Cros, el mascar¨®n de proa
La marca, factor clave para la elecci¨®n por KIO de la cabecera del sector de fertilizantes
La qu¨ªmica catalana SA Cros va a convertirse, tras la importante junta general que celebra hoy, en el mascar¨®n de proa del sector privado de fertilizantes en Espa?a. La elecci¨®n de Cros como principal plataforma por parte del grupo kuwait¨ª-espa?ol KIO-Torras Hostench, frente a su eterno rival, Explosivos, no es producto del azar, ni siquiera solamente de la guerra sin prisioneros establecida entre los hombres de KIO y el presidente de ERT, Jos¨¦ Mar¨ªa Escondrillas. Existen tambi¨¦n factores propios, como "el buen nombre y marca internacional que hist¨®ricamente tiene Cros y la limpieza de sus activos", seg¨²n asegura un portavoz del grupo kuwait¨ª.
Pero m¨¢s all¨¢ de su sector, la qu¨ªmica catalana es una gran desconocida. Su historia, casi nunca explosiva, y la actuaci¨®n discreta de sus personajes, arrojan luz sobre las operaciones a las que se enfrenta la compa?¨ªa.Cros es m¨¢s que octogenaria. Naci¨® en 1904, de la mano de Amadeo Cros, que aport¨® las factor¨ªas de productos qu¨ªmicos instaladas, primero en Sans y m¨¢s tarde en Badalona, por su ascendiente directo Francisco Cros y el hijo de ¨¦ste, Juan Francisco Cros, franc¨¦s de Montpellier, lleg¨® a Catalu?a en 1817, "no se sabe si por razones pol¨ªticas", como explican en la casa, "pero en todo caso con dinero y tecnolog¨ªa qu¨ªmica".
La nueva Cros, fundada con un capital de 7,5 millones de pesetas, r¨¢pidamente multiplic¨® su actividad, al comp¨¢s de la segunda ola de la revoluci¨®n industrial. En su primer a?o, 1904, ya obtuvo 409.000 pesetas de beneficios. En 1920, con un capital de 20 millones, la rentabilidad fue de 4 millones. En 1947, con 200 millones de capital, gan¨® 34 millones.
Los primeros estatutos fijaban que "Amadeo Cros ser¨¢ presidente mientras quiera serlo" y le asignaban 30.000 pesetas anuales de por vida, aparte de la renta de sus acciones. Despu¨¦s ya se introdujo la elecci¨®n anual del presidente.
Familias y guerra
En el mercado s¨®lo hab¨ªa, importaciones aparte, otra competidora, Uni¨®n Espa?ola de Explosivos, fundada en 1896. Pronto Cros ser¨ªa una empresa puntera en la Bolsa, si bien un reducido n¨²mero de familias de la alta burgues¨ªa de Barcelona -con intereses en el textil o la banca- ostentaban paquetes de control y los primeros puestos del consejo. Algunos apellidos cl¨¢sicos en la empresa son los correspondientes a sus presidentes: Amadeo Cros (1904-1916), Eduardo Maristany (1916-1941), Fancisco Ripoll (1941-1958) y Josep -Pepe- Valls Taberner (1958-1965).
Como en otros casos, la primera Gran Guerra sirvi¨® de acicate: al cortarse las importaciones, se expandi¨® la producci¨®n interna. Los felices y traum¨¢ticos veinte fueron felices para la empresa Los cambios econ¨®micos iniciadas en el transporte y en la industria empezaron, aunque t¨ªmidamente, a propagarse tambi¨¦n en el campo. Agua de mayo para su principal producto, los abonos, cuyo mercado aument¨® vertiginosamente.
Hasta tal punto que se necesit¨® nueva savia, que tambi¨¦n vino de Francia. En 1926, la Sociedad Union Espagnole de Fabriques d'Engrais de Produits Chimiques et de Superphosphates, de Par¨ªs, aport¨® sus f¨¢bricas en Valencia, Alicante y M¨¢laga, valoradas en 6,4 millones de pesetas. El nuevo socio, representado por Cr¨¦dito y Docks, recibi¨® un paquete de acciones. El mismo a?o Cros acord¨® su primera emisi¨®n de obligaciones: 60.000 t¨ªtulos de 500 pesetas al 6%.
Durante la guerra civil, el presidente, Francisco Ripoll, se domicili¨® en Burgos, y las f¨¢bricas quedaron a uno y otro lado de la trinchera (Badalona, Valencia y Alicante con la Rep¨²blica y M¨¢laga y Sevilla con el alzamiento). Luego se abri¨® una postguerra de gran expansi¨®n comercial. La importaci¨®n de fosfatos, que hab¨ªa llegado a 542.000 toneladas entre 1931 y 1935, se redujo a 231.000 toneladas entre 1941 y 1946."No hab¨ªa de nada y se vend¨ªa todo, y a precios altos", recuerdan en la sociedad. En 1946, Cros aument¨® el capital hasta 200 millones. Su pl¨¢cida postguerra se prolong¨® durante los a?os cincuenta.
Explosivos y Cros fueron durante estos a?os en paralelo, con niveles de producci¨®n parecidos, compitiendo y colaborando. En 1947 Uni¨®n Espa?ola de Explosivos (UEE) y Cros crearon Proquiber (Productos Qu¨ªmicos Ib¨¦ricos) para repartirse mercados y se?alizar las zonas de influencia.
La colaboraci¨®n aument¨®. En 1966 exist¨ªan ya planes de inversi¨®n comunes, una organizaci¨®n conjunta para la comercializaci¨®n y consenso sobre la necesidad de llegar a acuerdos "m¨¢s concretos". Pero la intentada fusi¨®n se frustr¨® porque cada grupo exig¨ªa la presidencia.
En el verano de 1969 se fusionaron Uni¨®n Espa?ola de Explosivos y la Compa?¨ªa Espa?ola de Minas de Riotinto. Era un ambicioso proyecto integrar dos grandes complejos complementarios. "Constituye s¨®lo un primer paso en el camino de la concentraci¨®n qu¨ªmica en Espa?a", declar¨® a la junta de Explosivos con entusiasmo el fr¨ªo consejero-delegado de Explosivos, y fautor de la operaci¨®n, Leopoldo Calvo Sotelo.
ERT se convirti¨® en un gigante, tomando distancias sobre su rival. Las diferencias de volumen -agrandadas por la obtenci¨®n de la concesi¨®n, de la refiner¨ªa de Huelva, en competencia con Cros-, crecieron hasta el punto de que hoy la facturaci¨®n de ERT quintuplica la de Cros, e hicieron aumentar las distancias en el camino hacia la fusi¨®n.
Otros hechos vendr¨ªan a complicar las cosas, la fundaci¨®n, en 1973, de una empresa p¨²blica de abonos, Enfersa, recibida con desagrado por los privados. Pero para entonces, el mercado se hab¨ªa ido enrareciendo, siempre sujeto a los precios autorizados, y en Cros se asist¨ªa a la toma del control por un grupo griego.
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