'Caf¨¦ para todos", pero no igual cantidad
J. P./ C. G. Manuel Clavero fue el primero que habl¨® del caf¨¦ para todos y Rodolfo Mart¨ªn Villa trabaj¨® en el dise?o del actual mapa auton¨®mico. Ambas decisiones, adoptadas cuando los dos eran dirigentes de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), ten¨ªan por objeto equilibrar el peso de Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco en el conjunto de Espa?a. Hoy, todas las autonom¨ªas toman caf¨¦, pero no todas en igual cantidad o con el mismo aroma.
Para empezar, el 77,5% de los presupuestos auton¨®micos est¨¢n en manos de Andaluc¨ªa, Catalu?a, Galicia y el Pa¨ªs Vasco -las cuatro que accedieron al autogobierno por la v¨ªa r¨¢pida- y de otras dos, Canarias y la Comunidad Valenciana, que han alcanzado niveles semejantes a los anteriores por medio de leyes org¨¢nicas espec¨ªficas. A¨²n m¨¢s especial es el caso de Navarra, que por razones hist¨®ricas disfruta de una situaci¨®n econ¨®mica y fiscal excepcional.
La otra Espa?a est¨¢ formada por las 10 comunidades restantes. Esas autonom¨ªas tampoco tienen una situaci¨®n financiera despreciable: manejan este a?o 459.434 millones de presupuesto ordinario, cuando hace cuatro a?os la mayor¨ªa part¨ªa de cero. Al haber completado durante este per¨ªodo las transferencias que les correspond¨ªan, se ha producido un cambio importante en su situaci¨®n. De todos modos, entre las 10 no alcanzan todav¨ªa el presupuesto de la comunidad m¨¢s grande, Andaluc¨ªa, que cuenta con 670.000 millones.
La complejidad del mapa auton¨®mico, al margen del diferente volumen presupuestario y competencial, se acrecienta con la persistencia de la organizaci¨®n provincial y de las diputaciones.
Las comunidades uniprovinciales, aunque en su mayor¨ªa carezcan de tradici¨®n auton¨®mica, parten de una triple ventaja: exist¨ªan como territorio delimitado, han heredado el aparato administrativo de las diputaciones y ten¨ªan v¨ªnculos estrechos con los diferentes municipios. "Es una buena f¨®rmula y funciona aceptablemente, salvo en algunos casos, por errores de gesti¨®n o por caos pol¨ªtico", seg¨²n afirma el ministro de Administraci¨®n Territorial, Joaqu¨ªn Almunia.
Mayores dificultades se presentan en algunas comunidades pluriprovinciales (Castilla y Le¨®n, por ejemplo), d¨®nde hay problemas de identidad regional por la pervivencia del hecho provincial. Las diputaciones se resisten a ceder competencias o a rendir cuentas al Gobierno regional. Esta pugna, a¨²n no resuelta en la mayor¨ªa de las comunidades, produce conflictos y duplicidades onerosas.
Francisco Tomey es uno de los hombres que observan los toros desde el ruedo. Presidente de la* Diputaci¨®n de Guadalajara, en una comunidad gobernada por socialistas, asegura que su partido se opondr¨¢ a la desaparici¨®n de las diputaciones. "Defenderemos a ultranza la provincia y sus instituciones representativas", subraya este dirigente de la derecha que, adem¨¢s, es el responsable auton¨®mico de Alianza Popular.
Otro ilustre castellanomanchego, Javier Rup¨¦rez, candidato, por el Partido Dem¨®crata Popular (PDP) al Parlamento regional, critica el funcionamiento, cesarista" de algunas autonom¨ªas, "que parecen estaditos"; aunque a?ade: "Francamente, no veo posible un paso atr¨¢s en la organizaci¨®n auton¨®mica".
El problema de las diputaciones se acrebienta en los archipi¨¦lagos. Dos comunidades de signo pol¨ªtico distinto -socialista la de Canarias, conservadora la balear- no han logrado resolver el insularismo, que se resiste a la coordinaci¨®n regional.
Las dificultades de asentamiento de las autonom¨ªas no se circunscriben a las diputaciones, sino que la pugna de poder se extiende a los grandes municipios cuando en ¨¦stos se re¨²ne la mayoiparte de la poblaci¨®n de las comunidades. Zaragoza, Palma de Mallorca o Madrid son ejemplos claros. As¨ª, el presupuesto consolidado del Ayuntamiento de Madrid (140.000 millones de pesetas) pisa los talones al de la Comunidad (170.000 millones).
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