La inteligencia de un int¨¦rprete

Despu¨¦s del concierto 3.000 de la ONE, el Ayuntamiento de Madrid present¨® en el Teatro Real a la Orquesta Sinf¨®nica de Euskadi con el pianista bilba¨ªno Joaqu¨ªn Ach¨²carro y bajo la direcci¨®n del maestro alem¨¢n Matthias Kunstzsch (Karlsruhe, 1935). Se dedic¨® una peque?a atenci¨®n al donostiarra Jos¨¦ Mar¨ªa Usandizaga, en el centenario de su nacimiento, con dos fragmentos de su ¨®pera m¨¢s c¨¦lebre, Las golondrinas (preludio y pantomima), que Kunstzsch demostr¨® entender a medias a pesar de su aparente sencillez.Joaqu¨ªn Ach¨²carro estuvo a la altura de su prestigio y de su fama en el Concierto en sol para piano y orquesta, del vasco-franc¨¦s Mauricio Ravel. Nada escapa a la inteligencia de este int¨¦rprete, ni en las calidades sonoras ni en el plan arquitectural, din¨¢mico y expresivo ni en la vivacidad r¨ªtmica de la obra raveliana, a la que el pianista a?ade buena dosis de imaginaci¨®n personal.

No es muy grande la del director alem¨¢n, cuya tosquedad de concepto qued¨® patente en la colaboraci¨®n con Ach¨²carro y, todav¨ªa m¨¢s, en una lectura de la Sinfon¨ªa pastoral, de Beethoven, que ten¨ªa m¨¢s de administraci¨®n que de interpretaci¨®n.

Lo que era para Ravel, precisamente, el milagro beethoveniano, es tambi¨¦n la m¨¢s dif¨ªcil de sus sinfon¨ªas. Una exposici¨®n como la de la Escena junto al arroyo, lograda por la suma premiosa de comp¨¢s tras comp¨¢s, produce resultados fatigantes.

Ha sido ¨¦sta la m¨¢s deslucida actuaci¨®n escuchada a la orquesta Sinf¨®nica de Euskadi, agrupacion en marcha ascendente hasta la fecha, dotada de un rico y flexible poder expresivo que anteanoche parec¨ªa sometido por el director a un tratamiento ortop¨¦dico.