Avances para preservar de contagio al feto en mujeres embarazadas afectadas de SIDA
El tratamiento de mujeres embarazadas contaminadas con el viruis del SIDA HIV con gammaglobulina conteniendo anticuerpos espec¨ªficos artificiales puede pieservar al feto del contagio y de esta manera impedir la creciente difusi¨®n de la enfermedad en los reci¨¦n nacidos.Esta afirmaci¨®n fue formulada por el profesor norteamericano Arye Rubinstein en la asamblea anual de m¨¦dicos que se ha desarrollado en Suecia. El profesor Rubinstein trabaja en el colegio de medicina Albert Einstein, en Nueva York, y expuso su experiencia al respecto, sugiriendo a sus colegas suecos el tratamiento con dichos anticuerpos durante todo el per¨ªodo de gestaci¨®n en mujeres afectadas por el virus.
Seg¨²n el mencionado profesor, dichos anticuerpos monoclonales tienen propiedades inhibiterias de la producci¨®n del virus por v¨ªa de las mamas. Las experiencias realizadas hasta ahora son prometedoras, en opini¨®n de Arye Rubinstein, pero el profesor dijo que a¨²n faltan a?os de investigaci¨®n para tener conclusiones definitivas.
Un segundo aspecto importante, a juicio de Rubinstein, es encontrar un m¨¦todo para la producci¨®n en gran escala de los anticuerpos artificiales espec¨ªficos, lo que hasta ahora no ha sido posible.
El profesor Arye Rubinstein es uno de los pioneros en las investigaciones del contagio del SIDA en ni?os, y describi¨® a sus colegas suecos un panorama inquietante respecto a su pa¨ªs, y especialmente a la ciudad de Nueva York, sobre el n¨²mero de ni?os contagiados por su madre.
Seg¨²n los datos aportados por el mencionado profesor, s¨®lo en Nueva York la cifra del contagio de ni?os por SIDA es de 1.000 por a?o, con una tendencia de crecimiento tan espectacular que para 1991 se prev¨¦ que superar¨ªa los 10.000 casos anuales.
En Suecia se han comprobado hasta ahora 18 casos de beb¨¦s contagiados por su madre, uno de los cuales muri¨®, y se proyecta realizar la prueba del virus a todas las mujeres que se encuentren embarazadas. La enfermedad evoluciona en los ni?os mucho m¨¢s r¨¢pidamente que en los adultos, y las cifras de supervivencia son muy bajas.
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