Espa?a ha exportado armas a Ir¨¢n mediante un fraude documental realizado en Lisboa

Una red comercial dedicada al tr¨¢fico internacional de armas, que durante 1986 y 1987 logr¨® sacar irregularmente de Espa?a importantes partidas de material b¨¦lico con destino a Ir¨¢n, est¨¢ siendo investigada por la polic¨ªa judicial de Lisboa desde hace varios meses. La organizaci¨®n burl¨® con unos documentos falsificados los controles diplom¨¢ticos y comerciales de Espa?a y Portugal y consigui¨® durante m¨¢s de seis meses hacer creer a las autoridades espa?olas que las mercanc¨ªas que se embarcaban en los puertos de Barcelona y Santander iban destinadas al Ministerio de Defensa portugu¨¦s, cuando en realidad eran desviadas a puertos iran¨ªes. Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores portugu¨¦s ha sido sancionado.

La Direcci¨®n Central do Combate al Bandidismo (DCCB) de la polic¨ªa judicial portuguesa, especializada en la lucha antiterrorista y en la desarticulaci¨®n de bandas organizadas, est¨¢ encargada del caso. Los polic¨ªas guardan silencio sobre el asunto, alegando que se ha decretado el "secreto sumarial". A pesar de este mutismo, el caso fue desvelado la semana pasada por el semanario L' Expresso, en un trabajo de investigaci¨®n de Celestino Amaral.Estas diligencias judiciales han coincidido con la decisi¨®n del Ministerio de Asuntos Exteriores portugu¨¦s de abrir un expediente disciplinario para aclarar la responsabilidad del jefe del gabinete de Reparticao da Direc?ao de Servigos de Prote?ao Consular, Antonio Ara¨²jo Campos, quien reconoci¨® como v¨¢lida la documentaci¨®n falsificada con la que se posibilit¨® el fraude. A ra¨ªz de este expediente, Ara¨²jo ha sido sancionado con 60 d¨ªas de suspensi¨®n de empleo y sueldo y una inhabilitaci¨®n de tres a?os.

Pedido a Gamesa

El documento falsificado es un pedido del Ministerio de Defensa portugu¨¦s dirigido a la empresa Gamesa (Grupo Auxilar Metal¨²rgico del Norte de Espa?a) solicitando la compra de una importante partida de armas. El oficio, que estaba firmado por el inexistente teniente coronel Pavia, fue entregado al Ministerio de Asuntos Exteriores portugu¨¦s, donde Ara¨²jo le dio el visto bueno, sin percatarse de que la firma del militar no era aut¨¦ntica.

?sta ha sido s¨®lo una de las v¨ªas utilizadas por Gamesa para su exportaci¨®n. El Gobierno espa?ol decret¨® en 1983 el embargo de armas a Ir¨¢n y a Irak, medida que Portugal no ha adoptado.

Los responsables directos de esta falsificaci¨®n son dos hombres y una mujer, a¨²n no identificados. Un portavoz de la embajada espa?ola en Lisboa ha asegurado que estas tres personas se presentaron en el consulado a finales del mes de agosto de 1986 llevando el expediente de compras de armas. El despacho conten¨ªa entonces dos ¨²nicos oficios; el primero era la solicitud falsificada de compra de armas, firmada por el militar inexistente. El segundo oficio era el documento verdadero del funcionario de Exteriores portugu¨¦s Antonio Ara¨²jo, quien avalaba el primer documento y aseguraba que la firma del militar era aut¨¦ntica.

La obligaci¨®n del consulado espa?ol era examinar y dar validez al documento del Ministerio de Asuntos Exteriores, autenticar la firma del funcionario y remitir el expediente a Madrid. Pero el consulado retuvo unos d¨ªas el expediente porque dud¨® de la autenticidad de la firma del funcionario de Exteriores, ya que no la ten¨ªa registrada. El representante consular no dud¨® de la autenticidad de la r¨²brica del documento del militar, puesto que ¨¦sta no era una cuesti¨®n de su competencia. D¨ªas m¨¢s tarde, cuando el consulado espa?ol recibi¨® el facs¨²rnil de la firma de Antonio Ara¨²jo, desbloque¨® el expediente y curs¨® la petici¨®n de compras de armas.

La comisi¨®n interministerial espa?ola que controla el tr¨¢fico de armas recibi¨® m¨¢s tarde el expediente, acab¨® dando luz verde a la operaci¨®n y extendi¨® la licencia de exportaci¨®n de armas en favor de Gamesa y su transporte a Lisboa, para "uso exclusivo" del Ministerio de Defensa portugu¨¦s. Las armas fueron embarcadas en diferentes fechas en Santander y Barcelona. Pero la mercanc¨ªa jam¨¢s lleg¨® a Portugal. A medida que los barcos alcanzaban alta mar los capitanes recib¨ªan orden de cambiar el rumbo y dirigirse a Ir¨¢n. (EL PAIS del 9, 10 y 11 de mayo).

El embajador espa?ol en Lisboa, Gabriel Ferr¨¢n de Alfaro, asegur¨® a EL PAIS que los funcionarios de la misi¨®n diplom¨¢tica actuaron con rigor y que en la tramitaci¨®n de esta licencia se adoptaron las medidas de control usuales. El embajador desminti¨® categ¨®ricamente la posibilidad de que la embajada o el consulado hubieran cometido alguna negligencia. La polic¨ªa que investiga el caso no ha requerido por el momento la versi¨®n de los funcionarios espa?oles, por considerar que ¨¦stos se encuentran a salvo de cualquier sospecha.

En medios pr¨®ximos al Ministerio de Defensa portugu¨¦s se considera, sin embargo, que la embajada espa?ola actu¨® con escasa meticulosidad. Seg¨²n ellos, la forma como se ha tramitado esta licencia es inhabitual. La documentaci¨®n no suele trasladarse personalmente, sino que se utilizan los canales oficiales y diplom¨¢ticos. Medios militares recalcan tambi¨¦n su extra?eza porque el expediente no estuviera acompa?ado de una carta o protocolo de presentaci¨®n. El expediente falsificado conten¨ªa, aseguran, un error de bulto: la firma del militar inexistente garantizaba el visto bueno del Ministeriodel Ej¨¦rcito portugu¨¦s, cuando en realidad solamente el Estado Mayor, y no gen¨¦ricamente el Ministerio del Ej¨¦rcito, es el. ¨²nico capacitado para tramitar un pedido de armamento.

Las investigaciones policiales se centran en la organizaci¨®n comercial presuntamente implicada en la falsificaci¨®n y en la posterior operaci¨®n de venta. La pesquisa se orienta, al parecer, seg¨²n medios conocedores del asunto, hacia algunas de las actividades de la empresa Interexport, cuya sede se encontraba en el piso n¨²mero 12 de un elegante edificio de la avenida lisboeta Fontes P. de Melo.

Esta empresa fue fundada en 1973 por un conocido hombre de negocios portugu¨¦s, Edrnando Santos Mendes, propietario de varias firmas comerciales dedicadas a la alimentaci¨®n. Edmundo Santos Mendes carece de antecedentes penales y goza de un reconocido prestigio profesional, por lo que su presunta implicaci¨®n en el caso ha causado perplejidad en medios comerciales.