Europa tendr¨¢ que gastar mas en su propia defensa

Los pa¨ªses europeos de la OTAN tendr¨¢n que asumir un mayor protagonismo en la defensa de Europa, en la que EE UU puede verse obligado a disminuir su participaci¨®n a causa de su mala racha econ¨®mica. Las repercusiones que pueden tener para los aliados europeos los problemas presupuestarios norteamericanos han sido uno de los principales temas debatidos a lo largo de los dos d¨ªas de reuniones que los titulares de Defensa de la OTAN han celebrado en Bruselas en el marco del Comit¨¦ de Planes de Defensa (CPD). Ni que decir tiene que, como lo hicieron sus homologos de Asuntos Exteriores, los ministros manifiestan en su comunicado final su "satisfacci¨®n y su pleno apoyo" al acuerdo sobre eliminaci¨®n de los misiles de alcance intermedio que el presidente Ronald Reagan y el secretario general Mijail Gorbachov fimar¨¢n en Washington el martes.

"No podemos contar con que el peso de la defensa atl¨¢ntica recaiga esencialmente sobre uno de sus miembros, como suced¨ªa hasta ahora", declar¨® al t¨¦rmino del CPD el secretario general de la OTAN, lord Carrington, antes de afirmar que "los europeos son conscientes de que deber¨¢n hacer mayores esfuerzos para compartir la carga".En su primera comparecencia en una reuni¨®n de la Alianza, el reci¨¦n nombrado secretario de Defensa norteamericano, Frank Carlucci, tuvo la ingrata tarea de exponer a sus hom¨®logos las reducciones presupuestarias que afectar¨¢n a su departamento. "He explicado las dificultades que esto conlleva", afirm¨® el jefe del Pent¨¢gono ayer ante la Prensa, y precis¨® a continuaci¨®n que el gasto de defensa estadounidense disminuir¨ªa probablemente en un 3,6% el a?o pr¨®ximo y en un 0,8% el siguiente.Los socios europeos de Washington no parecen, sin embargo, dispuestos a compensar a corto plazo el ahorro que Estados Unidos se dispone a hacer, y el propio Carrington lament¨® ayer p¨²blicamente que las "perspectivas no sean buenas", porque s¨®lo cuatro pa¨ªses -Italia, Turquia, Noruega y Luxemburgo- han anunciado para 1988 aumentos de su presupuesto de defensa que supe ren el 3% en t¨¦rnimos reales, tal y como recomienda la OTAN.

Con menos dinero

Un paliativo a esta situaci¨®n consiste, seg¨²n Carlucci, en intentar, a pesar de todo, "alcanzar los mismos objetivos con menos dinero", mejorando la cooperaci¨®n y la coordinaci¨®n y no en balde el comunicado final menciona, por primera vez, el necesario planeamiento en materia de armas convencionales. "Si hubi¨¦semos emprendi do este proyecto hace diez a?os", comentaba un diplom¨¢tico acreditado ante la Alianza, "no tendr¨ªamos las actuales dificultades de identificaci¨®n entre amigos y enemigos y no correr¨ªamos el riesgo, en caso de conflicto, de derribar hasta el 60% de las fuerzas a¨¦reas adscritas a la OTAN por las defensas antia¨¦reas de sus propios Estados miembro".A pesar del inicio de una etapa de vacas flacas, tanto Carrington como Carlucci se resistieron a evocar una posible disminuci¨®n de la presencia militar norteamericana en el Viejo Continente, y el secretario de Defensa se esforz¨® incluso por rectificar unas declaraciones suyas a bordo del avi¨®n que le transportaba a la capital belga en las que no quiso descartar que las tropas de Estados Unidos deban ser reducidas.

Tono apaciguador

"No creo que esto se llegue a producir", declar¨® en tono apaciguador el secretario general, despu¨¦s de haber escuchado a Carlucci, que en su conferencia de prensa prometi¨® "hacer todo lo que est¨¦ en mi mano para que no tenga lugar". Pero el m¨¢ximo responsable del Pent¨¢gono tambi¨¦n se cur¨® en salud al indicar que "no hab¨ªa recibido a¨²n todos los informes sobre las incidencias de los recortes presupuestarios. El Pent¨¢gono, a?adi¨® Carlucci, "no tiene que atender s¨®lo a la OTAN, aunque ¨¦sta es prioritaria porque est¨¢ en el coraz¨®n de nuestra estrategia". "Pero ser¨ªa absurdo que yo dijese, a la hora de recortar, que tal y tal programa no se pueden tocar".Carlucci di¨® ayer su bendici¨®n al acercamiento entre Par¨ªs y Bonn en materia de defensa. Reconoci¨® que algunos miembros de la OTAN estaban preocupados por los crecientes v¨ªnculos militares entre Francia y la RFA. Pero, "personalmente", dijo creer que este acrecamiento es "quiz¨¢s deseable", pues "cuanto mayor la cohesi¨®n en la parte europea de la Alianza, m¨¢s fuerte es la Alianza".