La haza?a de Rust

Le escribo a prop¨®sito de lo que viene conocido en la Prensa como la crisis de la avioneta.

Ahora, si de una parte nos parece la suya nada m¨¢s que una sencilla chiquillada (si hubiera sido un esp¨ªa, no se le habr¨ªa ocurrido aterrizar en la mism¨ªsima plaza Roja de Mosc¨²; el hacerlo as¨ª demuestra claramente que lo ¨²nico que pretend¨ªa era sentar el precedente, o si se quiere, que se le riera la gracia), de otra parte hay que reconocer en su gesto, si hubiera tenido una sensata respuesta por parte de los sovi¨¦ticos, uno de los m¨¢s hermosos intentos de distensi¨®n.

Frente a tanta ciega incomprensi¨®n, yo me pregunto: ?qu¨¦ hubiera pasado si en lugar de aterrizar Rust en la plaza Roja hubiera aterrizado en la plaza Mayor de Madrid, en la place Concorde, en la plaza del Vaticano, etc¨¦tera? O sea, ?c¨®mo habr¨ªa reaccionado frente a esta haza?a juvenil un Gobierno democr¨¢tico? Se supone el l¨®gico colapso del tr¨¢fico, la defensa a ultranza que tendr¨ªa que hacer el joven piloto de sus fans, etc¨¦tera. Pero ?c¨®mo habr¨ªa reaccionado un Gobierno occidental?

Por mi parte, pedir¨ªa a la Prensa que se empezara una encuesta sobre este caso, pregunt¨¢ndonos cu¨¢l ser¨ªa su suerte en un Gobierno democr¨¢tico. A las asociaciones pacifistas les propondr¨ªa una campa?a de apoyo a este chico que tanto ha hecho por la distensi¨®n. Los europeos que amamos la paz no podemos abandonar a este chico, que no ha hecho m¨¢s que manifestar su esp¨ªritu de libertad-