El Gobierno argentino emprender¨¢ una amplia reforma financiera y la desregulaci¨®n comercial
El Gobierno argentino est¨¢ preparado para iniciar el asalto final a la poderosa Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), central sindical de orientaci¨®n peronista, si el Partido Radical gana las elecciones parlamentarias y de gobernadores de provincia que se realizan ma?ana en todo el pa¨ªs. La provincia de Buenos Aires, donde votan m¨¢s de siete millones de ciudadanos, es el distrito clave. Las encuestas indican un virtual empate entre el candidato radical a gobernador, Juan Manuel Casella, y el peronista, Antonio Cafiero. La pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras el ¨²ltimo acuerdo que prorrog¨® el pago de la primera cuota del capital de la deuda externa hasta 1992, consiste en iniciar una amplia reforma financiera y una acelerada desregulaci¨®n de la actividad comercial.
El Gobierno argentino ya ha iniciado un plan de privatizaciones que complementa a la llamada "capitalizaci¨®n de la deuda externa". Mientras, contin¨²a el "ajuste sobre el ajuste" que se aplica tras los sucesivos fracasos del Plan Austral. La moneda fue devaluada m¨¢s del 14% en el mes de agosto, y se calcula que el ¨ªndice de inflaci¨®n ser¨¢ similar.Los candidatos de la oposici¨®n advirtieron que el anuncio del tarifazo, como se denomina aqu¨ª al aumento generalizado de los precios al consumo, se estaba produciendo ya en agosto y era s¨®lo un anticipo de lo que ocurrir¨ªa en septiembre. El Gobierno intentar¨¢ para entonces dividir a la central ¨²nica de trabajadores, de orientaci¨®n peronista, con el deliberado prop¨®sito de controlar las reacciones de los gremios.
El Partido Radical utiliz¨® diferentes t¨¢cticas desde que asumi¨® el poder en su intento de dominar la estructura sindical peronista. Primero envi¨® al Parlamento un proyecto denominado ley de Reordenamiento, que aprob¨® con mayor¨ªa propia en la C¨¢mara de los Diputados y fue rechazado en el Senado por la alianza de los legisladores peronistas con representantes de partidos provinciales. Ese fracaso le cost¨® el cargo al primer ministro de Trabajo, Antonio Mucci. El debate deriv¨® en un grave conflicto social que dej¨® como saldo, en cuatro a?os, la realizaci¨®n de ocho paros generales. El actual candidato a la gobernaci¨®n de Buenos Aires por el radicalismo, Juan Manuel Casella, sucedi¨® a Mucci en el ministerio y se comprometi¨® desde el primer d¨ªa a renunciar seis meses despu¨¦s.
Di¨¢logo con los sindicatos
Su ¨²nico objetivo era lograr la reparaci¨®n del di¨¢logo" con la CGT y para ello abandon¨® la posici¨®n dura y extrema que hab¨ªa adoptado el Gobierno. En ese per¨ªodo, hacia fines de 1984, se acord¨® la legalizaci¨®n de las organizaciones sindicales tal como la deseaban los l¨ªderes sindicales. A Casella le sucedi¨® en 1985 el dirigente de origen sindical Hugo Barrionuevo, que se mantuvo hasta marzo de este a?o en su puesto, pero no logr¨® convencer a la CGT sobre la necesidad del "acuerdo social" que reclamaba el Gobierno.El presidente Alfons¨ªn, alentado por Enrique Nosiglia, su joven operador pol¨ªtico -como se llama en Argentina a los encargados de negociar por fuera de los canales habituales y los ¨¢mbitos p¨²blicos-, decidi¨® en abril hacer una apuesta fuerte: design¨® como ministro de Trabajo a un dirigente sindical peronista que representaba a los sectores m¨¢s cercanos al Gobierno. Nosiglia prepar¨® pacientemente una alianza con sindicatos importantes desplazados de la conducci¨®n en la CGT y reuni¨® as¨ª al llamado grupo de los 15, de los que surgi¨® el nuevo ministro Carlos Calderete.
La cohabitaci¨®n en el ¨¢rea laboral se festej¨® con un t¨ªpico asado que el presidente ofreci¨® a los dirigentes m¨¢s notorios del grupo. La mayor¨ªa de ellos son los mismos integrantes de la burocracia sindical que el entonces candidato Ra¨²l Alfons¨ªn denunciaba antes de las elecciones generales de 1983. Tal es caso de Jorge Triacca y Armando Cavalieri. En una conferencia de prensa convocada en mayo de aquel a?o, Alfons¨ªn los hab¨ªa acusado de preparar un pacto sindical-militar en el que, dijo, "se ahogar¨¢ la democracia". Los 15 comenzaron ahora a socavar el poder de Sa¨²l Ubaldini, l¨ªder de la CGT, que decidi¨® participar de la campa?a electoral peronista. Desde el ministerio, el grupo de los 15 manipula las elecciones que deben celebrarse en los sindicatos m¨¢s importantes antes de fin de a?o y alienta una convocatoria de la asamblea de sindicatos en la CGT para separar a Ubaldini.
Al mismo tiempo, el Gobierno insiste en la necesidad de la "autorregulaci¨®n de la huelga", "la defensa de la fuente de trabajo antes que los salarios" y "la existencia de dos o m¨¢s centrales sindicales".
La ofensiva contra la CGT es notable y s¨®lo se ha detenido unos d¨ªas por la campa?a electoral. El plan econ¨®mico y la modernizaci¨®n que propone el Gobierno son inaplicables sin la colaboraci¨®n de los dirigentes sindicales.
Para preparar el asalto final ser¨ªa reemplazado el actual ministro de Trabajo, Calos Calderete, si el radicalismo vence en las elecciones. El dirigente Armando Cabalieri ocupar¨ªa el cargo, y otro ministerio, el de Salud y Acci¨®n Social, ser¨ªa cedido tambi¨¦n a un miembro notable del grupo de los 15.
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