Albert Hoffman, el hombre que descubri¨® la LSD
El cient¨ªfico suizo particip¨® en un seminario de la Universidad Men¨¦ndez Pelayo sobre drogas
Albert Hoffman naci¨® en 1906 en la ciudad suiza de Baden. Tiene, por tanto, 81 a?os, pero aparenta no haber llegado ni a la edad de la jubilaci¨®n. Estudi¨® qu¨ªmica en la universidad de Z¨²rich, y en 1929 entr¨® a trabajar en los laboratorios Sandoz de Basilea, en el departamento de investigaci¨®n. En 1943, mientras trabajaba en su laboratorio, sin saber por qu¨¦, empez¨® a sentir una sensaci¨®n extra?a. "Estaba en otra realidad, los colores cambiaban...", sin querer hab¨ªa ingerido la sustancia con la que estaba trabajando, la dietilamida del ¨¢cido lis¨¦rgico, m¨¢s conocida como LSD. Hoffman ha estado la semana pasada en Cuenca participando en un seminario de la Universidad Men¨¦ndez Pelayo titulado Qu¨ªmica y ritual.
"En realidad, la primera vez que sintetic¨¦ la LSD fue en 1938. En aquel momento, Sandoz estaba interesada en los principios activos de las plantas medicinales, y yo trabajaba con el cornezuelo del centeno, un hongo parasitario que crece en el centeno y que contiene much¨ªsimos tipos de sustancias qu¨ªmicas. Es el que produjo la peste negra y tambi¨¦n lo usaban las comadronas para parar las hemorragias despu¨¦s del parto. Uno de entre los muchos alcaloides que contiene afecta al ¨²tero de la mujer, produce contracciones y se usa hoy d¨ªa, sintetizado, para parar la hemorragia posparto"."Nosotros quer¨ªamos aislar los principios activos de este hongo para poder aplicar luego la dosis exacta, y yo consegu¨ª producir uno de esos alcaloides, al que llamamos Methergin, y que sigue us¨¢ndose ahora rutinariamente en los hospitales. Fue mi primera s¨ªntesis en laboratorio. Pero para producir este compuesto deb¨ªamos conseguir ¨¢cido lis¨¦rgico, que es el n¨²cleo com¨²n de todos estos alcaloides del cornezuelo. Desarrollamos un procedimiento para producirlo sint¨¦ticamente, lo que nos permit¨ªa conseguir cualquier derivado del ¨¢cido lis¨¦rgico".
"Fue entonces cuando produje diet¨ªlamida del ¨¢cido lis¨¦rgico, es decir, LSD. En realidad yo estaba intentando conseguir un anal¨¦ptico, es decir, una sustancia estimulante del sistema circulatorio. Se prob¨® en animales y no funcion¨®. La empresa consider¨® que la LSD no estimulaba el sistema circulatorio, y fue abandonado. Ya no se hicieron m¨¢s pruebas hasta que en 1943 volv¨ª a hacer la s¨ªntesis y consegu¨ª de nuevo la dietilamida del ¨¢cido lis¨¦rgico".
"Estaba en mi laboratorio y empec¨¦ a sentirme de una manera extra?a, ciertamente extra?a. No hab¨ªa tomado nada, imagino que algo debi¨® quedar en mis dedos. De pronto, me encontr¨¦ en otra realidad, sent¨ªa algo extra?o, los colores hab¨ªan cambiado, la habitaci¨®n hab¨ªa cambiado, m¨ª humor hab¨ªa cambiado, y ten¨ªa la impresi¨®n de que mi propia personalidad hab¨ªa cambiado, y al cerrar los ojos empec¨¦ a tener bell¨ªsimas fantas¨ªas, im¨¢genes...".
?Fue un buen viaje?
"S¨ª, por supuesto; pero no sab¨ªa a qu¨¦ se deb¨ªa, y sospech¨¦ que podr¨ªa ser la LSD con la que hab¨ªa estado trabajando, por lo que decid¨ª hacer un experimento. Tom¨¦ un cuarto de miligramo de esa sustancia, una cantidad m¨ªnima, realmente muy peque?a; de hecho, no hay ning¨²n preparado que produzca ning¨²n efecto con un cuarto de miligramo. Incluso tuve la idea de aumentar la dosis, pero prefer¨ª ser prudente".
Cinco veces la dosis
"Result¨® que era cinco veces la dosis debida. La dosis normal es 0,05 miligramos, y yo, para mi primer viaje, hab¨ªa tomado cinco veces m¨¢s. Fue una experiencia terrible, un mal viaje. Todo cambi¨®, y tuve la sensaci¨®n de que hab¨ªa abandonado mi cuerpo, estaba en el espacio y pod¨ªa ver mi cuerpo all¨ª, y pens¨¦: tal vez te has vuelto loco, o a lo mejor ya est¨¢s muerto. Fue realmente terrible, porque segu¨ªa consciente de mi situaci¨®n y de la realidad cotidiana al mismo tiempo"."Despu¨¦s de cinco o seis horas volv¨ª de nuevo a la normalidad, y entonces realmente me lo pas¨¦ muy bien. Disfrut¨¦ con la sensaci¨®n de haber vuelto a nacer. Volver de un mundo muy extra?o y encontrarme con el mundo cotidiano y familiar. Experiment¨¦ la belleza de nuestro mundo cotidiano, real. Todas esas cosas que uno no valora en estado normal me parec¨ªan bell¨ªsimas, me di cuenta de lo bonito que es nuestro mundo, y estaba realmente feliz. Y as¨ª fue, c¨®mo descubr¨ª la LSD".
