Lo vivo de Bertolt Brecht

Brecht cumplir¨ªa este a?o -el 10 de febrero- 90 a?os; pero hace 32 que no est¨¢ entre nosotros. Estas cifras dan idea de su proximidad de contempor¨¢neo y, al mismo tiempo, de una lejan¨ªa que podr¨ªan denotar sus m¨¦todos. Fue marxista-leninista, como record¨® Hormig¨®n al presentar este homenaje de cumplea?os, y su obra se construy¨® en torno al materialismo dial¨¦ctico y a la idea de progreso producido por el enfrentamiento de contradicciones. No lo fue tanto y tan seguramente como para que al regreso de su exilio a la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana no cayera bajo sospecha de heterodoxia, luego superada. En esta forma sutil y dudosa de su heterodoxia es donde est¨¢ contenido el vuelo de su discurso: la negaci¨®n de la autoridad autocr¨¢tica, la denuncia de la explotaci¨®n perenne del hombre.

Humanismo profundo

Escuchando en este homenaje de aniversario a los grandes actores y actrices espa?oles que recitaban fragmentos de su obra po¨¦tica y dram¨¢tica, se ten¨ªa la sensaci¨®n de que la gran viveza de Brecht es la del humanismo profundo, la de la ternura por los seres sufrientes y su solidaridad con ellos; el humor o el sarcasmo, con los que dec¨ªa crear su efecto distanciador, son en realidad una forma m¨¢s de recalcar esa solidaridad y esa entrega, y la repetici¨®n cl¨¢sica de consignas en forma pol¨ªtica suena hoy como un ritornello po¨¦tico y tambi¨¦n dram¨¢tico que refuerza el pensamiento doloroso y esperanzado. Muchas de las esperanzas que Brecht ten¨ªa puestas en el porvenir de la humanidad est¨¢n hoy confusas o en una crisis de realidad o de praxis. Puede que su manera de predicar fuese hoy distinta en la forma, pero id¨¦ntica en el fondo, porque su calidad humana no s¨®lo est¨¢ viva, sino que se echa de menos su eco en escritores o pensadores contempor¨¢neos.El acto de homenaje reuni¨® a un grupo de int¨¦rpretes excelentes que mostraron c¨®mo el arte de decir los versos o los textos no se ha perdido en este pa¨ªs, como suele decirse. Los dijeron, adem¨¢s, con devoci¨®n; y con esa devoci¨®n respondi¨® el p¨²blico, que, adem¨¢s de los aplausos individualizados para los int¨¦rpretes, regal¨® grandes ovaciones y bravos a la presencia espiritual de Brecht.