Las unidades de intervenci¨®n r¨¢pida del Ej¨¦rcito se formar¨¢n exclusivamente con voluntarios
Las unidades de intervenci¨®n r¨¢pida o combatientes del Ej¨¦rcito de Tierra -Legi¨®n, Brigada Paracaidista, Fuerzas Aerom¨®viles del Ej¨¦rcito de Tierra (FAMET) o Compa?¨ªas de Operaciones Especiales (COE) estar¨¢n formadas ¨ªntegramente por voluntarios especiales que firmar¨¢n un contrato de permanencia de 18 meses, ampliables a tres a?os, seg¨²n fuentes del Estado Mayor del Ej¨¦rcito. El principal objetivo del Ej¨¦rcito consiste en superar la desarticulaci¨®n que padece esta instituci¨®n a ra¨ªz del profundo proceso de modernizaci¨®n que experimenta, que es el m¨¢s amplio de los tres Ej¨¦rcitos.
La estructura operativa del Ej¨¦rcito de Tierra quedar¨¢ formada por las Unidades de Intervenci¨®n R¨¢pida, de un lado, y por las unidades normales. Las primeras deben estar dotadas de medios para poder desplazarse en s¨®lo 12 horas a cualquier punto conflictivo, incluidas zonas fuera de las fronteras nacionales, c¨®mo puede ser el norte de ?frica. Entre estas unidades figuran las ya mencionadas, y puede un¨ªrsele la Brigada Motorizada 23, con base en Viator (Almer¨ªa).A las Unidades de Intervenci¨®n R¨¢pida ser¨¢n destinados exclusivamente soldados del denominado voluntariado especial de la clase A, que cobrar¨¢n 24.600 pesetas los primeros meses y unas 50.000 el resto. La mayor¨ªa de estos soldados pasar¨¢ unos primeros meses de formaci¨®n en los campamentos de Valdespartera (Zaragoza) y Rabasa (Alicante). En esos mismos campamentos pasar¨¢n los primeros meses de formac¨ª¨®n, aunque en ¨¦pocas diferentes, los soldados de milicias universitarias- o IMEC.En el resto de unidades, que pueden calificarse de normales, el porcentaje de soldados voluntarios ascender¨¢ al 15%. En total, y cuando el proceso de ' reducci¨®n del Ej¨¦rcito concluya en 199 1, el n¨²mero de soldados del Ej¨¦rcito ser¨¢ de 195.000 personas, de los que unos 30.000 ser¨¢n voluntarios, bien de la clase A o del tipo B (?stos ser¨¢n destinados a puestos t¨¦cnicos de unidades normales como, por ejemplo, conductores de carros de la Divisi¨®n Acorazada).
En los ¨²ltimos meses, ya han sido convocadas 2.400 plazas de voluntarios para la Legi¨®n y 2.280 para la Brigada Paracaidista. Estos dos grupos se incorporar¨¢n el 15 de diciembre de este a?o. Por el momento, para las Compa?¨ªas de Operaciones Especiales han sido convocadas plazas de la clase B.
Reforma y modernizaci¨®n
Los mandos militares estiman que, en caso de conflicto, es muy probable que s¨®lo tuvieran que ser utilizadas en el hipot¨¦tico frente -las Unidades de Intervenci¨®n Inmediata, mientras las otras quedar¨ªan en reserva para ser empleadas si fuera necesarib o si el conflicto se pro-. longara. Actualmente, los expertos militares espa?oles creen que un conflicto que afectara directamente a Espa?a podr¨ªa prolongarse durante tres o cuatro meses, mientras en la actualidad s¨®lo existen reservas de guerra para unos 10 d¨ªas. En 1996, y dentro de las previsiones del Plan Estrat¨¦gico Conjunto (PEC), se intenta conseguir que en 1996 existan reservas de guerra para 20 d¨ªas.
Desde que a comienzos de la presente d¨¦cada se inici¨® la reforma y modernizaci¨®n del Ej¨¦rcito de Tierra, los profundos cambios iniciados -como la reducci¨®n de las plantillas en 6.000 profesionales, la desaparici¨®n de nueve brigadas, el traslado y reconversi¨®n de otras, el paso de nueve a seis regiones militares o la creaci¨®n de unidades de guerra electr¨®nica y transmisiones- han originado que, en la actualidad, el Ej¨¦rcito se encuentre hoy pr¨¢cticamente desarticulado.La Brigada 11 de la Divisi¨®n Acorazada debe trasladarse a Badajoz, pero s¨®lo lo ha hecho en un 60% en los ¨²ltimos meses. Las brigadas operativas deben contar con propias bases propias, con campos de entrenamientos propios, pero s¨®lo hay ahora nueve de las 20 bases necesarias. La Brigada Aerotransportable o la Brigada 23 est¨¢n concebidas para- su r¨¢p¨ªdo traslado, pero no disponen de medios para ello. Muchos militares dudan hoy en pedir el pase voluntario a la reservaporque desconocen si tendr¨¢n oportunidades reales de alcanzar los grados superiores. Las necesidades materiales previstas en el PEC, como las dotaciones de misiles antia¨¦reos, no pueden ser cubiertas por problemas presupuestarios.Esta situaci¨®n ha originado que el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, teniente general Miguel liliguez del Moral, se haya marcado como,objetivo primordial recuperar la moral de los mandos militares y culminar cuanto antes las reformas de mayor incidencia.
18 bases en tres a?os
En tres a?os, se prev¨¦ contar ya con 18 bases para las brigadas y otras unidades; este mismo a?o se culminar¨¢n las reformas estructurales en el Cuartel General del Ej¨¦rcito y en el Apoyo a la Fuerza y en breve se fusionar¨¢n ya las antiguas regiones octava (La Coru?a) y s¨¦ptima (Valladolid) cre¨¢ndose la Regi¨®n Militar Noroccidontal.
Dentro de los objetivos prioritarios, el general ??iguez del Moral tambi¨¦n pretende que, ante la falta de medios y recursos, al menos las Unidades de Intervenci¨®n R¨¢pida cuenten cuanto antes con todo el material y armamento necesario.
El jefe del Ej¨¦rcito desea adem¨¢s acomodar los planes operativos a la nueva situaci¨®n geostrat¨¦gica, tras la incorporaci¨®n de Espa?a a la OTAN.
El Estado Mayor del Ej¨¦rcito cuenta entre sus preocupaciones con la creaci¨®n, de amplios programas y planes tendentes a dos fines: promover el nivel profesional de los mandos militares, y conseguir que los soldados aprovechen re¨¢li?¨®nte su permanencia en las Fuerzas Armadas, tanto en el ¨¢mbito puramente militar, como en el campo cultural y educativo.
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