Grave divisi¨®n en la sociedad austriaca
HERMANN TERTSCH ENVIADO ESPECIAL, Kurt Waldheim lleva un a?o como presidente de la Rep¨²blica de Austria, y su primer viaje oficial, al igual que su elecci¨®n y sus muy escasas intervenciones p¨²blicas, no han hecho sino profundizar la grave divisi¨®n que ha provocado en la sociedad austriaca. Su visita oficial al Vaticano, donde ayer fue recibido por el papa Juan Pablo II entre manifestaciones de protesta y hostilidad, ha provocado en Austria una nueva conmoci¨®n. El Papa no ha cerrado las heridas con su gesto, las ha abierto a¨²n m¨¢s.
En pleno centro de Viena, frente a la catedral de San Esteban, se presenciaron ayer ins¨®litas escenas de tensi¨®n protagonizadas por peque?os grupos que discut¨ªan entre s¨ª la responsabilidad de Waldheim y, por extensi¨®n, de todo el pueblo austriaco en los cr¨ªmenes cometidos por el nacionalsocialismo durante los siete a?os de anexi¨®n de Austria a la Alemania nazi.La supuesta invitac?¨®n del Papa a Waldheim, que en realidad fue una autoinvitaci¨®n del presidente que el Pont¨ªfice acept¨®, como hace regularmente con toda solicitud similar por parte de un jefe de Estado, ha cosechado tambi¨¦n en Austria fuertes cr¨ªticas. La iniciativa de solicitar esta recepci¨®n en la Santa Sede parti¨® de medios cercanos, a Waldheim para intentar romper su total aislamiento en el mundo occidental.
Waldheim ha sido invitado tan s¨®lo a Egipto, Jordania y Libia, y hace d¨ªas lleg¨® la noticia, recogida con euforia por la Prensa, de que tambi¨¦n Uganda invita al presidente. La lamentable situaci¨®n para este pa¨ªs, que desde la posguerra ha jugado un activo y positivo papel en las relaciones internacionales, es m¨¢s que patente.
El jefe de los poderosos sindicatos austriacos y ex presidente del Parlamento, Anton Benya, calific¨® de "incomprensible" que el Papa recibiera a Waldheim. En las discusiones callejeras en Viena se acusa al Papa de adolecer de la misma falta de sensibilidad hacia las v¨ªctimas del nacionalsocialismo de que ha hecho gala Waldheim con sus ya c¨¦lebres aseveraciones de que los combatientes del ej¨¦rcito alem¨¢n nazi "s¨®lo cumplimos con nuestro deber".
Autoenga?o
Los partidarios de Kurt Waldheim presentan su visita al Vaticano como el desmoronamiento de lo que consideran una campa?a de injurias y el principio del fin de un aislamiento internacional que comienza a tener efectos desestabilizadores. Es sorprendente c¨®mo una sociedad a la que se supone una madurez democr¨¢tica y pluralista cimentada en 40 a?os de ejercicio republicano estable se ha dejado enga?ar o se ha autoenga?ado sobre los efectos de la elecci¨®n de Waldheim. del 8 de junio de 1986.
Los diarios de mayor venta insist¨ªan ayer en portada en que Estados Unidos lamentaba que su embajador no asistiera a la recepci¨®n en el Vaticano. Las afirmaciones que trivializaban el aislamiento internacional cada vez m¨¢s obvio son continuas en los medios austriacos. Los pol¨ªticos art¨ªfices de la candidatura de Waldheim, y en consecuencia de la situaci¨®n creada, insisten a¨²n hoy en confundir al p¨²blico equiparando las cr¨ªticas contra Waldheim con ataques contra Austria. El secretario general del Partido Popular (OEVP), Michael Graff, ha calificado de "cobarde y rastrera" a la Administraci¨®n norteamericana.
Diarios regionales conservadores hablan de la "conjura jud¨ªa" contra Waldheim por las cr¨ªticas internacionales a la recepci¨®n en el Vaticano, en una actitud quiz¨¢ beneficiosa para las ventas, pero cuyas consecuencias para "el envenenamiento del alma austriaca son imprevisibles", como se?ala el presidente de la comunidad jud¨ªa de Viena, Paul Grosz. ?ste ha dirigido una carta al canciller federal, Franz Vranitzky, para que intervenga ante los continuos ataques verbales a que son sometidos los jud¨ªos en las calles de Viena en los ¨²ltimos d¨ªas. El presidente de la comunidad advierte que "los ataques verbales pueden derivar en agresiones f¨ªsicas".
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