Manifestarse por el callejero

Las principales calles de Madrid se convierten entre septiembre y mayo en escenario de manifestaciones, marchas, concentraciones de colectivos tan diversos como las Madres contra la Droga, los bomberos, los jornaleros andaluces o los mineros de Hunosa. Este a?o, las movilizaciones han comenzado m¨¢s tarde que en 1986, pero sus primeros brotes han tenido una repercusi¨®n mayor en el tr¨¢fico que las manifestaciones estudiantiles o las huelgas del Metro. El Ayuntamiento, a petici¨®n de la delegada del Gobierno, Ana Tutor, dise?¨® el jueves un plano en el que se recogen las calles que deber¨ªan ser vetadas a las manifestaciones, pero que no se aplicar¨¢, por ahora, al considerar la delegada que es excesivamente amplio.

El pasado 25 de octubre, domingo, a las nueve de la ma?ana se dio el pistoletazo de salida a los 250.000 ciclistas que iban a recorrer 30 kil¨®metros urbanos con motivo de la Fiesta de la Bicicleta. La se?al de salida no s¨®lo puso en marcha a miles de ciudadanos dispuestos a hacer algo de deporte, sino que pareci¨® dar salida simb¨®lica al rosario de manifestaciones de cada oto?o.Poco despu¨¦s de la marcha ciclista, unas 20.000 personas se manifestaban por la paz, el desarme y contra las bases norteamericanas. Los d¨ªas 27 y 29, un millar de bomberos se manifest¨® por la plaza de Espa?a, Gran V¨ªa, Montera, Sol, Mayor, Cibeles y Alcal¨¢. El 29 por la tarde, 20.000 funcionarios recorrieron el trayecto plaza de Alonso Mart¨ªnez-Col¨®n contra el tope salarial y el 31 fueron 200 Madres contra la Droga las que se concentraron en la Puerta del Sol, con intervenci¨®n policial incluida y varios lesionados.

En la primera semana de noviembre la t¨®nica no s¨®lo se ha mantenido sino que se ha incrementado. Miles de personas recorrieron el d¨ªa 1 el tramo Alberto Aguilera-Col¨®n contra las bases norteamericanas.

El martes pasado, los bomberos, que piden la valoraci¨®n de su puesto de trabajo y la destituci¨®n del jefe del cuerpo, inundaron con espuma antiincendios la plaza de Cibeles coincidiendo con las manifestaciones del personal laboral del Museo del Prado -no de los funcionarios, como inform¨® la Delegaci¨®n del Gobierno- y de los trabajadores de limpiezas de la zona Centro. Si las principales calles sufrieron ese d¨ªa fuertes retenciones, el jueves la ciudad qued¨® colapsada por la acci¨®n de los cosecheros exportadores de tomates, que cortaron todos los accesos a la plaza de la Independencia con 20 camiones de gran tonelaje en protesta por el veto franc¨¦s al tomate espa?ol.

Esta acci¨®n dej¨® en un segundo plano las manifestaciones de estudiantes realizadas los pasados meses de diciembre, enero y febrero, e, incluso, las huelgas del Metro habidas en abril. Los cosecheros hab¨ªan cortado uno de los ejes principales de la ciudad y ello hizo que el atasco creciera, a lo largo de las siete horas que dur¨® el corte, hasta alcanzar, por el sur, la plaza de Legazpi, y, por el norte, la glorieta de Cuatro Caminos.

Plataforma urbana

"Lo sentimos por el pueblo de Madrid, pero si nos manifestamos en Murcia no arreglamos nada. Adem¨¢s, ya se sabe que todos los sectores usan la capital de Espa?a como plataforma de sus reivindicaciones", dec¨ªa durante la manifestaci¨®n uno de los portavoces de los cosecheros. Esta es la filosof¨ªa que mueve a los que apoyan al pueblo chileno, a los agricultores, a los delegados de Comisiones Obreras, a los polic¨ªas nacionales que protestan por la pol¨ªtica retributiva del Ministerio del Interior. Unos con autorizaci¨®n y otros sin ella, recorren itinerarios que tienen como ejes comunes el centro de la ciudad. Es decir: las plazas de Espa?a, Col¨®n, Cibeles, Alcal¨¢, Mayor y de la Villa y los paseos y calles del Prado, Recoletos, Castellana, Alberto Aguilera, Gran V¨ªa, Alcal¨¢, San Bernardo y Princesa.Ante el incremento de este tipo de actos, la delegaci¨®n del Gobierno en Madrid anunci¨® el mi¨¦rcoles su disposici¨®n a hacer p¨²blica diariamente la relaci¨®n de manifestaciones que cumplan todos los requisitos e inform¨® que hab¨ªa pedido al Ayuntamiento un plano de las calles en las que, a juicio de los responsables municipales, no deb¨ªa permitirse las manifestaciones.

Al d¨ªa siguiente, el ¨¢rea de Circulaci¨®n y Transportes hac¨ªa llegar a la delegada del Gobierno, Ana Tutor, un plano en el que se diferenciaban las v¨ªas que no deb¨ªan ser utilizadas nunca por los manifestantes, aquellas en las que se pod¨ªan permitir actos los s¨¢bados por la tarde y los dom¨ªngos, y las pertenecientes a la red b¨¢sica en las que la delegaci¨®n pod¨ªa autorizar actos seg¨²n la hora y el tramo solicitado.

"El plano remitido por el Ayuntamiento es excesivamente amplio", opina Ana Tutor. "Hay que perfilarlo, porque tampoco es posible fijar como no apitas para manifestaciones un n¨²mero tan importante de calles o eliminar ejes tan largos como Atochaplaza de Castilla y O'Donnell-Moncloa. Hay que tener en cuenta el derecho a manifestarse".

La intenci¨®n de la delegado del Gobierno es mantener en los pr¨®ximos d¨ªas una reuni¨®n con los responsables municipales para concretar un nuevo plan. "Creo que habr¨¢ que hacerlo tras un estudio calle por calle", apunta. "Querr¨ªa, adem¨¢s, que una vez fijado el plano definitivo y antes de proceder a su aplicaci¨®n, el acuerdo alcanzado fue refrendado por todos los partidos pol¨ªticos representados en el Ayuntamiento de Madrid en el transcurso de un pleno municipal", dice Tutor.