Incertidumbres chinas
DESDE PRINCIPIOS de a?o China padece una cierta paralizaci¨®n que no acaba de superarse. Este estado asociado con una relativa indefinici¨®n del futuro, preocupa no s¨®lo a sus habitantes, sino a la opini¨®n p¨²blica internacional. Huelga recordar que si la poblaci¨®n del mundo ha alcanzado la cifra de 5.000 millones, la quinta parte de ella es china. Lo que ocurra en ese pa¨ªs gigantesco, tanto en lo econ¨®mico como en lo pol¨ªtico, tiene una trascendencia indiscutible para la evoluci¨®n del mundo. Ello explica los frecuentes desplazamientos a Pek¨ªn de gobernantes europeos, como el que ha realizado recientemente el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helmut Kohl.Para Europa es fundamental saber hasta qu¨¦ punto se va a mantener la pol¨ªtica de apertura que ha sido uno de los rasgos b¨¢sicos de la reforma iniciada por el veterano Deng Xiaoping a partir de 1981. La tesis, propagada despu¨¦s de la destituci¨®n de Hu, de que esa apertura no ser¨ªa afectada por los cambios en otras facetas de la pol¨ªtica china era claramente instrumental y poco convincente. No hay separaciones entre la reforma econ¨®mica y la reforma pol¨ªtica, ni tampoco entre los aspectos externos e internos de una pol¨ªtica econ¨®mica. Hu representaba, en muchos c¨ªrculos extranjeros, una garant¨ªa de que el camino reformista ten¨ªa futuro. Su salida de la secretar¨ªa general fue seguida de una campa?a "contra el liberalismo burgu¨¦s", que se tradujo en la marginaci¨®n de ciertos dirigentes e intelectuales conocidos. La reforma industrial qued¨® paralizada y se hizo sentir la enorme influencia de enemigos de la reforma, como el presidente de la Asamblea Nacional, Peng Chen, entre los veteranos y el viceprimer ministro Li Peng.
Hay indicios de que la ola conservadora, se ha frenado. El persistente rumor de que Li Peng ser¨ªa nombrado primer ministro no se confirma. El reformista Zhao Ziyang sigue ocupando los dos cargos de primer ministro y la secretar¨ªa general del partido, en la que sustituy¨® al destituido Hu. Doble cargo que se encuentra en contradicci¨®n con la campa?a en contra de la centralizaci¨®n desmesurada y no podr¨¢ mantenerse por mucho tiempo. Esta situaci¨®n de impasse en la que se encuentra China se debe sin duda al empate existente entre las dos grandes tendencias, una m¨¢s reformista, otra m¨¢s conservadora, que se enfrentan en el seno del grupo dirigente del partido y del Gobierno en China. Gracias al peso excepcional de su personalidad, Deng ha logrado limitar los efectos de la presi¨®n conservadora. Pero ¨¦sta se manifiesta en zonas importantes del pa¨ªs, en la Prensa, en la direcci¨®n ideol¨®gica del partido..., si bien una cierta resistencia pasiva en los medios intelectuales, incluso comunistas, ha ido reblandeciendo y vaciando la campa?a "contra el liberalismo burgu¨¦s".
En el pr¨®ximo mes de octubre est¨¢ convocado el congreso del partido, momento y lugar en los que se decidir¨¢ de qu¨¦ lado se inclina la balanza. La primera opci¨®n aparece hoy m¨¢s probable que hace unos meses, aunque en las condiciones chinas no es f¨¢cil saber c¨®mo se est¨¢ desarrollando la preparaci¨®n de dicho congreso. En el terreno econ¨®mico, la actitud de algunos dirigentes considerados como conservadores refleja que disminuye la resistencia a una reforma que ensanche el papel del mercado, que modifique el sistema de los precios, sin la cual no ser¨ªa posible dinamizar un sistema sobrecargado de trabas burocr¨¢ticas. Por otra parte, en el tema de la reforma pol¨ªtica, parece como si Deng, despu¨¦s de un repliegue moment¨¢neo, hubiera vuelto a la carga, logrando que figure como uno de los temas del congreso. No rebrotar¨¢ la tesis de "dernocratizar el partido", que Hu y otros defendieron el a?o pasado. Pero es probable que se pidan cambios para conseguir mayor flexibilidad y menos centralismo y burocracia.
En esa hip¨®tesis, Deng habr¨ªa logrado evitar los mayores riesgos de vuelta atr¨¢s que surgieron para China a principios de 1987. Las posibilidades de una apertura, y, por tanto, de una perspectiva de modernizaci¨®n, seguir¨¢n vigentes. Permanece, no obstante, un punto preocupante: que Deng, con sus 82 a?os, sigue siendo clave para asegurar el futuro. Su deseo de dejar garantizada en otro hombre, o en un equipo, la continuidad de su obra no se ha cumplido a¨²n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.