Una regi¨®n condicionada a grandes empresas p¨²blicas
En Asturias, el Gobierno socialista de Pedro de Silva concluye su mandato con logros desiguales. Se le reconoce diligencia y eficacia en la gesti¨®n administrativa, pero desde la oposici¨®n se le reprocha "sucursalismo" respecto al Gobierno de la naci¨®n.El Ejecutivo regional ha logrado avances importantes en la dotaci¨®n de servicios, obras, mejora de las comunicaciones interio res y pol¨ªtica progresiva de reequilibrio de la Asturias del oriente y del occidente (eminentemente agraria y ganadera) respecto a la zona central de la regi¨®n, con predominio del sector industrial y de servicios, pero sigue pendiente una mejora de lo accesos a Asturias y sus salidas hacia el exterior.
La acusaci¨®n de sucursalismo es tanto m¨¢s insistente en tanto que el gran peso de la econom¨ªa regional reposa en sectores industriales b¨¢sicos en recesi¨®n y con fort¨ªsimo predominio del sector p¨²blico, por tanto dependientes de las directrices comunitarias y de las decisiones del INI y del Ministerio de Industria.
Las peculiares circunstancias de la regi¨®n (con fuerte implanta ci¨®n de los sectores l¨¢cteo, minero y sider¨²rgico) la hacen especialmente sensible a la incorporaci¨®n de Espa?a a la Comunidad Europea. El Gobierno regional ha desarrollado una importante pol¨ªtica comunitaria, pero sus logros (acceso a cuatro de los fondos estructurales de la comunidad y pr¨®xima aprobaci¨®n de una operaci¨®n integrada en desarrollo y un plan nacional de inter¨¦s comunitario) a¨²n no se han materializado.
Otro de los objetivos b¨¢sicos de la gesti¨®n socialista ha sido la creaci¨®n de instrumentos ruglu nales de promoci¨®n industrial y empresarial. La oposici¨®n consi dera que hasta ahora han sido un fracaso y la derecha a?ade que no se ha sabido crear un clima favorable a la inversi¨®n privada.
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