Otro dictador en peligro

El pueblo de Panam¨¢ hizo un claro llamamiento a la libertad en la huelga general del lunes. El general Noriega, hombre fuerte del pa¨ªs, actu¨® brutalmente para atajarla. Cerr¨® los peri¨®dicos de la oposici¨®n horas antes de iniciarse la huelga. Sus tropas asaltaron la casa del militar que le hab¨ªa acusado de ser instigador de una serie de asesinatos y fraudes y arrestaron al coronel renegado.Son evidentes las esperanzas del pueblo paname?o de desembarazarse del tirano. La Administraci¨®n de Reagan tendr¨ªa que ser igualmente clara en su rechazo. Noriega ha mostrado una desesperaci¨®n creciente en su lucha por mantenerse en el poder. Primero jug¨® la carta del nacionalismo, que funcion¨® bien en el pasado. Pero fall¨® esta vez al alimentar los sentimientos contrarios a Estados Unidos. Un d¨ªa despu¨¦s de que los seguidores de Noriega apedrearan la Embajada de EE UU, los estudiantes salieron a la calle a pedir la cabeza del general. En ocasiones se ha descrito a s¨ª mismo como un revolucionano de izquierdas, otras como la v¨ªctima de una minor¨ªa econ¨®mica poderosa.

La Cruzada Civilista, coalici¨®n de 107 organizaciones integrada por partidos de la oposici¨®n, grupos econ¨®micos, sindicatos y movimientos estudiantiles que han unido sus fuerzas contra ¨¦l, convoc¨® la huelga general. Los paname?os se disponen a derrocar a Noriega pidiendo a Washington s¨®lo una cosa: no tener que combatir tanto a EE UU como a la dictadura.

, 29 de julio