_
_
_
_
Tribuna:LECTURAS DE A?O NUEVO
Tribuna
Art¨ªculos estrictamente de opini¨®n que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opini¨®n han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opini¨®n de personas ajenas a la Redacci¨®n de EL PA?S llevar¨¢n, tras la ¨²ltima l¨ªnea, un pie de autor ¡ªpor conocido que ¨¦ste sea¡ª donde se indique el cargo, t¨ªtulo, militancia pol¨ªtica (en su caso) u ocupaci¨®n principal, o la que est¨¦ o estuvo relacionada con el tema abordado

Por lo com¨²n, hasta la muerte

A¨²n en las librer¨ªas su antolog¨ªa narrativa Viento Sur (Alianza Editorial, pr¨®logo de Jorge Luis Borges), Qui?ones prepara un nuevo libro de relatos titulado Contrapuntos, porque contrapondr¨¢ a textos de lenguaje popular y temas cotidianos otros en muy distinta l¨ªnea culturalista y fant¨¢stica. A este grupo pertenece el que insertamos hoy, destacado como uno de los ganadores en el s¨¦ptimo concurso Sara Navarro, que se fall¨® en Madrid el pasado 10 de diciembre. El escritor gaditano ha ultimado dos novelas, en las cuales, como en el relato que sigue, se equilibran realismo y fantas¨ªa: El amor de Soledad Acosta y Encierro y fuga de san Juan de Aquitania.

M¨¢s que la idea de que ella desapareciera de su vida, lo incomod¨® alguna noche la de acabar no encontr¨¢ndola y verla s¨®lo as¨ª, seg¨²n llegaba, complet¨¢ndosele poco a poco. Como si adivinara esa aprensi¨®n, la mujer parec¨ªa entonces prodigarse; se hac¨ªa ver dos, tres d¨ªas seguidos, a veces en un corto plazo de horas, y Mario reca¨ªa en la esperanza de que iba por fin a escuchar el tono de su voz o de conocer su nombre.Ya estaba hecho a todo lo que m¨¢s le extra?¨® al principio: a que esa mujer, capaz de mostr¨¢rsele en cualquier momento, no le visitara los sue?os, a no verla acompa?ada nunca o a notarla, en ocasiones, desentendida de ¨¦l, oje¨¢ndolo, cuando m¨¢s, con una mirada contradictoriamente intensa y huidiza. Alg¨²n d¨ªa la sorprendi¨® en menesteres nada idealizables, chupeteando una cuchara, enderez¨¢ndose un tac¨®n por la calle con un moh¨ªn de apuro o cambi¨¢ndose una compresa en lo que deb¨ªa ser su cuarto de ba?o.INTIMIDADESPero nunca le choc¨® gran cosa avistarla en esas desairadas intimidades; de rom¨¢ntico o fant¨¢stico, bien poco hab¨ªa en ella desde sus primeros asomos, a pesar de aquellas fugaces visiones de sus ojos: al comienzo, nada m¨¢s que los ojos, inquietantes por solos, pero c¨¢lidos y tranquilos, apenas esbozadas las l¨ªneas de la cara como en unos tanteos de dibujante. Lo dem¨¢s se hab¨ªa ido revelando despacio: el rostro, el cuerpo vestido o en desnudez, sus maneras de estar, los atuendos, sencillos y al d¨ªa. Tan definida ya, que Mario no hubiera podido volver a confundirla igual que en septiembre, cuando, durante un vuelo a Casablanca, crey¨® reconocerla en un asiento delantero, y se sinti¨® en rid¨ªculo al levantarse y dirigirse, sin un buen pretexto, a otra que s¨®lo la evocaba en el perfil de la nariz y en la tersura del cabello casta?o.

