Expectaci¨®n desbordada

La expectaci¨®n en la ¨²ltima jornada del Mundial de ajedrez desbord¨® todas las previsiones. Cientos de personas se congregaron desde media mafiana en los aleda?os del Casino de la Exposici¨®n para intentar conseguir una entrada. Muchos tuvieron que conformarse con aplaudir a los contendientes a su llegada y regresar raudos a sus domicilios para contemplar la partida por televisi¨®n.La llegada de Karpov fue apote¨®sica. Gritos de "torero, torero" acompa?aron al aspirante hasta su asiento en el escenario. Una vez all¨ª, la ovaci¨®n fue cerrada, aunque dur¨® unos segundos menos que la recibida anteriormente por Kasparov, que, como ha sido habitual durante la competici¨®n, ya estaba sentado.

El inicio del desenlace de este campeonato se vivi¨® con gran tensi¨®n en el interior del teatro Lope de Vega desde una hora antes del comienzo de la ¨²ltima partida. Ayer hubo m¨¢s fot¨®grafos que nunca. La organizaci¨®n incluso dej¨® que ¨¦stos, al finalizar los tres minutos que les permite el reglamento para hacer fotos, se situasen en la primera fila de asientos para esperar el final y poder captar la ¨²ltima instant¨¢nea del mundial.

Cuando comenz¨® la partida, el ¨¢rbitro del encuentro, el holand¨¦s Geurt Gijssen, se situ¨® como de costumbre a la derecha del escenario. Desde all¨ª, dirigi¨® a las azafatas que situaban al p¨²blico en sus asientos. Les transmit¨ªa mediante un curioso alfabeto de se?as la situaci¨®n de algunos espectadores, que, ante la pasividad del juego en los momentos iniciales, alborotaban, hablabanal o¨ªdo o molestaban a los jugadores, siempre seg¨²n el criterio de Gijssen.

Fuera del teatro, en la sala de an¨¢lisis, el gran maestro sovi¨¦tico Guifeld era ovacionado una y otra vez en sus comentarios por el numeroso p¨²blico asistente.