, la implantaci¨®n del IVA ha ampliado el censo de empresarios hasta 1,8 millones y el de profesionales a 250.000. Las investigaciones de calle realizadas por los agentes tributarios, en las que realizan incluso el control de caja de negocios seleccionados como est¨¢ndar de un determinado nivel de ingresos, permite delimitar por aproximaci¨®n el n¨²cleo de posibles defraudadores.

Estos datos se contrastan con las declaraciones de renta y con listas de signos externos, importaciones de autom¨®viles, compras de objetos de lujo, etc¨¦tera, para determinar las personas o entidades a inspeccionar. Existen hasta 30 fuentes de informaci¨®n, aunque actualmente la m¨¢s importante es el sector inmobiliario". Tambi¨¦n Hacienda est¨¢ interesada en conocer los usuarios de las tarjetas de cr¨¦dito oro.

La punta del iceberg

El resultado de esta labor, seg¨²n Hacienda, permite detectar un fraude que no es espectacular en la mayor¨ªa de los casos, pero que representa el mayor porcentaje de las rentas ocultas y que suponen otro tanto como las declaradas. El grueso lo componen aquellos -empresarios y profesionales, principalmente- que declaran 700.000 pesetas al a?o y que ganan cinco o seis millones.

El plan de investigaci¨®n de grandes fortunas se ha visto retrasado por los planes de inspecci¨®n del IVA. Todav¨ªa se trabaja en la confecci¨®n del censo espec¨ªfico de grandes patrimenlos, balances de las mayores empresas y contribuyentes con ingresos muy elevados.