La paz
Creo poder afirmar que la pol¨ªtica de paz seguida por la URS S en los ¨²ltimos a?os es el aspecto de la perestroika que ha tenido m¨¢s amplia y favorable repercusi¨®n en el mundo y sobre el cual ya apenas quedan dudas en cuanto a la sinceridad sovi¨¦tica.Como no pod¨ªa menos de suceder, las primeras propuestas de Gorbachov fueron consideradas por la trompeter¨ªa de los medios de comunicaci¨®n de masas de EEUU y de todo el mundo capitalista como nuevos y meros actos de propaganda. Hoy es muy dificil hacer comulgar a la opini¨®n mundial con semejantes ruedas de molino. Sobre todo cuando esa pol¨ªtica ha sido decisiva para llegar a un acuerdo tan importante como el de la retirada de los misiles sovi¨¦ticos y norteamericanos de alcance medio y corto desplegados en Europa.
Mi convencimiento es que ir¨¢ sucediendo lo mismo, a ritmo creciente, con los dem¨¢s aspectos de la nueva pol¨ªtica de la URSS.
Gorbachov no se ha recatado en decir que la pol¨ªtica exterior de paz de la URSS es una consecuencia de la pol¨ªtica interior, de la perestroika.
Romper el estilo
La confesi¨®n de Gorbachov tiene, en mi opini¨®n, una importancia muy considerable. Rompe con el estilo de las argumentaciones de los dirigentes sovi¨¦ticos anteriores. No parece propia, por su sencilla sinceridad, del m¨¢ximo dirigente de una de las dos superpotencias mundiales, que pretenden encarnar dos concepciones distintas, dos sistemas econ¨®mico- sociales diferentes, que compiten entre s¨ª en todos los terrenos y, en primer lugar, en el militar.
En esa competencia, y no s¨®lo por razones de prestigio, un principio b¨¢sico era demostrar al oponente que cada paso suyo en el fortalecimiento de su poder¨ªo militar ir¨ªa seguido inmediatamente de otro igual o m¨¢s largo por el que moment¨¢neamente hab¨ªa quedado rezagado.
Es lo que se llam¨® "la pol¨ªtica de disuasi¨®n nuclear", la "mutua destrucci¨®n asegurada", el "equilibrio del terror", etc¨¦tera, que se traduc¨ªa, en la pr¨¢ctica, en la interrumpida carrera armamentista, en la creaci¨®n de armas cada vez m¨¢s terribles por su capacidad para matar y destruir, m¨¢s costosas y m¨¢s peligrosas por el hecho mismo de su existencia.
Puede parecer sorprendente una declaraci¨®n de ese tipo de Gorbachov, "a toda voz" y en ocasi¨®n solenme. Parece en contradicci¨®n con la pol¨ªtica anterior de la URSS, y, en efecto, lo est¨¢. Gorbachov expuso ampliamente y a toda voz, en su informe al congreso del PCUS, el contenido de la nueva pol¨ªtica exterior de la URS S y las razones de la misma:
"Cada vez m¨¢s, la seguridad se presenta como una tarea pol¨ªtica, y s¨®lo es posible cumplirla con ayuda de medios pol¨ªticos (la cursiva es m¨ªa). Lo que hace falta, en primer t¨¦rmino, es voluntad para seguir por el camino del desarme. La seguridad no puede estructurarse hasta el infinito sobre la base del miedo ante la represalia; es decir, en las doctrinas de la contestaci¨®n o la intimidaci¨®n".
En realidad, ?qu¨¦ significa eso sino la condena y el abandono de la pol¨ªtica de disuasi¨®n nuclear, que antes era el principio estrat¨¦gico fundamental de la "pol¨ªtica de paz" de la URSS? Ese principio se formulaba as¨ª:
"La URSS no aspira a la superioridad militar ni se propone imponer su voluntad a los dem¨¢s. Pero tampoco permitir¨¢ que nadie rompa el equilibrio militar existente".
Aproximadamente, ¨¦se es tambi¨¦n el razonamiento justificativo de la "pol¨ªtica de paz" de EE UU y de todos los Gobiernos aliados.
En su informe al congreso del PCUS, dice tambi¨¦n Gorbachov: "Esto quiere decir, en fin, adquirir conciencia de que en la situaci¨®n contempor¨¢nea no hay alternativa a la cooperaci¨®n y la interacci¨®n entre los Estados. Por consiguiente, se han creado condiciones objetivas, vuelvo a subrayar, objetivas, en las que el enfrentamiento del capitalismo y el socialismo s¨®lo es posible exclusivamente (la cursiva es m¨ªa) bajo las formas de emulaci¨®n pac¨ªfica y rivalidad pol¨ªtica". Insisto. El cambio en la pol¨ªtica exterior sovi¨¦tica, en la defensa y mantenimiento de la paz, es radical.Pero si la guerra nuclear es racionalmente imposible, la carrera de armamentos ininterrumpida -es decir, la din¨¢mica de bloques militares, la pol¨ªtica de disuasi¨®n nuclear- puede reportar a EE UU o, mejor dicho, al complejo militar-industrial que domina la econom¨ªa y la pol¨ªtica de EE UU los beneficios econ¨®micos y pol¨ªticos que pod¨ªan proporcionarle una guerra que hubiese librado y la hubiera ganado. La pol¨ªtica de bloques militares, disuasi¨®n nuclear y la carrera de armamentos ininterrumpida es la forma posible de una guerra imposible.
Pero lo es s¨®lo para EE UU. Nunca lo ser¨¢ para la URSS, a menos que se convirtiese en un Estado con un sistema econ¨®mico-social capitalista e imperialista. ?Por qu¨¦?
