Henry Ford, un amigo de Espa?a
Henry Ford II apost¨® fuerte para realizar en Espa?a (en Almusafes, Valencia) una cuantiosa inversi¨®n por el convencimiento que ten¨ªa de una futura incorporaci¨®n de nuestro pa¨ªs a la CE y en la creencia de que la transici¨®n a la democracia se realizar¨ªa de forma pac¨ªfica y ello abrir¨ªa las puertas de los pa¨ªses europeos a los productos fabricados en Espa?a. El autor traza una semblanza del magnate norteamericano, que muri¨® en el hospital Henry Ford de Detroit el pasado 29 de septiembre. Henry Ford II, miembro del Consejo de Administraci¨®n de Ford Motor y presidente de su comit¨¦ financiero, era el nieto del genio que puso al mundo sobre ruedas.
Le conoc¨ª en el a?o 1981, cuando ya hab¨ªa dejado la presidencia de la compa?¨ªa. Fue en Detroit, con motivo de un almuerzo al que fui invitado por el entonces presidente Phillip CaldweIl. El se?or Ford asisti¨® a la comida y me hizo numerosas preguntas acerca de la situaci¨®n en Espa?a.Hab¨ªan pasado unos pocos meses desde el fallido golpe de Estado del 23-F y ten¨ªa verdadero inter¨¦s en saber c¨®mo se desarrollaban las cosas. No en vano, ocho a?os antes, en 1973, hab¨ªa hecho una de las mayores apuestas a favor de una transici¨®n pol¨ªtica pac¨ªfica en nuestro pa¨ªs al invertir casi 1.000 millones de d¨®lares en la planta de Almusafes (Valencia).
Sol¨ªa decir que lo que le decidi¨® en su d¨ªa a recomendar a su consejo la inversi¨®n en Espa?a fue su convencimiento de que nuestro pa¨ªs se integrar¨ªa alg¨²n d¨ªa plenamente en Europa y la confianza que le inspiraba el conocimiento personal del entonces Pr¨ªncipe de Espa?a. El ¨¦xito del proyecto de Almusafes le proporcion¨® grandes satisfacciones y aprovechaba cuanta ocasi¨®n ten¨ªa para visitar Valencia y reunirse y saludar personalmente a los cientos de concesionarios de la marca Ford en Espa?a.
Muy representativo
En una de sus visitas tuvo ocasi¨®n de conocer al reci¨¦n elegido presidente del Gobierno socialista. Asist¨ª a este encuentro del presidente Gonz¨¢lez con una de las figuras m¨¢s representativas del empresariado americano y puedo asegurar que el entendimiento fue inmediato y extremadamente cordial.
Se ha escrito mucho sobre su persona y a veces recibi¨® ataques muy duros de alguno de sus anteriores colaboradores, a los que nunca quiso contestar.
Nadie puede discutir que si bien su abuelo fue el fundador de la empresa a ¨¦l se debe su gran crecimiento y consolidaci¨®n hasta convertirla en una de las mayores compa?¨ªas industriales del mundo.
Me impresiona especialmente su gran fe en el futuro de Europa, como lo demuestra la creaci¨®n de Ford Europa en 1967 para coordinar e integrar plenamente las actividades de las distintas filiales en este continente con una visi¨®n de mercado ¨²nico. Una estrategia que siguieron mucho m¨¢s tarde las propias empresas europeas.
La sucesi¨®n
En sus ¨²ltimos a?os Ford sigui¨® ejerciendo una influencia considerable sobre la compa?¨ªa, pero tuvo el acierto de saber preparar su sucesi¨®n, como lo prueba el gran ¨¦xito que conoce en estos a?os la marcha de la sociedad.
No resulta f¨¢cil saber retirarse a los 63 a?os cuando se ha dirigido con pleno ¨¦xito durante m¨¢s de un tercio de siglo una compa?¨ªa que, por otra parte, contin¨²a estando en gran medida bajo el control familiar.
En noviembre de 1986 volvi¨® a Almusafes para recibir la visita de Sus Majestades y celebrar el d¨¦cimo aniversario de la puesta en marcha de la planta. Estaba leg¨ªtimamente orgulloso de su obra en Espa?a, el proyecto que m¨¢s ¨¦xito ha tenido en la historia reciente de la compa?¨ªa y que tanto debe a su visi¨®n y a su coraje personal.
Descanse en paz Henry Ford. Descanse en paz un gran amigo de Espa?a.
es presidente de Ford Espa?a.
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