Un misionero espa?ol y una monja colombiana, muertos en Ecuador por ind¨ªgenas huaoran¨ªes
Alejandro Labaca, un misionero espa?ol de 67 a?os, e In¨¦s Arango, una monja colombiana de 50 a?os, fueron asesinados en la noche del martes al mi¨¦rcoles por una tribu de ind¨ªgenas huaoran¨ªes en un paraje de las selvas ecuatorianas situado a 500 kil¨®metros al sur de Quito. En el ataque, los indios amaz¨®nicos utilizaron lanzas y flechas. Los religiosos, de la orden de los capuchinos, fueron confundidos, seg¨²n todos los indicios, por empleados de una compa?¨ªa petr¨®lera instalada en la zona.
Alejandro Labaca, nacido en Beizama, localidad guipuzcoana, era vicario apost¨®lico de Aguarico y viv¨ªa en Ecuador desde hac¨ªa m¨¢s de 20 a?os, como misionero. Actualmente se encontraba cumpliendo una misi¨®n de intermediario entre la Corporaci¨®n Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE) y la tribu amaz¨®nica de los huaoran¨ªes, habitantes originales de la regi¨®n.Varias compa?¨ªas de explotaci¨®n petrolera se han instalado recientemente en esta zona, provocando la hostilidad de los ind¨ªgenas, que han cometido diversos ataques en defensa de su territorio. Por ello, la CEPE busca desde hace tiempo un acercamiento a las tribus que le permita continuar la explotaci¨®n de la regi¨®n.
Labaca y la religiosa In¨¦s Arango fueron conducidos el martes en helic¨®ptero al lugar donde habitan los huaoran¨ªes para establecer contacto con la tribu Pata Colorada, en un af¨¢n pacificador del conflicto. Seg¨²n Jos¨¦ Antonio Lasa, secretario provincial de los capuchinos en Navarra, el sacerdote hab¨ªa comunicado a sus familiares su temor a morir en esta misi¨®n.
Defensa de los ind¨ªgenas
El mi¨¦rcoles, un helic¨®ptero propiedad de la compa?¨ªa pe trolera acudi¨® en su busca y en contr¨® los cad¨¢veres de los dos religiosos junto a una choza atravesados por las lanzas de esta comunidad amaz¨®nica Fue necesaria la intervenci¨®n de tres helic¨®pteros para recoger los cad¨¢veres y trasladarlos hasta Aguarico, en donde se comprob¨® que el cuerpo del capuchino ten¨ªa m¨¢s de 75 heridas provocadas por las lanzas
Parad¨®jicamente, Labaca hab¨ªa condenado en vida la actividad de las compa?¨ªas multinacionales en la zona y hab¨ªa defendido los derechos de los ind¨ªgenas. A pesar de sus intenciones, todo parece indicar que fue confundido con uno de los empleados de la CEPE.
"El grupo de huaoran¨ªes seguramente se confundi¨®, y sus guerreros los tomaron por agentes de las compa?¨ªas extranjeras que invaden su territorio", declar¨® Leonardo Viteri, vicepresidente de la Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas de Ecuador. Viteri anunci¨® que un grupo de la CEPE que hab¨ªa colaborado estrechamente con los capuchinos se dirigir¨¢ pr¨®ximamente a la zona para investigar los hechos.
El hermano del sacerdote asesinado, que vive en un convento en San Sebasti¨¢n, sali¨® ayer de viaje con destino a Quito para recabar informaci¨®n y asistir en Coca, la capital de la regi¨®n oriental de Ecuador, al funeral y al entierro de las v¨ªctimas. ?stas hab¨ªan expresado en vida su voluntad de ser inhumados en el escenario de su labor evangelizadora.
Lasa manifest¨® el dolor de la comunidad capuchina por los hechos, y destac¨® que Labaca siempre hab¨ªa advertido que no le importaba ofrecer su vida por la evangelizaci¨®n de las minor¨ªas ¨¦tnicas. Calific¨® la vida del misionero corno un ejemplo admirable para toda la comunidad religiosa. Los dos misioneros asesinados fueron los primeros en establecer contacto y vivir en una zona de huaoran¨ªes no violentos a comienzos de esta d¨¦cada.
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