El Mont Ventoux, una cumbre cargada de leyenda

El Mont Ventoux est¨¢ descrito como una orgullosa pir¨¢mide en medio de la Provenza francesa. Pero no es s¨®lo la cumbre m¨¢s alta del interior de Francia, con sus 1.900 metros, sino tambi¨¦n uno de los grandes mitos del ciclismo mundial. Ha bastado que en 83 a?os de historia del Tour los ciclistas hayan subido a la cima pelada siete veces para que se haya tenido que abrir un cap¨ªtulo especial dedicado a esta monta?a, un apartado repleto de epopeyas, an¨¦cdotas y tragedia. "No est¨¢ loco el que sube al Mont Ventoux", dice un refr¨¢n provenzal, "sino el que vuelve". Los ciclistas no han vuelto por all¨ª desde 1974, hace 13 a?os.
El Mont Ventoux es un macizo rocoso que guarda una imagen pat¨¦tica para los corredores. Primero, un paisaje absolutamente pelado en sus ¨²ltimos siete kil¨®metros. Un poco antes, una amplia zona forestal repoblada que da cobijo al comienzo de una ascensi¨®n de 21 kil¨®metros con desniveles que van del 4% al 14%. M¨¢s tarde, una temperatura en descenso que en la cumbre, carente de vegetaci¨®n, es de 11 grados cent¨ªgrados menos que en la base. Finalmente, algunas placas conmemortivas de deportistas ca¨ªdos en sus faldas [en el Mont Ventoux se han disputado pruebas automovil¨ªsticas y deportivas de otro tipo]. La ¨²ltima, la m¨¢s cercana a la cima, la del cicl¨ªsta ingl¨¦s Tommy Simpson, muerto en 1967.Al Mont Ventoux se subi¨® por vez primera en 1952, cuando la organizaci¨®n del Tour decidi¨® probar por otras cordilleras monta?osas que no fueran los Pirineos. En aquella subida, el italiano Bartali, apodado ya Il Vecchio (El Vijo), cedi¨® su rueda a Coppi sobre la pendiente del Ventoux. Fue declarado como acto sublime de amistad y una simb¨®lica escena de sucesi¨®n entre un campe¨®n y otro. Coppi dio tantas muestras de superioridad que los organizadores decidieron doblar los premios al segundo puesto. En aquella subida, el suizo Jean Mallejac sufri¨® un colapso que le lanz¨® inconsciente al suelo. Necesit¨® de un bal¨®n de ox¨ªgeno y fue trasladado en ambulancia, mientras ped¨ªa que le entregasen la bicicleta para continuar. Fue acusado de doparse, pero no fue m¨¢s que el preludio de lo que suceder¨ªa en 1967.
Aquel a?o, un 13 de julio, Simpson consideraba que hab¨ªa llegado su momento para aspirar al primer triunfo brit¨¢nico en el Tour. En la ascensi¨®n, detr¨¢s de Poulidor y el espa?ol Julio Jim¨¦nez, se form¨® un grupo con Pingeon, Gimondi, Jansen, Balmanion y Simpson. Simpson se fue quedando y a tres kil¨®metros de la meta empez¨® a notar s¨ªntomas de desfallecimiento. Trescientos metros m¨¢s all¨¢ cay¨® al suelo inconsciente, los ojos abiertos, el rostro inexpresivo. Un espectador empez¨® a aplicarle el boca a boca mientras llegaban los auxilios. El corredor no pod¨ªa respirar con ayuda de la m¨¢scara de ox¨ªgeno, por lo que se le mantuvo con el boca a boca.
Colapso cardiaco
Finalmente, fue trasladado en ambulancia y falleci¨® a las 17.30 de un colapso card¨ªaco "por la conjunci¨®n de la absorci¨®n de anfetaminas, el esfuerzo realizado y el alcohol ingerido". Simpson, antes de la subida, hab¨ªa parado en un caf¨¦ de Bedoin para tomar un pastel y probar un sorbo de co?ac de una botella. Al d¨ªa siguiente, su lugarteniente, Barry Hoban, gan¨® la etapa en se?al de homenaje. A?os m¨¢s tarde, Hoban se cas¨® con la viuda de Simpson y mantiene a sus hijos.
En 1970, el belga Eddy Merckx estaba en su apogeo. "vi pone la guillotina cada d¨ªa y nosotros metemos la cabeza", dec¨ªa Poulidor. Merckx quiso hacer un alarde en el Ventoux; atac¨® y s¨®lo le sigui¨® el portugu¨¦s Agostinho. Dicen las cr¨®nicas de entonces que manten¨ªa en la subida su porte insensible, se?orial, distinguido, de grande del ciclismo. Pas¨® por el lugar donde falleci¨® Simpson y se santigu¨®. Llevaba un minuto de ventaja sobre Van den Bossche y Van Impe y consigui¨® llegar en solitario. Le esperaba una nube de fot¨®grafos y, cuando fue trasladado al podio de Eurovisi¨®n para responder a las entrevistas, comenz¨® a desfallecer y sufri¨® un s¨ªncope. "No es posible, me ahogo...", fue lo que dijo antes de ser trasladado a una ambulancia, en la que pudo recuperarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.