Un servicio menos p¨²blico

En lo que parece un mero juego de palabras radicar¨¢ la controversia entre el Gobierno y los principales grupos de la oposici¨®n en tomo a la televisi¨®n privada. Aunque para unos y otros no es un asunto balad¨ª, dado que en ese juego radican los principios filos¨®ficos de cada cual. El Gabinete socialista consagra en su proyecto de ley que la televisi¨®n en general, p¨²blica o privada, es un "servicio p¨²blico", mientras que Alianza Popular sostiene que los servicios que ¨¦sta presta son de "inter¨¦s p¨²blico", pero nada m¨¢s.Los autores conservadores del proyecto de ley aseguran que si el concepto de libertad no es aceptado por los socialistas el acuerdo es del todo imposible. "El derecho a informar es un derecho de la sociedad y no del Estado. ?ste es el principio fundamental para nosotros, aunque sobre otros aspectos estamos dispuestos a negociar", deja sentado el portavoz del Grupo Popular, Juan Ram¨®n Calero.

Los responsables socialistas no est¨¢n dispuestos a ceder en ese punto, dado que tambi¨¦n para ellos es un principio fundamental la consideraci¨®n que se da de servicio p¨²blico a la televisi¨®n. El debate a la totalidad previsto para la pr¨®xima semana es previsible que se retrase dado que el plazo de presentaci¨®n de enmiendas, que termin¨® ayer oficialmente, se ampl¨ªa hasta el 22.

AP concibe la televisi¨®n como instrumento de comunicaci¨®n que al igual que la radio y la prensa debe ser un medio independiente". Los legisladores populares conbsideran que los servicios que estos medios prestan son de inter¨¦s p¨²blico pero no son, en modo alguno, un servicio p¨²blico.

De ah¨ª que el principio te¨®rico del que parten para la regulaci¨®n de la televisi¨®n privada es el del reconocimiento de la libertad para constituir empresas de televisi¨®n, sin m¨¢s l¨ªmites que los establecidos en el art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n, adem¨¢s de las condiciones t¨¦cnicas.