Todo empez¨® muy poco antes del segundo y veloz descalabro amoroso del hombre: 12 a?os de matrimonio, 11 meses con una antigua amante y la resoluci¨®n, despu¨¦s, de no irse a vivir con el padre, instalarse en su estudio de Atocha y sufragar su soledad, que era tambi¨¦n la libertad, con el. trabajo, los amigos, los ligues volanderos.

Bien rebasados los 40, los viajes profesionales y su prosperidad de arquitecto independiente y prestigiado le ayudaban a cubrir el tiempo y a anteponer la memoria de sus amargores a la de sus agrados en vida de pareja. Qui¨¦n le hubiera dicho que, despu¨¦s del largo calvario con Ana, sin un hijo que lo paliase, aquella fervorosa relaci¨®n con Marina iba a romperse tan pronto, y con igual enemistad. Los ¨²ltimos d¨ªas de vivir con Marina, m¨¢s de un a?o ya, fue cuando empez¨® a mostr¨¢rsele ella, esa mujer atractiva, no muy bonita..., ?qui¨¦n? ?Y por qu¨¦ a ¨¦l, al escarmentado?

La ve¨ªa siempre sola por interiores o exteriores urbanos y como enmarcada en un espacio de l¨ªmites difusos, ce?ido a su figura y curiosamente integrado en lo que ¨¦l estuviera divisando. Sin embargo, esas irrupciones visuales y mudas, de unos segundos o, corno mucho, un par de minutos, no alarmaban ni desazonaban a Mario. Lo relajaban m¨¢s bien, y nunca se le ocurri¨® asociar la mujer a ciertos emblemas del cine o de la literatura de terror; en todo momento, por ejemplo, estuvo seguro de que no se trataba de alguien que ya hab¨ªa muerto, y aun pens¨® que ella parec¨ªa querer confirm¨¢rselo mediante pistas como la de hacerse ver atareada junto a un almanaque con el a?o y el mes en curso, o caminando ante la valla de un espect¨¢culo en cartel, lo que casi asegur¨® de paso a Mario que la mujer tambi¨¦n viv¨ªa en Madrid. Quitando lo s¨²bito de sus presentaciones y los extra?os encuadres, no hab¨ªa en ella datos fantasmales y, menos a¨²n, sombr¨ªos. Pero, sobre todo, el llano bienestar que le infund¨ªa mirarla, ya negaba todo matiz macabro.

Poco a poco, verla bloc y bol¨ªgrafo en mano o tecleando un ordenador, verla moverse por un apartamento muy peque?o, leer en la cama, telefonear entre sonrisas y ch¨¢charas que ¨¦l no pod¨ªa o¨ªr, le fue permitiendo al hombre suponerle unas situaciones: deb¨ªa trabajar de secretaria, vivir sola, llenarse las horas, como ¨¦l mismo, con aquellas amistades del tel¨¦fono. Un d¨ªa de agosto la descubri¨® tendida al sol en la arena de una playa ("de vacaciones, seguro") y hablando muy animada con alguien que, corno siempre, le ca¨ªa fuera de visi¨®n. "Tendr¨¢ un amor o un ligue fijo", pens¨® Mario, y casi le sobresalt¨® haberse dicho en seguida, medio en voz alta: "Pero tampoco quiere que yo lo conozca".

La hab¨ªa empezado a ver en marzo; hacia junio, ya estaba habituado a verla sin sorpresa, con un cierto inter¨¦s afectivo sumado a la cauta convicci¨®n de que deb¨ªa aceptar, lo deseara o no, las inesperables comparecencias de esa mujer m¨¢s bien baja, de ojos vivaces a la vez que serenos, muslos amplios e hirientes pechos chiquitos; una sotabarba rolliza, deslucida, no atribuible a sus a?os -10 o 12 menos que ¨¦l hab¨ªa llegado el hombre a calcularle-, y no s¨®lo pronta a menudear sus visitaciones cuando dudaba de ella, sino tambi¨¦n a demorarlas si lo empezaba a inquietar el miedo a cualquier posible y nueva dependencia. Mucho le cost¨® a Mario admitir que no pod¨ªa ser un invento de su soledad; se sab¨ªa nada fantasioso y, por supuesto, incapaz de so?ar despierto o de crearse un tipo femenino, adem¨¢s, del todo desobediente a los que siempre le atrajeron. Lleg¨® a una doble y resignada conclusi¨®n: no podr¨ªa comunicarse con, la mujer, y ella no parec¨ªa dispuesta a perderse de su vida.

