Barbie abandona su juicio tras declararse "reh¨¦n"
ENVIADO ESPECAL, El juicio contra Klaus Barbie, el carnicero de Ly¨®n, va a seguir a partir de ahora sin su primer actor. El acusado, despu¨¦s de ser interrogado por el presidente del tribunal sobre su biograf¨ªa, pidi¨® permiso para leer una declaraci¨®n escrita y anunci¨® su intenci¨®n de retirarse del juicio. "Soy v¨ªctima de una detenci¨®n ilegal, de un secuestro", dijo. "El Tribunal Supremo de Bolivia est¨¢ examinando ahora mi demanda sobre el caso. Soy ciudadano boliviano y, a pesar del respeto que me merece el tribunal, si estoy aqu¨ª es porque he sido transferido a la fuerza. Le pido que ordene mi traslado a la c¨¢rcel de San Jos¨¦".
El interrogatorio biogr¨¢fico, iniciado a ¨²ltima hora del martes, pudo llevar el t¨ªtulo de Cuando los grandes criminales eran ni?os, y permiti¨® a Barbie ofrecer una imagen de buen muchacho, casi de boy scout, hasta su ingreso en las SS, y de polic¨ªa obediente y disciplinado en el resto de su actuaci¨®n hasta el a?o 1945. "No tengo ning¨²n odio contra las minor¨ªas y soy partidario de la integraci¨®n", asegur¨®. "En Bolivia no hab¨ªa diferencias entre jud¨ªos, ¨¢rabes, franceses o alemanes. Todos hac¨ªan negocios y ten¨ªan relaciones entre ellos y no hab¨ªa ning¨²n problema. A eso le llamo yo integraci¨®n", contest¨® cuando el presidente del tribunal se interes¨® por este concepto.Pero Barbie realiz¨® ayer la operaci¨®n de blanqueo de su actuaci¨®n pol¨ªtica durante toda su vida sin claudicar en ning¨²n momento de sus ideas. "Los extranjeros no se met¨ªan en los asuntos internos de Bolivia", aclar¨®. Quien quiso pudo entender que el comportamiento de los gitanos, los jud¨ªos y los eslavos era distinto respecto a los asuntos internos de la Gran Alemania so?ada por Hitler y sus partidarios. Por si cab¨ªa alguna duda, Barbie se explic¨® con claridad meridiana al ser preguntado sobre sus desacuerdos con algunos dirigentes nazis: "Los SS ¨¦ramos adversarios de gente del partido como Martin Bormann, que ten¨ªan puestos importantes y se aprovechaban para enriquecerse. Traicionaron la idea nacional socialista. Los SS ¨¦ramos socialistas, no marxistas, sino nacionalistas. El partido se llamaba Partido Obrero Nacional Socialista. El socialismo significa camarader¨ªa, y ellos no eran socialistas".
En toda la narraci¨®n autobiogr¨¢fica, Barbie hizo gala de una memoria prodigiosa. Cit¨® fechas exactas y numeraci¨®n de documentos. Pero utiliz¨® sus explicaciones para intentar salpicar a diestro y siniestro. Acus¨® a los servicios de contraespionaje norteamericanos de haber secuestrado a su hijo y de haberle sometido a chantaje; al ex ministro boliviano del Interior Gustavo S¨¢nchez, de un intento de secuestro en 1972 y de haberle secuestrado -en 1983, cuando fue expulsado de Bolivia; a los medios de comunicaci¨®n, de realizar una campa?a de insultos y de desprestigio; a los cazadores de nazis Serge y Beate Klarsfeld, de haberle arruinado su negocio mar¨ªtimo y su vida.
A diferencia de los abogados, Barbie no alz¨® nunca el tono de voz, que s¨®lo se quebr¨® un poco cuando fue interrogado sobre su hijo, fallecido en 1981, en un accidente durante un vuelo en ala delta.
Poco despu¨¦s de las cuatro de la tarde, justo al terminar la descripci¨®n de su vida ejemplar, Barbie realiz¨® la declaraci¨®n: "Mi expulsi¨®n fue una infracci¨®n de la Constituci¨®n boliviana, del derecho nacional e internacional. Me considero un reh¨¦n y no un detenido. Me encuentro aqu¨ª forzado por la actuaci¨®n de un hombre, Gustavo S¨¢nchez, que adem¨¢s quiere presentarse aqu¨ª como testigo". Antes de reafirmarse en su intenci¨®n de abandonar la sala, a?adi¨®: "A pesar del clima de venganza y de linchamiento, de la campa?a de insultos desarrollada contra m¨ª, conf¨ªo a mi abogado la defensa de mi honor, de la ley y de la justicia".
Acusado de cobard¨ªa
Despu¨¦s de que se apagara la ola de murmullos que invadi¨® la sala, Barbie tuvo que escuchar de boca de los abogados una nueva acusaci¨®n: la de cobard¨ªa. Luego la repiti¨® tambi¨¦n el fiscal: "Este hombre no soporta aceptar un nombre de tan penoso recuerdo como Barbie, y ahora no soporta tampoco mirar a los ojos de sus v¨ªctimas ni el interrogatorio sobre sus proezas de polic¨ªa nacionalsocialista". "Hace m¨¢s de 40 a?os era un nazi triunfante; ahora es un nazi vergonzante", a?adi¨® el fiscal.El defensor, Jacques Verg¨¦s, m¨¢s nervioso que de costumbre, levant¨® la voz e hizo revolotear la toga para defenderse a s¨ª mismo: "Tengo el honor de defender a un hombre solo, acosado por todos" dijo. Uno de los acusadores le respondi¨® que su honor era todav¨ªa mayor: "Defiendo a seis millones de sombras que perecieron en los campos de exterminio".
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