El ex director de Carabanchel dice que ocult¨® al juez la gravedad del 'caso Rueda' para evitar un mot¨ªn
Eduardo Cantos Rueda, director de la c¨¢rcel de Carabanchel en marzo de 1978, cuando se produjo una paliza mortal al joven anarquista Agust¨ªn Rueda y resultaron lesionados otros siete reclusos, reconoci¨® ayer, en la primera sesi¨®n del juicio celebrado por estos hechos, que ocult¨® inicialmente al juez de guardia la gravedad de lo sucedido en evitaci¨®n de un mot¨ªn en la c¨¢rcel. Eduardo Cantos neg¨® que hubiera ordenado a los funcionarios utilizar porras de goma u otros medios violentos en los interrogatorios a los internos para averiguar el origen de un t¨²nel descubierto en la prisi¨®n.
Pasadas las siete de la tarde, una falsa amenaza de bomba oblig¨® a suspender el juicio, que se reanudar¨¢ hoy.La vista estuvo precedida de algunos momentos de crispaci¨®n entre los 12 procesados y los familiares y compa?eros del joven anarquista que aguardaban a la puerta de la sala de audiencias. Los acusados -que escucharon gritos de "asesinos", "cerdos torturadores" y "cobardes"- se encuentran en libertad desde 1979. Varios de sus abogados son de conocida ideolog¨ªa ultraderechista.
J¨®venes de CNT arrojaron octavillas en los alrededores del Palacio de Justicia, en las que condenaban la muerte de Agust¨ªn Rueda y los 10 a?os de retraso en el juicio.
Poco despu¨¦s de las 11.30 comenz¨® la vista -que seguir¨¢ hoy-, con la sala de audiencias repleta de p¨²blico y periodistas, a quienes el presidente de: la Secci¨®n Primera de la Audiencia Provincial permiti¨® torriar im¨¢genes del juicio. Once de los procesados -el director y, el subdirector, siete funcionarios y los dos m¨¦dicos de la c¨¢rcelse sentaban en el banquillo, mientras que el funcionario Hermenegildo P¨¦rez Bola?os, dada su condici¨®n de abogado, ocupaba, con toga, un lugar en estrados. El primer momento de tensi¨®n en la sala se produjo cuando el abogado de Eduardo Cantos se?al¨® que la declaraci¨®n de su defendido duraba ya cuatro horas, y a?adi¨®: "Doy siete minutos para que acabe". El presidente del tribunal, Carlos Mar¨ªa Entrena, que dirigi¨® el juicio con gran autoridad, cort¨® en seco al letrado: "?Usted no da nada! Soy yo quien preside la vista".
El incidente de Rueda
En la declaraci¨®n de Eduardo Cantos, a preguntas del fiscal y de los acusadores particulares, el ex director de la c¨¢rcel mantuvo una versi¨®n de los hechos seg¨²n la cual el 13 de marzo de 1978, a causa del descubrimiento de un t¨²nel en la s¨¦ptima galer¨ªa, orden¨® una investigaci¨®n y el env¨ªo de los sospechosos a celdas de aislamiento. Con ocasi¨®n de esta iniciativa, tuvo noticias de "un incidente" con el recluso Agust¨ªn Rueda, quien, seg¨²n ese relato, fue golpeado reglamentar? amente por los funcionarios, y al d¨ªa siguiente falleci¨®. Cantos reconoci¨® que, adem¨¢s de dirigir la prisi¨®n, en la noche del 13 al 14 de marzo le correspond¨ªa la funci¨®n denominada de "incidencias", a pesar de lo cual declar¨® no haberse enterado de los hechos.El ex director de la c¨¢rcel eludi¨® su responsabilidad en los hechos por los que se encuentra procesado, mediante la declaraci¨®n reiterada de que el responsable de la investigaci¨®n por el hallazgo del t¨²nel era el subdirector Antonio Rubio V¨¢zquez, tambi¨¦n procesado, y explic¨® que quien se relacionaba directamente con los funcionarios era el jefe de servicio, Luis Lir¨®n, ya fallecido.. Cuando un acusador le record¨® que los funcionarios hab¨ªan declarado que ¨¦l orden¨® interrogar utilizando las gomas, Cantos contest¨®: "Lo dir¨ªan para ampararse en el director, para disculparse ellos".
Seg¨²n la declaraci¨®n de Eduardo Cantos, aunque asisti¨® en el despacho del jefe de servicios al interrogatorio a los reclusos Jos¨¦ Luis de la Vega y Pedro Garc¨ªa Pe?a, se encontraba de espaldas hablando por tel¨¦fono, no observ¨® que se golpeara a los internos y atribuy¨® a las promesas realizadas al segundo de ellos el hecho de que facilitara una lista de sospechosos de haber participado en la construcci¨®n del t¨²nel. Seg¨²n reconoci¨®, tal lista coincide con otra elaborada con anterioridad por la direcci¨®n en la que figuraban los reclusos considerados m¨¢s conflictivos. El ex director de la c¨¢rcel de Carabanchel no pudo contestar satisfactoriamente por qu¨¦ no dio cuenta inmediata al juez de guardia del descubrimiento del t¨²nel, la muerte violenta de Agust¨ªn Rueda, las lesiones a otros siete reclusos o la negativa de los funcionarios a emitir un parte sobre los hechos.
Cantos se excus¨® diciendo que esas noticias pod¨ªan producir un mot¨ªn".
Tampoco pudo explicar por qu¨¦ comunic¨® finalmente al juez de guardia, tras consultar con los m¨¦dicos que hab¨ªan examinado el cad¨¢ver, que ¨¦ste presentaba "algunos s¨ªntomas de ligeras lesiones". El acusador pregunt¨® que c¨®mo pudo hacer esta definici¨®n de un cad¨¢ver con aquel aspecto "terror¨ªfico y brutal". Eduardo Cantos contest¨® con aplomo: "No era terror¨ªfico ni brutal; ten¨ªa muchos hematomas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.