Ni a sus amigos mejores, Lucas y los esposos Zapata, les hab¨ªa confiado Mario el tema; que lo creyesen descentrado le importaba menos que una inexplicable repulsi¨®n a exponer la mujer a especulaciones o divertimientos. Pero a comienzos de a?o conoci¨® en un hotel de T¨¢nger a un colega marroqu¨ª, parapsic¨®logo adem¨¢s de arquitecto, y le cont¨® que un vecino de su estudio llevaba algunos meses recibiendo las apariciones de una desconocida. Omiti¨® todo detalle comprometedor y termin¨® oyendo que sin ellos no cab¨ªa una respuesta medianamente seria, aunque el caso pod¨ªa tratarse de lo que el experto llam¨® una proyecci¨®n gen¨¦tica: alguna antepasada, quiz¨¢ remota, se le hac¨ªa involuntariamente visible a su vecino.

Mario agradeci¨® esa versi¨®n ancestral y descrey¨® de que le correspondiese. Aun as¨ª, lo turb¨® luego no haber sido m¨¢s preciso con el especialista, por no descubrirse, y todo fue afect¨¢ndolo hasta un extremo que en febrero y marzo pas¨® a ser casi insoportable; lo agravaron una larga ausencia de la mujer y sus torpes esfuerzos contra la desaz¨®n de no verla.

Solo en su estudio una ma?ana, decidi¨® librarse de ella como fuese. No sin cierta angustia, busc¨® al azar un psicoanalista en las p¨¢ginas amarillas, qued¨® en ir a verlo a las siete y, despu¨¦s del almuerzo, andaba tan a mal con la cita y tan resuelto a cumplirla que resolvi¨® matar el agobio en un cine.

La pel¨ªcula, de aventuras, inclu¨ªa a su mitad escenas de la caza de un le¨®n, y ella, la mujer,estaba en esa secuencia. Entreverada en aquel revuelo de negros que ultimaban con lanzas al le¨®n, y con un punto de acusatorio pesar en los ojos, que esta vez s¨ª lo miraban, fijos, como conociendo y reprochando su intenci¨®n de eliminarla. Despu¨¦s de verla, Mario aguant¨® otros 1,0 minutos. Luego cancel¨® su cita, telefoneando desde el cine mismo, y volvi¨® a pie al estudio.

A partir de esa tarde, las cosas parecieron agolp¨¢rsele. A urgencias de trabajo y a un percance automovil¨ªstico del padre se agreg¨® una insistencia en las visitas de la mujer, que en abril fueron casi diarias. En todas lo miraba ya tan de lleno como la tarde del le¨®n, y, en un amanecer de insomnio, Mario la vio llegarse a ¨¦l con un aire de consternada impotencia, tensa la cara y apretados los pu?os, quiz¨¢ indicando que le era imposible hacer m¨¢s por acerc¨¢rsele. Se reiteraban el peque?o apartamento y una blusa salm¨®n con una falda malva; Mario intuy¨® en esas repeticiones otra prueba del empe?o de ella en no ser olvidada ni confundida, y presinti¨® que todo deb¨ªa estar marchando hacia un final impredecible, pero pr¨®ximo.TENSIONESDos novedades aumentaron en mayo sus tensiones: la consstataci¨®n de que ya no andaba con mujeres ni para charlar y seis l¨ªneas de un libro de viajes olvidado hac¨ªa a?os en su revuelta biblioteca. Crey¨® haberlo sacado y abierto casualmente; luego pens¨®, con una conmoci¨®n sin miedo, que pod¨ªa ser la mujer, no el azar, quien le hab¨ªa impelido a tomarlo y a poner los ojos sobre ese p¨¢rrafo que lo mortificaba y consolaba, que tanto parec¨ªa decirle: En Punjab, la tribu ufriyya cree que cada hombre y mujer de la tierra cuenta con una pareja predestinada y ?nica. Creados para convivir, se buscan sin saberlo, por lo com¨²n, hasta la muerte, pues son contadisimos los que se encuentran, ya que el otro puede estar en la aldea inmediata como al lado opuesto del mundo. "Se buscan", no, modific¨® Mario: me busca.

