Concurso de mates en el Magari?os

Hubo concurso de mates en el Magari?os, raz¨®n por la cual el partido result¨® de altos vuelos, pero divertido e igualado, mucho m¨¢s de lo que el marcador se?ala. Hubo un mate terror¨ªfico de Montes, un mont¨®n de Joe Ward, nueva adquisici¨®n de? Cacaolat, y varias respuestas concluyentes de Russell quien, por fin, ha dejado de jugar pegado al suelo. Pero, tambi¨¦n, hubo un valiente intento de Robinson de matar un mate de Russell. Lo consigui¨®, personal de por medio, pero hizo las delicias del p¨²blico. El partido, eso s¨ª, alguien ten¨ªa que ganarlo y lo hizo Estudiantes, aunque sin comodidad.Cuando se pudo comprobar en las primeras acciones que Joe Ward era un sustituto mejorado de Bradley, el de los pu?etazos, el Estudiantes se imagin¨® un partido de cierta angustia y termin¨® si¨¦ndolo porque vio c¨®mo una ventaja de 18 tantos se qued¨® en 7 nada m¨¢s llegarse al descanso. Tama?os desvar¨ªos del marcador tuvieron su explicaci¨®n. Primero, el Estudiantes tom¨® delantera gracias a las penetraciones de Gil, Russell y Montes que romp¨ªan con facilidad la defensa del Cacaolat. Luego, el Cacaolat se coloc¨® en zona para despistar y se encontr¨® con dos triples seguidos de Gil, por lo que la diferencia aument¨®. As¨ª que el t¨¦cnico Guillermo Eldracher tom¨® su tercera decisi¨®n, ¨¦sta acertada: jugar con dos bases para entorpecer el trabajo de Gil. Gil se carg¨® de personales y el Cacaolat redujo ostensiblemente distancias aprovechando el acoso al base reserva, Ant¨²nez.

En la reanudaci¨®n, Gil se encontr¨® con la cuarta falta y el Magari?os se qued¨® helado, pero aguant¨® y, entre mate y mate, el partido qued¨® en un, largu¨ªsimo equilibrio que dur¨® casi quince minutos. Dos o tres zarpazos de Pinone y tres acciones de Rodr¨ªguez hundieron al rival, que se vio a 15 tantos de diferencia cuando apenas quedaban tres minutos. Ah¨ª se desinfl¨® este equipo y ah¨ª se acab¨® el partido. Lo dem¨¢s qued¨® en otros cuantos mates para disfrute p¨²blico.