Fusilamiento gr¨¢fico
El mi¨¦rcoles 9 de diciembre, EL PA?S public¨® un gr¨¢fico del escenario de la cumbre celebrada en Washington entre Gorbachov y Reagan. "Es realmente precioso y explicativo", dice de ¨¦l Jos¨¦ Luis M. Albertos, catedr¨¢tico director del departamento de la facultad de Ciencia de la Informaci¨®n de la universidad Complutense. Pero a?ade: "Es un refrito escandaloso del gr¨¢fico que publica USA-Today". Y lleva raz¨®n. El trabajo del diario estadounidense estaba firmado por Bill Baker y era el "resultado de una investigaci¨®n cartogr¨¢fica hecha a conciencia" por el propio peri¨®dico.A la vista de ambos trabajos, lo que Albertos califica de refrito -la palabra refrito suele referirse m¨¢s com¨²nmente a la obra literaria rehecha o de nuevo aderezada- puede traducirse por lo que, en sentido figurado y en la jerga period¨ªstica, se denomina fusilamiento, es decir, una copia de trozos o ideas de un original ajeno sin citar el nombre del autor.
El subdirector de EL PA?S, Miguel Angel Bastenier, reconoce que el gr¨¢fico estaba directamente inspirado en el aparecido en el diario USA-Today, "aunque no puede decirse", a?ade, "que fuera una copia al carb¨®n". Estaba previsto,, explica, reconocer, "con una referencia en el pie, la existencia del dibujo original, lo que por error no se hizo", y s¨®lo apareci¨® la firma Aznar/Palacio: "No es nuestra pol¨ªtica trasladar ideas de otras publicaciones sin el reconocimiento de fuentes".
Reconocer y mencionar las fuentes de una informaci¨®n es una de las normas de redacci¨®n que recoge el Libro de estilo de EL PA?S. El gr¨¢fico no era, en efecto, una "copia al carb¨®n", pero tampoco una simple inspiraci¨®n del original: era el equivalente a una cita casi literalmente textual. Fusilar la obra ajena puede ser una manera de hacer el elogio de su autor; pero, en este caso, el elogio hubiera resultado m¨¢s expl¨ªcito con la menci¨®n de su nombre.
Dato no contrastado
El jefe de la Polic¨ªa Municipal de Colmenar Viejo (Madrid), Conrado Guerrero Vaquero, se qued¨® perplejo cuando ley¨® en EL PA?S, en un reportaje del 26 de noviembre ¨²ltimo, que su padre estaba internado en una residencia privada para ancianos ubicada en el lugar. El asunto central de la informaci¨®n, firmada por Amelia Castilla, giraba en torno a las condiciones inh¨®spitas de las residencias Las Torres, donde 21 ancianos y enfermos viven hacinados.Amelia Castilla recog¨ªa las declaraciones de Francisca Uceda, directora del centro, quien, como ejemplo del cuidado que se presta a los residentes, asegur¨®: "La atenci¨®n no puede ser mejor, y una prueba de ello es que el padre del jefe de polic¨ªa de Colmenar est¨¢ internado aqu¨ª".
Conrado Guerrero ha escrito al peri¨®dico para dejar las cosas en su sitio: "Mis padres, ambos de 56 a?os de edad, viven tranquilamente en un peque?o pueblo de la provincia de Cuenca, el cual dista 170 kil¨®metros de Colmenar".
Amelia Castilla explica que el dato le fue facilitado "por una fuente autorizada e identificada en la informaci¨®n, cuya veracidad no ten¨ªa por qu¨¦ poner en duda, ya que no hablaba sobre un aspecto controvertido sino que facilitaba una informaci¨®n precisa avalando el funcionamiento de las residencias".
"Nunca pens¨¦", se excusa Amelia Castilla, "que la ¨²nica persona autorizada para informar sobre la identidad de las personas internadas me iba a suministrar un dato incierto de estas caracter¨ªsticas".
Sin embargo, el dato result¨® bien incierto. Se pone una vez m¨¢s de manifiesto la necesidad de contrastarlo todo, m¨¢xime en este caso concreto, cuando en la propia residencia pod¨ªa haber verificado la identidad de quien se dec¨ªa ser nada menos que el padre del jefe de la Polic¨ªa Municipal del lugar. "La rapidez con la que tuve que escribir el reportaje y las dificultades que una informaci¨®n de este tipo entra?a me impidieron comprobar la identidad con el enfermo.", explica la redactora.
Titulares sin sentido
Roberto Fern¨¢ndez Garc¨ªa escribe al defensor de los lectores quej¨¢ndose de que, con frecuencia, algunos titulares de EL Pa¨ªs son confusos, no tienen sentido y est¨¢n poco elaborados. Por ejemplo, se?ala, el 9 de noviembre, en la secci¨®n de Internacional, se titulaba: "Francia expulsa a Gab¨®n a 14 iran¨ªes opositores al r¨¦gimen de Jomeini". Fern¨¢ndez dice que, despu¨¦s de leerlo detenidamente, le queda la duda de si Francia expulsa a Gab¨®n o a los iran¨ªes opositores; que crea confusi¨®n, y que la frase "suena mal y puede agotar las existencias de la letra a". Maril¨® Ruiz de Elvira, redactora jefe de la secci¨®n, no est¨¢ de acuerdo con el lector. "Por m¨¢s detenidamente que lo leo", dice, "sigo entendiendo lo mismo: que los iran¨ªes fueron expulsados a Gab¨®n".Otro ejemplo de titular confuso, seg¨²n el lector: "D¨ªaz Herrera se declara culpable en un juicio en su contra en Panam¨¢". El comunicante apostilla: "Generalmente, y en la justicia de casi todos los pa¨ªses, se suele declarar culpable o inocente el o al acusado, y ¨¦ste suele tener siempre el juicio en su contra; rara vez se declara culpable en un juicio el conserje, el testigo o el juez". Acerca de este titular, Ruiz de Elvira s¨ª admite que, "evidentemente, es bastante malo, por no decir muy malo".
En cualquier caso, las normas de redacci¨®n establecen que los titulares de EL PA?S han de ser inequ¨ªvocos y concretos. No siempre se consigue.
Presunci¨®n de inocencia
Jos¨¦ Lara Cruz, de 64 a?os de edad, est¨¢ a disposici¨®n judicial como presunto autor de un delito de estafa, seg¨²n informaci¨®n facilitada por la polic¨ªa. As¨ª lo se?alaba EL PA?S el pasado d¨ªa 1. En un p¨¢rrafo de la noticia se dec¨ªa: "El estafador (... ) fue detenido (...) y reconocido por los afectados".Nadie es culpable de algo mientras no medie sentencia firme de un tribunal. Jos¨¦ Lara Cruz, pues, es presunto o supuesto estafador. As¨ª debi¨® decirse y as¨ª pide el interesado que se haga constar. No se han cumplido las normas que se?ala el Libro de estilo, que especifica tambi¨¦n que s¨®lo se es acusado de algo cuando ha sido abierto el correspondiente sumario.
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