Reley¨® esas palabras hasta sab¨¦rselas; le llenaban los d¨ªas. Apenas ver de nuevo a la mujer -muy ocupada en compras por, un supermercado-, la interpel¨® sobre ellas in mente al recibir su mirada, y crey¨® notarle un gesto casi inadvertible, un asomo de asentimiento que lo entristeci¨®: ella deb¨ªa estar poni¨¦ndolo todo en esa probable, oscura b¨²squeda pero su poder de comunicaci¨®n, aun tan netamente superior al de ¨¦l, tal vez no alcanzar¨ªa nunca a saltar los muros del distanciamiento, a hacerle llegar una sola contrase?a que les facilitar encontrarse. Mario sab¨ªa ahora que todo, desde su ausencia en los sue?os hasta el realismo, tosco a veces, con que se le presentaba la mujer, suger¨ªa un tes¨®n en que ¨¦l la tuviese por lo que era, no imagen ideal, sino de carne y hueso. Descubri¨® que ¨¦l tambi¨¦n pod¨ªa haberla estado aguardando apenas empezar a verla aguard¨¢ndola o aun busc¨¢ndola. Buscar, buscarse a ciega;. Desde el otro lado de la Tierra, o por un intrincado Madrid, entre millones de rostros y de pasos. Buscarse sin saberlo y, por lo com¨²n, hasta la muerte, como preven¨ªa la sentencia hind¨².

En la primera decena de junio vio sollozar a la mujer dos veces, mir¨¢ndolo. El trabajo hab¨ªa amainado y s¨®lo quer¨ªa dar con ella. Desech¨® la idea de intentar orientarla con anuncios en prensa, m¨¢s posibles deparadores de frustraciones y molestias que de otra cosa. Cans¨® su corpulencia recorriendo los barrios del centro. Visit¨® a un adivino caro, risiblemente solemne, y hasta recurri¨® a una cuartilla con su nombre y tel¨¦fono en trazos de rotulador grueso, que lleg¨® a llevar consigo, a sostener abierta ante el pecho mientras la mujer se le mostraba y a romper al fin, porque ella no parec¨ªa distinguirla y porque razon¨® que, de ser viables, la mujer ya habr¨ªa usado de artificios parecidos. Pero, aun con todo en contra, la esperanza y el distante calor de ella persist¨ªan, y a los momentos de des¨¢nimo suced¨ªan otros en los que Mario estaba cierto de acabar encontr¨¢ndola, y pensaba que gestionar su hallazgo por burdos m¨¦todos usuales no le conducir¨ªa a una soluci¨®n, previsiblemente tan inesperable y misteriosa como la mujer misma.

La ma?ana de irse a pasar 10 d¨ªas a Palma de Mallorca, Eva y Ra¨²l Zapata lo llamaron para proponerle que se les reuniese all¨ª. Le caer¨ªa bien ese descanso y adem¨¢s, insistieron, iba a ir con ellos una amiga de Getafe, "separada, agradable y muy liberal", que pod¨ªa gustarle conocer. Mario no prometi¨® nada, pero se hizo decir el hotel donde parar¨ªan y, a la tarde, decidi¨® salir para Mallorca. Su agencia de viajes, a dos pasos de su portal, sol¨ªa reservarle tambi¨¦n los alojamientos; Mario se duch¨®, baj¨® y pidi¨® un pasaje a¨¦reo y una reserva de hotel.

