Fracaso en la reuni¨®n de la CE para buscar un acuerdo sobre radiactividad en los alimentos

El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea (CE) fracas¨® anoche en un nuevo intento para alcanzar un acuerdo sobre los niveles de radiactividad permitidos en los alimentos. Este fracaso en la reuni¨®n de Bruselas obligar¨¢ previsiblemente a cada miembro a aplicar normas nacionales que perturbar¨¢n el comercio agr¨ªcola y alimentario en la CE.

El r¨¦gimen vigente desde que en abril de 1986 tuvo lugar el accidente de la central nuclear sovi¨¦tica de Chernobil expir¨®, despu¨¦s de varias pr¨®rrogas, el pasado 31 de octubre, y aquel d¨ªa 11 pa¨ªses acordaron aplicarlo unilateralmente hasta ayer. Grecia lo derog¨® con el fin de forzar as¨ª una soluci¨®n para las 600.000 toneladas de cereales radiactivas que tiene almacenadas.La actual presidencia danesa del Consejo de Ministros propon¨ªa, por un lado, aprobar de nuevo, por un per¨ªodo de tiempo de uno a dos a?os un r¨¦gimen similar al hasta ahora en vigor para seguir protegiendo a la poblaci¨®n de las consecuencias de Chernobil y permitir el comercio intracomunitario.

Algunas capitales, como Par¨ªs, s¨®lo estaban, sin embargo, dispuestas a aceptar esta nueva pr¨®rroga si previamente los doce acordaban las normas de radiactividad tolerable en tiempos de crisis y provocada por un nuevo accidente nuclear.

Francia, el Reino Unido y Espa?a, representada ayer por su embajador ante la CE, Carlos Westendorp, consideran que si se reproduce un escape como el de Chernobil, los criterios que aplicar deben de ser m¨¢s flexibles, so pena de imposibilitar la venta de muchos alimentos.

La presidencia danesa propon¨ªa justamente, con el respaldo de la Comisi¨®n Europea, que los nuevos ¨ªndices de radiactividad permitidos fuesen de 800 bequereles por litro de agua, 1.000 por litro de leche, 1.250 para los dem¨¢s alimentos y 2.500 en piensos para animales. Ahora son de 370 por litro de leche y en los alimentos para ni?os y de 600 para los dem¨¢s alimentos.

Otro bloque de pa¨ªses, encabezado por Alemania Federal, cuyos representantes est¨¢n sometidos a la presi¨®n de los verdes, m¨¢s Holanda y Luxemburgo, estimaban que estas ¨²ltimas normas son incluso demasiado laxas, y preconizaban la introducci¨®n de criterios m¨¢s estrictos, inspirados en los que est¨¢n en vigor en Estados Unidos y Jap¨®n, que limitan la radiactividad autorizada a 370 bequereles para cualquier tipo de alimento.

Grecia, por ¨²ltimo, condicionaba su apoyo a cualquier compromiso a que la Comunidad se hiciese cargo de sus 600.000 toneladas de trigo contaminadas, que desear¨ªa exportar a Italia, por lo menos parcialmente, para que el grano all¨ª molido pierda su envoltorio, donde se concentra la radiactividad, y sean transformados en una pasta cuyo ¨ªndice de bequereles se sit¨²e por debajo de las normas fijadas. La Comisi¨®n Europea ha dado a entender que podr¨ªa hacer un esfuerzo financiero para aliviar a Atenas.

De la decisi¨®n tomada en Bruselas depende tambi¨¦n la radiactividad permitida en las exportaciones agr¨ªcolas de los Estados miembros hacia pa¨ªses terceros, sobre todo del Tercer Mundo, que tantas veces se han quejado de recibir alimentos contaminados.