Hemos analizado con amplitud esta cuesti¨®n en otro cap¨ªtulo y no vamos a repetir aquel an¨¢lisis. Exponemos escuetamente las conclusiones del mismo.
Los bloques
Los bloques militares surgieron por iniciativa (m¨¢s justo ser¨ªa decir por imposici¨®n) de EE UU, que deseaba convertirse, aprovechando la situaci¨®n favorable que se le present¨® al terminar la II Guerra Mundial, en el imperio mundial. Y la din¨¢mica desencadenada por los bloques militares es lo que dio vida al complejo militar-industrial; es la base de su poder¨ªo militar, tecnol¨®gico, econ¨®mico, pol¨ªtico y de su dominio sobre EE UU, y de este pa¨ªs sobre el mundo capitalista. Si desaparecieran los bloques militares, la carrera armamentista, las bases militares en pa¨ªses extranjeros, la ayuda militar, etc¨¦tera, el inmenso poder del complejo militar-industrial, y ¨¦l mismo como tal, desaparecer¨ªa.
Es natural, en consecuencia, que hagan todo lo posible para prolongar la situaci¨®n actual todo el tiempo que puedan.
En la URSS no existe complejo militar-industrial equivalente al de EE UU, ni imperialismo, ni empresas transnacionales que expolien a numerosos pa¨ªses. Los gastos de armamentos ha de pagarlos el pueblo sovi¨¦tico. La desaparici¨®n de la carrera de armamentos, el desarme, la paz, permitir¨ªan dedicar los enormes recursos que hoy se dedican a las armas a producir para resolver los problemas de los ciudadanos sovi¨¦ticos y mejorar sus condiciones de vida material y espiritual.
La pol¨ªtica de bloques militares, impuesta por EE UU y seguida por la URSS durante largos a?os, ha contribuido poderosamente a crear en ¨¦sta la grave situaci¨®n contra la cual se ha lanzado la perestroika. La pol¨ªtica sovi¨¦tica actual es la que corresponde a su naturaleza de pa¨ªs socialista, adem¨¢s de ser la que mejor defiende la seguridad de la URSS.
Lo que sucede es nada menos que esto: la existencia de los bloques militares, con todas las nefastas consecuencias que acarrea en todos los ¨®rdenes, se ha establecido y sostenido sobre dos pilares: EE UU y la URSS. Pues bien, la URSS, con la perestroika, ha dicho: no continuamos m¨¢s por ese camino. No hay m¨¢s soluci¨®n que la paz; es decir, el desarme controlado total, con la destrucci¨®n de todas las armas nucleares, qu¨ªmicas, etc¨¦tera, estableciendo un sistema general de seguridad y cooperaci¨®n entre todos los Estados, grandes y peque?os, y eliminando los bloques militares.
No cabe duda de que esa pol¨ªtica es revolucionaria, en el sentido de que cambia toda la situaci¨®n anterior, para la lucha por la paz. Porque la decisi¨®n de continuar la pol¨ªtica de bloques y la carrera armamentista (guerra de las galaxias) sigue siendo firme para el complejo militar-industrial de Estados Unidos. ?sa sigue siendo su pol¨ªtica, porque constituye su raz¨®n de ser y una necesidad de su supervivencia.
Es decir, la lucha por la paz, hoy, tiene ante s¨ª posibilidades enormes, incomparablemente superiores a las de antes. Pero todav¨ªa encuentra enfrente fuerzas importantes. Por eso es preciso que se desarrolle por todos los medios, en todos los pa¨ªses -y de forma permanente, incansable-, la lucha para hacerlos retroceder, para imponerles el desarme y la paz.
La paz no puede ser conquistada y mantenida definitivamente s¨®lo con la pol¨ªtica pacifista de la URSS. Necesita la participaci¨®n activa, permanente, entusiasta, de millones de hombres y mujeres de todo el mundo que aman la vida, la libertad y el progreso y que saben que todo desaparecer¨ªa con la guerra.
El movimiento pacifista
El movimiento pacifista no se puede erigir en defensor de las propuestas de paz de Gorbachov porque sean de ¨¦l. Equivaldr¨ªa, en efecto, a perder su independencia. Pero si en aras de esa independencia no se apoya una propuesta importante para la paz porque viene de la URSS, ?d¨®nde est¨¢ la lucha por la paz?
La cuesti¨®n creo que tiene una soluci¨®n muy f¨¢cil: el movimiento pacifista debe apoyar todas las propuestas efectivas de paz, cualquiera que sea su origen, y exigir que se conviertan en realidad. Y denunciar cualquier actitud contraria a la paz, sin mirar su procedencia.
La lucha por la conquista de la paz, de una paz permanente y segura, es la tarea m¨¢s importante y m¨¢s universal en este momento hist¨®rico. Es decisiva para los hombres y mujeres de todos los pa¨ªses, pues asegurar¨ªa la vida de la humanidad, amenazada hoy por la guerra nuclear.
Pero, adem¨¢s, la lucha por la paz es, al mismo tiempo, la lucha contra las fuerzas belicistas, reaccionarias, que en todo el mundo, y tambi¨¦n en Espa?a, intentan mantener la existencia de los bloques militares, la carrera ininterrumpida de armamentos, las bases militares en pa¨ªses extranjeros, la dominaci¨®n y expoliaci¨®n de los pa¨ªses d¨¦biles por los fuertes...
Por ello, la paz significa la libertad, la justicia social, el progreso y la igualdad para todos.
es miembro del comit¨¦ ejecutivo del Partido Comunista de Espa?a.
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