La guerra por la presidencia de la entidad en los ¨²ltimos ejercicios
La concentraci¨®n de poder en el Banco Central en la persona del presidente de la entidad, Alfonso Esc¨¢mez, ha sido motivo de fuertes ataques y de complejas maniobras de defensa que han ido desde la defenestraci¨®n de algunos hombres de confianza hasta la b¨²squeda desesperada de escudos de suficiente entidad. lodo ello ha sido posible mientras la situaci¨®n interna del banco no permit¨ªa realizar asaltos directos a los centros del poder y no hab¨ªa nadie que quisiera aparecer como propietario de un paquete significativo de acciones de la entidad.Hasta hace poco m¨¢s de un a?o los consejos de administraci¨®n de los grandes bancos nacionales, con los presidentes a la cabeza, no s¨®lo del Central, han tenido que luchar contra las autoridades econ¨®micas y no contra enemigos potenciales de dentro o de fuera. Pero el alza de las bolsas espa?olas, los excedentes empresariales generados y la p¨¦rdida al miedo a aparecer como inversores con deseos de arriesgar han hecho que las cosas cambiaran. El Banco de Espa?a no se preocupa ya en la misma medida que antes, por ejemplo, del nivel autocartera de las entidades. All¨¢ ellas, dentro de unos l¨ªmites, con lo que hacen y en qu¨¦ medida est¨¢n dispuestas a reducir sus fondos propios.
Los problemas surgen cuando los inversores de cierta consideraci¨®n anuncian, de forma m¨¢s o menos amistosa, que ellos han puesto cantidades importantes de dinero para que se les tenga en cuenta a la hora de las decisiones estrat¨¦gicas de las entidades o de la pura gesti¨®n diaria. Algo de eso es lo que ha ocurrido en el ¨²ltimo a?o y medio en el Banco Central y en otras instituciones. Alfonso Esc¨¢mez logr¨® sortear las presiones exteriores mediante el nombramiento de Luis Coronel de Palma como vicepresidente del banco y el de Epifanio Ridruejo como primer ejecutivo. Se frenaba el intento de que fuera Jos¨¦ Ram¨®n ?lvarez Rendueles el m¨¢ximo ej e?cutivo.
Pero la entrada de KIO y la que ahora se ha producido de Construcciones y Contratas han roto el escudo de defensa que se hab¨ªa instrumentado. No es ya que el poder pol¨ªtico presione m¨¢s o menos sobre la entidad.Problemas internos
El problema surge cuando es el poder econ¨®mico interno, el principal accionista a bastante distancia del segundo, el que puede pedir con el paso del tiempo una cuota de poder dentro de la entidad. Por ahora no es ¨¦ste el objetivo declarado de los nuevos accionistas, aunque en medios del sector financiero se se?ala que la jugada no es a corto plazo sino a medio y que lo que se ha dejado cerrado por ahora es la sucesi¨®n de Alfonso Esc¨¢mez, que no puede tardar un n¨²mero excesivo de a?os. Ser¨¢n los Albertos, si no se producen movimientos m¨¢s violentos de inversores, quienes decidan el nombre del sustituto del Presidente que m¨¢s presiones ha resistido desde fuera y que tambi¨¦n ha mostrado mayor capacidad de resistencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.