"Ir a Europa para superar la diferencia"
La tormenta que para cualquier partido supone el inicio de una campa?a electoral se ha convertido en cicl¨®n para el Partido Dem¨®crata Popular (PDP), y Javier Rup¨¦rez se ha situado exactamente en el ojo del hurac¨¢n de su propia formaci¨®n pol¨ªtica. Doce horas antes de iniciarse la campa?a, el presidente del PDP, ?scar Alzaga, anunci¨® que abandonaba la presidencia, y ser¨¢ Rup¨¦rez, vicepresidente de la formaci¨®n democristiana, quien asuma interinamente la direcci¨®n del grupo. Si a ello se suman las tensiones de d¨ªas anteriores ante la negativa de varias entidades financieras para otorgar cr¨¦ditos al PDP y las duras intrigas internas, consustanciales en cualquier situaci¨®n de crisis en la derecha, puede explicarse que Rup¨¦rez, con la campa?a ya comenzada, no sepa con exactitud ni siquiera a d¨®nde dirigir¨¢ sus pasos para predicar la buena nueva europea.La presidencia interina de la familia democristiana no parece disgustarle demasiado y alguien a su lado apostilla que se ha convertido en "un candidato ascendido".
Confiesa que ten¨ªa proyectada una campa?a e?n autob¨²s por buena parte de Espa?a, pero a estas alturas, en medio del cicl¨®n econ¨®mico y pol¨ªtico, admite que "lo m¨¢s probable es que salga algo, pero que me centre fundamentalmente en Castilla-La Mancha". Ayer mismo por la ma?ana los servicios de prensa del PDP preparaban un itinerario para el candidato, con saltos en avi¨®n a Baleares, Canarias, Andaluc¨ªa y otros puntos de Espa?a, pero confesaban que "esta misma ma?ana habr¨¢ que hacer cuentas y ver si nos llega el dinero".
Rup¨¦rez, de 46 a?os, viudo, diplom¨¢tico de carrera, embajador de Espa?a ante las Comunidades Europeas entre 1980 y 1982 y luego ante la OTAN (1982-1983), es un candidato doblemente singular, porque pretende acceder a Estrasburgo y a la capitalidad manchega porque simultanea su condici¨®n de candidato a la autonom¨ªa de Castilla-La Mancha.
Cuando se le apunta la posibilidad de no salir elegido y las consecuencias que ello tendr¨ªa para su propio partido y para su liderazgo al frente de la formaci¨®n democristiana, asegura que "hay posibilidades de conseguir el esca?o porque hay un tanto por ciento muy elevado de indecisos".
Dice tambi¨¦n que sus socios europeos le han expresado sin titubeos la solidaridad pol¨ªtica y reconoce que el no salir elegido "no ser¨ªa una noticia agradable" para los democristianos europeos, pero insiste en que cualquiera que sea el resultado "esto sigue adelante".
Una campa?a did¨¢ctica
Javier Rup¨¦rez quiere explicar tres cosas fundamentales en su campa?a: "En primer lugar, qu¨¦ es el Parlamento Europeo y para qu¨¦ sirven sus instituciones, porque el desconocimiento de los ciudadanos es enorme". Su segundo mensaje consistir¨¢ en razonar "sobre el sentido de la inserci¨®n de Espa?a en Europa, que para m¨ª es la superaci¨®n de la diferencia. Hay que enterrar definitivamente el eslogan del franquismo de que Espa?a es diferente, porque en el fondo s¨®lo quer¨ªa decir que como aqu¨ª hay m¨¢s sol tenemos menos democracia". Rup¨¦rez matiza que esto no significa que seamos "iguales que los daneses, por ejemplo, pero que en t¨¦rminos de comportamiento social y pol¨ªtico no tiene por qu¨¦ haber diferencias sustanciales".
Por fin, apuntar¨¢ a su propio partido para explicar a los ciudadanos que "en la no diferencia ofrecemos, adem¨¢s, un esquema de adhesi¨®n a fuerzas pol¨ªticas reconocidas y solventes", y a?ade que "no hay raz¨®n para que una familia que representa tanto en Europa no tenga una correspondencia en Espa?a".
Rup¨¦rez no tiene inconveniente en admitir que en las ¨²ltimas horas ha estado a punto de abandonar. "Hab¨ªa un razonamiento f¨¢cil: puesto que asumo la presidencia interina del partido, dejo la candidatura; pero me he impuesto el contrario, puesto que asumo la presidencia, me presento porque hay que transmitir ¨¢nimos".
No habr¨¢ carteles electorales con su efigie prematura y abundantemente encanecida, porque "desde el punto de vista publicitario estamos fuera de mercado", aunque, pese a todo, afirma que me siento con ganas y con fuerzas porque no hago pol¨ªtica como estrategia, sino como transmisi¨®n de convicciones".
Cuando se le apunta que su momento pol¨ªtico es casi una situaci¨®n l¨ªmite y se le sugiere una comparaci¨®n con el secuestro que sufri¨® a manos de ETApm, permanece un momento pensativo y apostilla: "S¨ª, yo he sufrido dos secuestros: el de ETA y el del 23-F. Algunas cicatrices tengo por ah¨ª, pocas... pero la verdad es que no me han afectado en cuanto a mis planteamientos".
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