Violencia popular
Desear¨ªa puntualizar algo, a prop¨®sito de la carta publicada el pasado 31 de agosto y firmada por la vicepresidenta de la Asociaci¨®n Contra la Crueldad en los Espect¨¢culos, acerca de la legislaci¨®n franquista contra las fiestas populares con toros. Si no recuerdo mal, la circular 3/1963 fue promulgada a ra¨ªz de unas quejas brit¨¢nicas contra el toro jubillo de Medinaceli, aunque, por lo que se explica en la mencionada carta., fue consecuencia de la gesti¨®n (de la entonces presidenta de aquella asociaci¨®n, que, por lo visto, consigui¨® ablandar el corazoncito del dictador en un a?o, por cierto, en que muchos luchaban por evitar otro tipo de ejecuciones, con much¨ªsimo menos ¨¦xito.Deber¨ªa saberse que la hostilidad del Estado franquista contra este tipo de rituales de violencia popular es bastante m¨¢s antigua. Recu¨¦rdese, por ejemplo, que los disturbios m¨¢s importantes casi que recuerda la ciudad de Soria tuvieron lugar en junio de 1953, cuando se intent¨® prohibir la fiesta, de San Juan o de la Madre de Dios. Los argumentos que entonces se brindaron para Ia violenta represi¨®n policiaca contra los sorianos son exactamente los mismos que ofrece en su carta Consol Fina, y quien los sosten¨ªa era el gobernador civil L¨®pez Pandos, que, aparte de un redomado fascista, era, por lo que se ve, una persona "evolucionada", como gusta Consol de calificar a los que demuestran la calidad de pensar como ella.
Yo creo que la carta de Mar¨ªa Elena Valero, que tanto parece haber escandalizado a algunos, era del todo razonable. No se trata de que los partidarios de estas fiestas tengan necesariamente que ser de izquierdas. Se trata, m¨¢s bien, de que los que desear¨ªan prohibirlas son reaccionarios-
Profesor de etnolog¨ªa religiosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.