"Clase turista en el primer avi¨®n a Tenerife, con regreso abierto, y una habitaci¨®n individual en el Solaris de Santa Cruz", dijo.

No sab¨ªa que existiese ese ho tel y nunca le hab¨ªan atra¨ªdo las islas Canarias; record¨® la voz de Ra¨²l Zapata precis¨¢ndole por tel¨¦fono: "Estaremos en el Tres Torres, paseo Mar¨ªtimo de Palma".

El af¨¢n de atenuar la redonda ignorancia en que vivimos esta blece que, al decir una cosa cuando est¨¢bamos por decir otra, la verdad se ha impuesto a nuestras intenciones. Desconcertado, Mario quiso rectificar su pedido, pero no hizo m¨¢s que repetirlo, igual que si alguien se lo ordenara. Solamente anhelaba ahora que no hubiese problema para aquellos viajes y alojamiento reclamados como por otra voz; cuando la empleada se los confirm¨® y le entreg¨® el pasaje, el hombre ingres¨® en un bienestar que ya ten¨ªa casi olvidado y se esforz¨® en no pensar, en dejarse llevar por el seguro r¨ªo ineluctable de los hechos.

Ten¨ªa una hora para salir al aeropuerto; en el estudio, como un aut¨®mata, prepar¨® su parvo equipaje y, en un rel¨¢mpago tan breve que ni les permiti¨® mirarse, entrevi¨® a la mujer abriendo una maleta y disponiendo prendas sobre una cama que no era la de ella.

Un retraso de hora y media en el despegue fue lo ¨²nico que enerv¨® un poco durante el viaje a Mario. Logr¨® desistir de indagarse el porqu¨¦; se dijo que preguntarse eso o cualquier cosa era sumirse en otras e in¨²tiles c¨¢balas y zozobras. No pudo ya evitarlas a la llegada y opt¨® por abreviarlas tomando un taxi hasta el hotel Solaris.

En el trayecto, no muy largo, Mario volvi¨® anotarse en paz, tocada ahora por una reposada alegr¨ªa. La costa y los montes, los bermellones del crep¨²sculo, la vida entera, eran nuevos o distintos; se sent¨ªa en concordancia con todo y entendi¨® que, de ser mediod¨ªa o imperar la oscuridad y la lluvia, ese raro, completo ajuste con el mundo no hubiera sido menos intenso ni menos reparador.El hotel parec¨ªa medio vac¨ªo. Despu¨¦s de firmar en recepci¨®n, Mario tendi¨® la vista por el largo vest¨ªbulo, a cuyo fondo oscureaba el mar tras la solitaria silueta femenina sentada en la mesa m¨¢s d¨ªstante y que tambi¨¦n parec¨ªa atisbarlo con una atenci¨®n fija, tensa, aunque confiada. ?l orden¨® que le subiesen el equipaje a su habitaci¨®n y ech¨® a andar hacia ella. Se sab¨ªa tan turbado como la mujer en espera, y as¨ª, de lejos, la encontr¨® algo m¨¢s joven.

Pero esa impresi¨®n se deshizo al acerc¨¢rsele: era la que era, aunque no recluida en fugaces y difusos espacios, sino enmarcada por aqu¨¦l, vivo, concreto. Mario estaba pensando que la blusa salm¨®n y la falda malva resultaban ya innecesariamente identificadoras cuando oy¨® un torp¨®n, apagado, hola de la mujer. Entonces, algo azarado, volvi¨® la cabeza un poco, como buscando al camarero. En realidad, no hallaban el modo de empezar a hablarse, y ahora ten¨ªan mucho tiempo para hacerlo.

Sara Navarro.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com