El desembarco del armador griego Livanos

El desembarco en el accionariado del armador Stavros Livanos se inici¨® a principios de 1967, mientras las conversaciones ERT-Cros estaban en su punto ¨¢lgido, y acab¨® en 1972, m¨¢s como ¨®pera bufa que como tragedia griega. Un intermediario financiero canario, Cabrera Cabana, conectado con el armador griego a trav¨¦s del financiero italiano De Nora, sugiri¨® a Livanos la compra de paquetes de Cros, ante la relativa dispersi¨®n del accionariado, explican fuentes de la empresa.

La intenci¨®n de esa compra -que alcanz¨® el 30% del capital- era doble: financiera y de dominio. Pero a diferencia de la actual invasi¨®n de la Kuwait Investment Office, el grupo comprador no se propon¨ªa inyectar recursos, ni conoc¨ªa el sector, ni inform¨® de sus planes al Gobierno.

Tras unas juntas tormentosas, que ofrecieron la sensaci¨®n de que la empresa iba a la deriva -los consejeros impidieron a Cabrera ocupar una plaza en el consejo-, en agosto de 1972, Bankuni¨®n obtuvo una opci¨®n de compra del paquete griego, que traspas¨® a Emilio Bot¨ªn, presidente del Santander, al 238%, es decir, 1.500 millones. Parte de ese paquete de control -un 9%- es el que Bot¨ªn vendi¨® a Torras Hostench, en la que el KIO es mayoritario, al 711 % -4.000 millones largos- el pasado mes de agosto.

Quien cape¨® aquel temporal y facilit¨® la entrada del Santander fue el presidente de Cros, Jos¨¦ Mar¨ªa Bult¨® Marqu¨¦s, procedente del textil y vinculado a los Valls Taberner, que encabez¨® la compa?¨ªa desde 1965 hasta su asesinato, a cargo de una versi¨®n paleol¨ªtica del terrorismo independentista, en 1977. La presidencia de Bult¨® ya no fue exactamente una emanaci¨®n del poder familiar, cargado de sensatez, de seny, cl¨¢sico en la empresa- A los paquetes familiares se hab¨ªan ido sumando los de dos bancos, el Hispano y el Banesto, representado este ¨²ltimo en el consejo por un hombre que ser¨ªa clave para los avatares futuros de la empresa: Mariano Calvi?o. Casi tan clave como el propio Banco de Santander.