Inquietud en el para¨ªso
El secuestro de Melodie Nakachian ha puesto de relieve los problemas de seguridad en la Costa del Sol
El secuestro de la ni?a de cinco a?os Melodie Nakachian conmocion¨® la Costa del Sol. Inversionistas, promotores tur¨ªsticos, mafiosos, hoteleros, polic¨ªas, autoridades pol¨ªticas, todo el mundo estaba pendiente del desenlace del caso. Cuando 30 geo liberaban, a las 5.15 del viernes, a la peque?a sana y salva, un inmenso suspiro de alivio recorri¨® toda la costa. Pero el secuestro tambi¨¦n puso de relieve la imprevisi¨®n del Ministerio del Interior: s¨®lo ocho inspectores se enfrentan al crimen organizado en la Costa del Sol, un para¨ªso para disfrutar del dinero il¨ªcito, mover los hilos de las bandas internacionales y aprovechar los mil resquicios sin control para introducir droga en Espa?a.
La Costa del Sol ha sido hasta ahora un oasis que nadie se ha atrevido a poner en entredicho. Sin embargo, el secuestro de la hija del multimillonario liban¨¦s Raymond Nakachian y de la cantante coreana Kimera ha roto el espejismo. El Gobierno, hasta ahora despreocupado, empieza a preocuparse. Los mafiosos est¨¢n recelosos, pero conf¨ªan en que vuelva la normalidad; ha ocurrido otras veces y no hay que perder la calma.Pero para luchar contra el crimen organizado s¨®lo hay destinados en M¨¢laga ocho inspectores, que deben ocuparse de miles de individuos y de tratar de controlar un sinn¨²mero de operaciones aparentemente legales. Estos funcionarios reciben el apoyo de otro grupo de especialistas, encuadrados en la Brigada Central de Polic¨ªa Judicial, y de grupos similares que tienen su base en Valencia, Barcelona, Madrid, Santander y Sevilla. En total, poco m¨¢s de un centenar de inspectores para intentar frenar a las organizaciones que operan casi con total impunidad en Espa?a. "El problema no es la informaci¨®n", dice un inspector; "tenemos un nivel de informaci¨®n muy alto, pero no podemos desarrollarla por falta de medios y personal".
La polic¨ªa alberg¨® esperanzas de dotarse de mejores medios cuando se solucion¨® el caso del robo del oro de una importante empresa de seguridad de Londres, cuyos autores fueron detenidos en la Costa del Sol. "Entonces pensamos que se iban a tomar en serio el problema de las redes delictivas internacionales. Muchas promesas y al final todo se resumi¨® en que el grupo de M¨¢laga aument¨® de seis a ocho inspectores", dice el mismo agente.
La imagen de para¨ªso del ocio de la Costa del Sol, y de Marbella en particular, se ha resentido sin duda por el secuestro. "Gracias a Dios que la eficacia policial ha salvado en gran parte esa imagen negativa", afirma el alcalde de Marbella, el socialista Alfonso Ca?as.
"Yo no tengo constancia de ello, porque el rapto sucedi¨® en el t¨¦rmino municipal de Estepona y todas las investigaciones y contactos se han hecho con el alcalde de esa localidad, Manuel S¨¢nchez Bracho", afirma Ca?as, "pero estoy seguro de que debe de haber existido una profunda inquietud en el Gobierno". Prueba de esa inquietud fue destinar desde Madrid con la exclusiva misi¨®n de resolver el secuestro a algunos de los mejores polic¨ªas espa?oles.
El ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, orden¨® personalmente al comisario general de Polic¨ªa Judicial, Pedro Rodr¨ªguez Nicol¨¢s, que se pusiese al frente de las investigaciones hasta resolver el caso.
Hablar de retraimiento de las inversiones o de huida del turismo es mentar la bicha en una provincia que vive por y para el turismo. El alcalde de Marbella niega que los hechos delictivos de resonancia internacional puedan tener una influencia negativa, al menos inmediata. "Yo creo que el retraimiento de la inversi¨®n y de la llegada de turistas por hechos como ¨¦ste son temores irracionales. La gente sabe y comprende que en zonas donde se mueve mucho dinero tambi¨¦n hace acto de presencia la delincuencia organizada", se?ala Alfonso Ca?as, quien agrega: "Para lo que s¨ª creo que ha servido el caso Melodie es para dar una fuerte llamada de atenci¨®n a la polic¨ªa, porque es necesario una mayor vigilancia policial, pero tambi¨¦n para los propios delincuentes, que han visto que las cosas no les salen bien, y para los ciudadanos, que se han tranquilizado mucho al comprobar la eficacia de las Fuerzas de Seguridad del Estado".
Nadie pone en duda la eficacia policial en determinados casos, aunque en otros no sea tanta. Un profesional de la informaci¨®n reservada, pfofundo conocedor de los bajos fondos de toda la Costa del Sol, recordaba que la imagen id¨ªlica del nunca pasa nada empez¨® a resquebrajarse hace a?os: "El atraco del Banco de Andaluc¨ªa se resolvi¨®, lo que fue un alivio para los miles de personas que tienen importantes intereses econ¨®micos en la costa".
Casos no resueltos
"Pero ha habido otros muchos casos que no se han resuelto: la muerte de dos filipinos; la extra?a desaparici¨®n de un magnate liban¨¦s del que apenas se insinu¨® su relaci¨®n con el tr¨¢fico de armas, pero que es un detalle que la gente enterada conoce; la muerte de un mafioso que apareci¨® calcinado en un descampado...".
Son casos que la gente olvida en seguida, pero tal vez no los olviden tan f¨¢cilmente los que tienen que decidir en qu¨¦ parte del mundo invierten miles de millones, sea dinero blanco, sea dinero negro.
Esta misma persona, que lleva a?os observando el mundo oculto que se mueve bajo la aparente tranquilidad malague?a, es rotunda al afirmar: "Digan lo que digan, el secuestro y todos los dem¨¢s casos han hecho da?o a la Costa del Sol. Est¨¢ ya muy claro para todo el mundo que ¨¦ste es el refugio de los grandes delincuentes, adem¨¢s de un seguro puerto de entrada para el tr¨¢fico de drogas en gran escala y el blanqueo de dinero negro. Otra cosa es que la presencia de la delincuencia organizada sea algo inevitable aqu¨ª, como lo es en Niza, en Montecarlo o en cualquier lugar donde el dinero fluye y se mueve en enormes cantidades y sin excesivo control".
Y siempre el mismo suspiro
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