Gil Campal
De estudiante de Medicina a empresario y exportador m¨¢s joven de Espa?a
Gil Campal colg¨® los libros de Medicina tras algunos reveses acad¨¦micos y decidi¨® ser empresario. A sus 22 a?os, que le convierten en el empresario m¨¢s joven de Espa?a, este asturiano se asoci¨® hace unos meses con una dise?adora valenciana y se ha instalado en Pedreguer (Alicante), donde han montado una f¨¢brica que emplea a 10 personas y han comenzado a exportar art¨ªculos de piel a varios pa¨ªses. En un tono pausado y seguro afirma, como resumen de su filosof¨ªa: "Donde est¨¢ el riesgo est¨¢ el dinero".
Procede de una familia acomodada que posee una industria de hosteler¨ªa en Asturias, y su vocaci¨®n pasaba por la Medicina. No obstante, dificultades acad¨¦micas y notas adversas aconsejaron a Gil Campal cambiar de rumbo. "De hecho", comenta este joven, que para algunos podr¨ªa pasar por un listo pero que refleja el ¨ªmpetu propio de sus 22 a?os, "siempre he tenido un gran sentido comercial. He viajado por medio mundo y los viajes me han salido gratis porque compraba algunos art¨ªculos originales y luego los vend¨ªa en Espa?a". Un cartel de Manhattan preside su despacho, pues Campal muestra una especial admiraci¨®n por esta emprendedora ciudad.Sus estancias en Nueva York le sugirieron la idea de construir un centro comercial en Madrid destinado a peque?as tiendas, muy selectivas. Para llevar adelante el proyecto se puso en contacto con la Asociaci¨®n de J¨®venes Empresarios, donde figura como el asociado m¨¢s joven. "El proyecto no terminaba de cuajar, y durante la espera recib¨ª el pasado mes de abril una carta de Eva Serra, una dise?adora de Pedreguer que quer¨ªa montar una empresa-.
A partir de entonces este joven, que trata de comportarse como una persona madura y conversa con fluidez y seriedad, se lanz¨® a una actividad febril para abrirse camino en el mundo de la empresa. No parece obsesionado por el endeudamiento al que se ha visto obligado y declara con rotundidad: "Me preocupar¨ªa m¨¢s no deber dinero que deberlo".
Sus gestiones comienzan a dar frutos, y en los ¨²ltimos dos meses esta firma de bolsos y otros art¨ªculos de piel ya ha exportado a Estados Unidos, Reino Unido, Holanda y Kuwait. Gil Campal parece albergar una imparable m¨¢quina de proyectos. "Los empresarios tradicionales se estancan y no contin¨²an adelante. Se fijan una meta y cuando ya la han conseguido se detienen. Resulta un grave error, porque en el mundo de los negocios no puedes estancarte", comenta Campal.
Al referirse al apoyo que reciben los j¨®venes empresarios, se muestra cr¨ªtico: "Lo cierto es que no se conceden demasiadas facilidades, ni p¨²blicas ni privadas, para poner en marcha nuevas empresas. Te ayudan a montar un negocio si cuentas con algo detr¨¢s, pero eso no es facilitar las cosas". No quiere revelar sus preferencias pol¨ªticas, pero agrega: "Creo que en una democracia hay que apoyar al partido del Gobierno porque nos representa a todos-.
Campal prefiere no pensar en otros asuntos m¨¢s all¨¢ de la gesti¨®n de su empresa. Su mayor afici¨®n es viajar, y sus actuales ocupaciones le permiten, de alg¨²n modo, compaginar el placer con el trabajo. Aunque a?ora su tierra asturiana, est¨¢ convencido de que pasar¨¢ una larga temporada en Pedreguer, un pueblo de 5.000 habitantes dedicado a la industria de la piel y cercano a las poblaciones tur¨ªsticas de la costa alicantina.
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