El Ej¨¦rcito paname?o asalta la casa de D¨ªaz Herrera en una espectacular operaci¨®n a¨¦rea y terrestre
El Ej¨¦rcito paname?o, en una operaci¨®n espectacular con unidades terrestres y helic¨®pteros, asalt¨® la residencia del coronel rebelde Roberto D¨ªaz Herrera, que fue detenido junto con otras 44 personas y, seg¨²n fuentes oficiales, ser¨¢ conducido para que declare ante la Procurador¨ªa General. Durante las primeras horas, la huelga general convocada por la Cruzada Civilista contra el hombre fuerte del pa¨ªs, general Manuel Antonio Noriega, ha resultado un ¨¦xito, seg¨²n la oposici¨®n.
Desde los edificios pr¨®ximos a la casa de D¨ªaz Herrera se pudo ver c¨®mo dos helic¨®pteros del Ej¨¦rcito se deten¨ªan en el aire sobrc la residencia del citado coronel. Desde esos aparatos se le daban ¨®rdenes de que se rindieran. Al mismo tiempo, patrullas terrestres asaltaban la casa de D¨ªaz Herrera y agentes vestidos de civil acordonaban la zona del lujoso barrio Altos del Golf, a 300 metros alrededor de la mansi¨®n.Seg¨²n un informe oficial de las Fuerzas de Defensa, aunque hubo resistencia por parte de las personas que se encontraban en el interior de la casa de D¨ªaz Herrera, no se produjo ning¨²n muerto ni ning¨²n herido. Si bien el informe oficial se?ala que la operaci¨®n de asalto dur¨® s¨®lo 17 minutos, otras fuent¨¦s afirman que tuvo una duraci¨®n superior a las dos horas. Al mediod¨ªa de ayer (hora local) todav¨ªa los agentes vestidos de civil acordonaban la zona.
En un principio se dijo que entre los 45 detenidos hab¨ªa cinco familiares venezolanos de D¨ªaz Herrera: su esposa, Maigualida Gonz¨¢lez, la madre de ¨¦sta y tres hijos peque?os del matrimonio del militar. Pero un comunicado firinado por el portavoz del Ej¨¦rcito indic¨® que los familiares no se encuentran entre los 45 detenidos, aunque no especific¨® cu¨¢l es su paradero. La Procuradur¨ªa General de la naci¨®n hab¨ªa citado a declarar a D¨ªaz Herrera a principios de mes para que fundamentara sus cargos de corrupci¨®n, asesinatos y abusos de poder contra el general Manuel Antonio Noriega, jefe del Ej¨¦rcito. En tres ocasiones el coronel retirado se hab¨ªa negado a acudir.
Disparos
Durante el asalto se escucharon disparos de metralletas y pistolas y desde los helic¨®pteros fueron lanzadas bombas lacrim¨®genas. Despu¨¦s, se personaron al lugar el procurador general de la naci¨®n, Carlos Villalaz, y el director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), mayor Nivaldo Madri?¨¢n.
Al arzobispo de Panam¨¢, Marcos Gregorio McGrath, se le impidi¨® ingresar a la zona del asalto, pese a que lo intent¨® durante m¨¢s de dos horas. McGrath dijo que vio como un autom¨®vil de los agentes vestidos de civil transportaba un herido. Sin embargo, ese extremo tampoco fue confirmado.
La Iglesia hab¨ªa pedido reiteradamente que se garantizara la vida de D¨ªaz Herrera, su familia, sus guardaespaldas y el servicio dom¨¦stico -45 personas en total-, y para ello mantuvo durante varias semanas a dos sacerdotes y dos monjas en el interior de la casa. Los religiosos no se encontraban, sin embargo, all¨ª en el momento del asalto.
D¨ªaz Herrera, segundo hombre del escalaf¨®n militar paname?o hasta el pasado uno de junio, cuando el general Noriega lo jubil¨® contra su voluntad, se hab¨ªa negado a comparecer ante la Procuradur¨ªa por considerar que los tribunales son manipulados por el propio Noriega.
El asalto a la residencia del ex jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito ha oscurecido la huelga general convocada por la oposici¨®n para forzar la ca¨ªda de Noriega, ya que la operaci¨®n, a la que popularmente se ha denominado gallinero, se ejecut¨® a la hora de iniciarse el paro.
Portavoces de la C¨¢mara de Comercio y del Sindicato de Industriales, principales entidades que dirigen la cruzada anti-Noriega, afirmaron que la huelga general era "un ¨¦xito" cuando se hab¨ªan cumplido, al mediod¨ªa de ayer, sus primeras cinco horas. Dentro del movimiento opositor tambi¨¦n participan asociaciones profesionales.
Las labores escolares se han paralizado al 100%. Las grandes empresas, las estaciones de gasolina, las farmacias y los supermercados han cerrado sus puertas. Panam¨¢, ciudad en la que vive casi la mitad de los dos millones de habitantes del pa¨ªs, estaba ayer semidesierta, y el servicio de autobuses funcionaba irregularmente. El centro bancario internacional, en el que operan 125 bancos de 26 naciones del mundo, no se uni¨® a la huelga; pero, en un 80%, sus empleados no acudieron a trabajar, aunque s¨ª los ejecutivos.
La huelga no ha afectado para nada la operaci¨®n del canal de Panam¨¢, por donde transitan a diario 34 barcos; sin embargo, sus autoridades conjuntas (paname?as y norteamericanas) dijeron que siguen de cerca la situaci¨®n del pa¨ªs. La peque?a industria y los negocios s¨ª abrieron sus puertas, en su gran mayor¨ªa.
El Gobierno impidi¨® asimismo la circulaci¨®n, sin decretar su cierre, de los tres diarios opositores del pa¨ªs: La Prensa, Extra y El Siglo. Seg¨²n inform¨® el Ministerio de Gobierno y Justicia, la medida fue adoptada porque las ediciones de ayer lunes de esos rotativos incitaban "al desorden y a la desobediencia". La Sociedad Interamerican¨¢ de Prensa (SIP) manifest¨® ayer su protesta por la medida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.