Cumplea?os feliz
Bye, bye, Beethoven es una repetici¨®n, corregida y aumentada, de Laetius, que fue estrenada en 1980. Hay personas que creen que aqu¨¦lla fue la mejor obra de Boadella; quiz¨¢ ¨¦l mismo, puesto que la repite tantos a?os despu¨¦s y la trabaja de nuevo. Yo creo que es uno de los mejores espect¨¢culos contempor¨¢neos, con una capacidad expresiva y una terminaci¨®n, o acabado, de todos sus elementos -humanos y t¨¦cnicos-; con unas sensaciones visuales y sonoras perfectas. Quiz¨¢ algo de su ideolog¨ªa se pueda ver de otra manera en 1988; es posible que la enfermedad degenerativa del mundo no sea la modernidad descrita en la obra, sino m¨¢s bien la antig¨¹edad -pestes, enfermedades, hambrunas, guerras de religi¨®n y miseria, reapariciones medievales-, pero ¨¦se ser¨ªa otro debate. Lo que Boadella reun¨ªa entonces era un tipo de pensamiento de ficci¨®n cient¨ªfica que todav¨ªa no ha desanidado entre nosotros, y lo expon¨ªa y lo expone con una claridad teatral singular, que a veces se burla de s¨ª misma, o se desdobla; los actores, siendo distintos de los del reparto original, ofrecen la misma calidad brillante. Y la t¨¦cnica se ha apurado m¨¢s para lograr el mejor servicio de sus expresivos juguetes.Todo ello apunta a destacar la capacidad de creaci¨®n y de direcci¨®n de Boadella, que es una de las personas m¨¢s importantes, con m¨¢s sentido y m¨¢s inteligencia del teatro actual. Con esta obra conmemora los primeros 25 a?os de su relevante acci¨®n teatral y se rinde justo homenaje a s¨ª mismo, que todos secundamos.
Bye, bye, Beethoven
Creaci¨®n de Els Joglars. Int¨¦rpretes: Ram¨®n Fontser¨¦, Jes¨²s Angelet, Santi Ib¨¢?ez, Quico Amor¨®s, Montse P¨¦rez, Clara del Ruste, Xevi Villar, Jordi Purt¨ª, Pilar S¨¢enz. M¨²sica de J. M. Arrizabalaga. Escenograf¨ªa y vestuario: Jos¨¦ M. Ib¨¢?ez Dino y Xabier Balbuena. Direcci¨®n: Albert Boadella. Teatro Alb¨¦niz (de la Comunidad de Madrid), 13 de enero.
Es costumbre entre las gentes del teatro quejarse amargamente de su condici¨®n y de la maldad intr¨ªnseca del mundo exterior. Boadella, en su medio jubileo, no falta a ella, y en una breve nota al programa resume la historia de Els Joglars en la de las persecuciones sufridas; la del poder, la religiosa y la de la cr¨ªtica. Y la persecuci¨®n de la ruina. No es verdad. En realidad, la brillante historia de esta compa?¨ªa es la de su continua exaltaci¨®n. Perseguido y procesado por un tribunal militar, hubo una campa?a c¨ªvica nacional de mucha duraci¨®n y de gran intensidad en su favor, en la que colaboraron artistas y escritores que hicieron actos y ventas para ayudarlo econ¨®micamente en su problema, que se hizo el de todos. Algunos cientos de art¨ªculos se publicaron en su favor.
Los sucesivos procesos, denuncias o atentados que ha sufrido, muchas veces por parte de personas cuya religiosidad se cre¨ªa ofendida, han sido respondidos por manifestaciones p¨²blicas, por una defensa casi un¨¢nime de la Prensa -fuera incluso de sus p¨¢ginas culturales: en editoriales y en otros art¨ªculos-.
Los poderes sucesivos al que lo persigui¨® le han ayudado por sus medios posibles. La mayor¨ªa de la cr¨ªtica ha reconocido en Boadella su condici¨®n singular de hombre de teatro, ha elogiado sus espect¨¢culos y el trabajo en com¨²n de Els Joglars; en estos d¨ªas de su cumplea?os la televisi¨®n le ha dedicado sus mejores espacios, las radios y los peri¨®dicos han encendido las velitas de la tarta.
Lo que no puede esperar, ni ¨¦l ni nadie, es que personas que no comparten su manera de ver la sociedad permanezcan en silencio, o que quienes unas veces lo han visto peor que otras lo oculten a sus lectores. La realidad es que Boadella ha vivido hasta hoy 25 a?os triunfales, y el p¨²blico acepta -y ovaciona- que la obra de la fiesta sea una repetici¨®n en lugar de un estreno; est¨¢ teniendo un juicio favorable tan amplio que se puede hablar de unanimidad.
Paranoia
Pero as¨ª rinde el culto habitual a la queja y la amargura, a los bordes de Paranoia en que se ha metido esa profesi¨®n, que efectivamente es muy dif¨ªcil -?por qu¨¦ el teatro iba a ser una excepci¨®n entre otras posiciones, situaciones o estamentos?- y en la que realmente, seriamente, lo ¨²nico que importa es hacerlo bien. Boadella lo ha hecho. y lo est¨¢ haciendo muy bien; todo lo ha creado por s¨ª mismo y su arte y su talento, y en realidad no tiene por qu¨¦ agradecerle nada a nadie; se saldr¨ªa del tono elegantemente despechado de su profesi¨®n. Y su triunfo parecer¨ªa menor o menos valioso que si declara que se ha conquistado contra inmensas fuerzas desatadas en contra del pobre comediante, del pataleado juglar.
Babelia
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