Mimara, un museo para Croacia
Un enorme tesoro art¨ªstico legado por un hombre de leyenda abre sus puertas en Yugoslavia
El ya notable patrimonio art¨ªstico de Zagreb, segunda ciudad yugoslava, quedar¨¢ enriquecido con uno de los museos m¨¢s importantes de la Europa central. El mes pr¨®ximo, con motivo de la Universiada (Juegos Ol¨ªmpicos universitarios), se inaugurar¨¢ en el antiguo Colegio Real el museo que llevar¨¢ el nombre de su donador, Ante Topic Mimara, fallecido en dicha capital croata el 30 de enero pasado. Hombre de azarosa vida, con abundantes zonas oscuras rellenas de leyenda, ha legado a su Croacia natal un fabuloso tesoro art¨ªstico.
Un a?o antes de fallecer, Mimara declar¨® a la Prensa que podr¨ªa haber vendido en cualquier momento su San Lucas, de Rafael, en 15 o 20 millones de d¨®lares. Obras de Tiziano, Vel¨¢zquez, Leonardo y hasta un retrato de Wellington, desconocido hasta la fecha y supuesta obra de Goya, han suscitado envidia y admiraci¨®n en cr¨ªticos y coleccionistas de todo el mundo. Este peri¨®dico tuvo acceso hace tres a?os a una muestra de 332 de las 3.754 piezas de la colecci¨®n.Fallecido a los 88 a?os de edad, Mimara era 20 a?os m¨¢s viejo que Yugoslavia, Estado surgido en 1918. Al final de la I Guerra Mundial no era m¨¢s que un soldado austriaco desmovilizado entre los escombros de un imperio.
"Su donaci¨®n ser¨¢ el sol de nuestro cielo art¨ªstico", dijo al despedir el f¨¦retro en el Pante¨®n de los H¨¦roes de la Cultura y la Revoluci¨®n Stjepan Bratko, vicepresidente del Gobierno de la Rep¨²blica yugoslava de Croacia. Hombre de talento y escasos estudios acad¨¦micos, lleg¨® a ser m¨¢s brillante como restaurador que como pintor. Era capaz de intuir el valor de una obra olvidada en la trastienda de una remota almoneda.
Vesna Kusin, gran conocedora de su vida y obra, ha escrito que, pase¨¢ndose el a?o 1978 por Madrid, Mimara se top¨® en una tienda de antig¨¹edades con una supuesta copia de una escultura de Miguel ?ngel cuyo original se supon¨ªa en Brujas. La adquiri¨® por una cantidad irrisoria, entre mofas del vendedor, seguro de que aquel se?or terco y dicharachero de bast¨®n y perilla no sab¨ªa lo que era arte cuando afirmaba que aquella pieza era la aut¨¦ntica.
De vuelta en Zagreb, Mimara explic¨® que el genio de Miguel Angel nunca habr¨ªa acabado tanto su obra como el supuesto original de Brujas. M¨¢s tosca, la escultura madrile?a ten¨ªa que ser la verdadera. Adem¨¢s, porfiaba, en la belga no se daba el nexo visual entre la Virgen y el Ni?o. M¨¢s tarde aval¨® sus tesis con escritos de la ¨¦poca que, seg¨²n ¨¦l, confirmaba, que a Brujas habr¨ªa ido a parar la copia.
No hay duda de que en la URSS se tomaban tambi¨¦n muy en serio a Mimara. Durante el oto?o de 1978 fue recibido a solas por el ministro sovi¨¦tico de Cultura, Piotr Nilovich Demichev, con el que departi¨® una hora, obteniendo permiso para visitar los fondos no expuesto, de L'Ermitage. ?ntes de haber salido de Yugoslavia rumbo a Mosc¨², Mimara se entrevist¨® con Tito, cuyos ministros le acompa?aron al pie del avi¨®n.
Su amigo Miomir Maric escribi¨® despu¨¦s de la muerte de Mimara que ¨¦ste hab¨ªa conocido en la Alemania de entreguerras a Hitler y, sobre todo, a Hermann Goering.
"Indirectamente, insinuaba la posibilidad de que habr¨ªa trabajado en su tiempo como asesor de Goering en la compra (de obras de arte", declar¨® Maric a la revista yugoslava Dugan, sin dejar de acotar que "no es f¨¢cil, a falta de pruebas, confirmar el cometido real de Mimara en aquellas operaciones".
Al t¨¦rmino de la II Guerra Mundial, Mimara fue encargado por el Gobierno yugoslavo de asesorar en el rescate de las obras de arte confiscadas por los nazis durante la ocupaci¨®n. Siempre neg¨® haberse lucrado lo m¨¢s m¨ªnimo en aquella oportunidad.
El hecho es que durante a?os careci¨® de pasaporte yugoslavo y lleg¨® a la permisiva Tanger con dos vagones de lo m¨¢s valioso (de su colecci¨®n. M¨¢s tarde se fue a Brasil.
Respecto a si estuvo legalmente perseguido despu¨¦s de la guerra, Mimara sol¨ªa decir evasivamente: "Es imposible que a uno lo quieta todo el mundo en esta vida".
Babelia
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