Hoffman se dio cuenta enseguida de la importancia de su descubrimiento y de sus posibles aplicaciones en psiquiatr¨ªa. Tras hacer un informe sobre su experiencia, la compa?¨ªa Sandoz decidi¨® distribuirlo entre m¨¦dicos especializados, y a lo largo de los a?os cincuenta y sesenta aparecieron gran cantidad de estudios en el campo psiqui¨¢trico.
?Estaba usted al corriente del surgimiento de la cultura de la droga, del uso que se estaba dando a su descubrimiento?
"Por supuesto que estaba al corriente. Inmediatamente tuve problemas, porque estas sustancias, estas drogas, al igual que las drogas sagradas, ten¨ªan que usarse con gran cuidado. As¨ª lo entend¨ªan los indios. S¨®lo el shaman pod¨ªa usarlo y ten¨ªa que estar preparado. Los indios cre¨ªan que si uno inger¨ªa el hongo y no estaba limpio, se volv¨ªa loco o el hongo pod¨ªa matarlo. Pero los hippies, y la gente en general, tomaban el LSD en cualquier lugar, en una discoteca, sin estar preparados en absoluto, y entonces pas¨¦ lo que los indios ya sab¨ªan, la gente se volv¨ªa loca, neur¨¢tica acababa en hospitales, en cl¨ªnicas psiqui¨¢tricas, y yo tuve problemas. '?ste ha descubierto una droga sat¨¢nica', dec¨ªan".
Retirado del mercado
Sin embargo, estos problemas no afectaron a su trabajo. Hoffman sigui¨® siendo el jefe del departamento de investigaci¨®n farmacol¨®gica de Sandoz, pero las esperanzas que hab¨ªa puesto en las propiedades de la LSD en el campo psiqui¨¢trico se desvanecieron. "Sucedi¨® lo que sucedi¨® Sandoz hab¨ªa distribuido LSD a muchos m¨¦dicos e instituiciones para experimentaci¨®n, y tuvo que parar inmediatamente la distribuci¨®n debido al abuso y mal uso que se hab¨ªa hecho de la LSD".?Qu¨¦ sabe usted del uso que la CIA hizo de la LSD?
"S¨¦ que lo usaron; s¨ª, la CIA. Se lo dieron a gente incluso sin que ¨¦sta lo supiera. Les interesaba como suero de la verdad, pero tambi¨¦n como arma. A finales de los cincuenta, agentes militares del laboratorio de la Armada en Maryland vinieron a mi laboratorio a pedirme c¨®mo se podr¨ªan conseguir grandes cantidades de LSD. No era posible, al menos en las cantidades que ellos quer¨ªan; s¨®lo pod¨ªamos producir tal vez algunos cientos de gramos. Es necesario partir del cornezuelo, y la Armada norteamericana estaba interesada en producir toneladas".
?Quiere usted decir que sigue siendo necesario partir del cornezuelo para obtener LSD?
"Si, pero hay que tener en cuenta que, al ser la dosis necesaria tan peque?a, se puede considerar que toda la droga que pueda haber en el mercado negro no son m¨¢s que unos cientos de gramos. Hasta 1970 se pod¨ªa comprar libremente ¨¢cido lis¨¦rgico a los laboratorios farmac¨¦uticos y con ello producir LSD. En esa fecha se proh¨ªbe la venta, pero los laboratorios clandestinos no tienen m¨¢s que comprar alg¨²n compuesto que contenga ¨¢cido lis¨¦rgico, como el Methergin".
?Conoci¨® usted a Aldous Huxley y sus experiencias con drogas alucin¨®genas?
"Le conoc¨ª en 1960, me llam¨® y me invit¨® a comer. Yo ya conoc¨ªa su libro sobre la mescalina Las puertas de la percepci¨®n, que fue publicado en 1954. Cuando lo le¨ª me dije: fant¨¢stico, describe maravillosamente la experiencia que tuve. La ¨²nica diferencia es que necesitas una dosis 10.000 veces mayor de' mescalina para conseguir los efectos. Cient¨ªficamente esto es muy importante,porque significa que la LSD es mucho m¨¢s espec¨ªfica".
"Volv¨ª a verle poco antes de su muerte, en 1963. Estaba escribiendo una novela, La isla, en la que hac¨ªa referencia a un tipo de droga, que era la LSD, para usarla antes de morir para facilitar la transici¨®n. Cuando Huxley entr¨® en, el tramo final de su enfermedad, que era doloros¨ªsima, y ya no pod¨ªa hablar, escribi¨® en un papel: "0,1 miligramo de LSD", y se lo dio a su mujer. Ella le dio una inyecci¨®n con esa cantidad de LSD y muri¨®. Su mujer me envi¨® una copia de este papel".
?Sigue usted tomando LSD?
"Oh, tomaba, pero no, ya no tomo; creo que la ¨²ltima vez que tom¨¦ fue en 1972. La gente me pregunta: 'Por qu¨¦ no lo usa usted?', y yo les contesto: 'Porque ya entend¨ª el mensaje de la LSD, no considero necesario que me lo repita'. Mi mente ya est¨¢ abierta, no necesito abrirla de nuevo".
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